Crítica: ‘Te quiero, imbécil’

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A Marcos (Quim Gutiérrez) le ha dejado su novia justo cuando iba a pedirle matrimonio, le han echado del trabajo y vuelve a vivir con sus padres. Su vida se ha convertido de repente en un desastre, de los grandes.

Con semejante panorama Marcos está decidido a reinventarse y triunfar, pero no tiene ni puñetera idea de por dónde empezar. Por eso acude al lugar donde todo se encuentra: Internet. Mientras trata de aplicar los consejos de un youtuber, Marcos se cruzará con una antigua amiga del colegio, una nueva jefa, su ex-novia, unos colegas muy intensos y un montón de dudas existenciales…

Crítica

Aunque predecible, carismática y con gancho

Laura Mañá es la principal responsable de ‘Te quiero, imbécil’. Es una actriz a la que hemos visto en múltiples series o películas como ‘Romasanta: la caza de la bestia’ o ‘Libertarias’ pero en su labor como directora ha fraguado una serie de películas que seguían más o menos un rumbo parecido. Ella es la artífice de los filmes televisivos ‘Concepción Arenal’ o ‘Clara Campoamor’ y ahora, tras ocho años sin estrenar una película en la que haya cogido la batuta, se pasa a la comedia.

Para ello ha contado con rostros muy conocidos. Empezando por el de Quim Gutiérrez que cada vez está más de moda y precisamente como en una pasarela le vemos desfilar múltiples veces en algunas secuencias. Al margen de que determinadas escenas de la película se acerquen a un anuncio de Mango o de Desigual, a lo que precisamente le saca más partido Gutiérrez es a esa cara de pardillo que sabe poner. En ‘Te quiero, imbécil’ vuelve a ese registro de pringado cachas que unas veces le funciona y otras no. Es decir, en ‘Primos’ bien, en ‘Anacleto’ mal. Pues esta es de las buenas películas, de las que hace que nos riamos bastante con un personaje muy desesperado y bonachón.

Quim Gutiérrez hace de Marcos, un treintañero que en unos días pierde a su novia, su trabajo y se tiene que ir a vivir con sus padres. Busca refugio en su mejor amigo y cuando más desesperado está se cruza con una antigua amiga de su juventud. Es en ese momento de pérdidas y cambios cuando él reconecta con su pasado y comienza una nueva construcción de su personalidad.

El protagonista, y por ende la película, cabalga entre los personajes de Natalia Tena (‘Juego de Tronos’, ‘Harry Potter’) y el de Alfonso Bassave (‘Estoy vivo’, ‘Carlos, rey emperador’). Ambos representan dos caras diferentes en nuestro siglo. Una más liberal, abierta y progre, con un sabor europeo. Otra más cerca al clásico macho alfa, con una concepción arcaica y rancia. Los dos muy vinculados al pasado del protagonista influyen en su vida y hacen de consejeros o buenos amigos. Se evita por muy poco reincidir excesivamente en los tópicos y de esa manera se hace algo más creíble la relación y concepción de los personajes que interpretan. De ese modo es más sencillo pensar en ellos a modo metafórico y cómico como en ese ángel y ese demonio sobre los hombros de Marcos (Quim Gutiérrez).

Y con quien nos reímos a pierna suelta es con Ernesto Alterio. Aparece de vez en cuando como la parte más hilarante y surrealista de la cinta. Es una válvula de escape muy bien injertada en el metraje para relajar el ambiente y devolvernos a la senda cómica del filme.

El propio título y la manera en cómo se dirigen los personajes entre ellos ya nos adelanta lo predecible que va a ser ‘Te quiero, imbécil’. Al fin y al cabo es otra comedia española más que también se anuncia en un cartel sobre un fondo amarillo ¿hay alguna ley que obligue a usar este tipo de diseño? En su desarrollo por el contrario se desmarca algo más, sobre todo porque tiene bastante chispa y carisma. Se desenvuelve entre escenas cómicas con situaciones comprometidas y rupturas de la cuarta pared además de un hilo narrativo acompañado por la voz del propio Quim Gutiérrez. Tiene un humor muy actual que saca partido a ese frívolo mundo contemporáneo de las citas a través de la apps y a las relaciones modernas. Es una de esas películas donde parece que hay feromonas en el ambiente y todos van un poco más salidos de lo habitual pero nos reímos sobre todo con el patetismo y pagafantismo del protagonista.

Es buen acompañamiento el tema famoso de los Proclaimers para esta película que ha quedado muy feel good, como se dice ahora, muy buenrollista. Su guión solo peca de tener un final de enredos amolado a lo habitual, en el resto de la película se nota bastante fresco. Una comedia española en la que agradecemos el distanciamiento con lo chabacano y la búsqueda de nuevas formulas.

Ficha de la película

Estreno en España: 24 de enero de 2020. Título original: Te quiero, imbécil. Duración: 90 min. País: España. Dirección: Laura Mañá. Guion: Abraham Sastre, Iván José Bouso. Música: Lucas Suárez. Fotografía: Sergi Gallardo. Reparto principal: Quim Gutiérrez, Natalia Tena, Alfonso Bassave, Alba Ribas, Patricia Vico, Ernesto Alterio, Laura Mañá, Nuria Valls, Francesc Albiol. Producción: Yo hombre la película AIE, Minoria Absoluta, Brutal Media, Lastor Media. Distribución: Filmax. Género: comedia. Web oficial: http://www.filmax.com/peliculas/te-quiero-imbecil.105

Crítica: ‘Los días que vendrán’

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Vir (30) y Lluís (32) hace solo un año que salen juntos, cuando descubren que están “embarazados”. Durante 9 meses, seguiremos la aventura de esta joven pareja, el giro enorme que dará su vida, sus miedos, alegrías, sus expectativas y las realidades que, durante su embarazo, crecen ante ellos.

Crítica

A veces acierta con naturalidad otras se nota el artificio voyeurista

Carlos Marques-Marcet regresa con su actor recurrente David Verdaguer y lo hace acercándose más que nunca a él. En ‘Los días de que vendrán’ el director registra como Verdaguer y su pareja, la actriz María Rodríguez Soto, viven sus nueve meses de embarazo. Se han cambiado sus nombres y profesiones, Lluís y Vir, abogado y periodista, unas máscaras para conservar algo de intimidad mientras observamos como progresa la gestación del bebé y todo lo que esta va provocando.

Chistes aparte, la película pone al espectador en una situación algo embarazosa. Partimos del hecho de que se ha aprovechado una situación real, como es el embarazo de la pareja formada por Verdaguer y Rodríguez Soto. ‘Los días que vendrán’ no es un documental propiamente dicho, está ficcionada. Pero en ella se introducen muchas semejanzas y recuerdos harto personales. Desde luego que el fimle tampoco es un reality show pero ante el conocimiento de autenticidad uno no puede dejar de sentirse algo voyeur y eso complica no dejar de buscar la barrera entre la escena real y la ficticia.

¿La película trata sobre cómo la llegada de una hija pone en riesgo una relación de pareja o pone en tela de juicio la poca preparación de los jóvenes de este siglo? Es decir, ¿es un relato sobre la inmadurez o una pugna entre diferencias de opiniones? En determinados tramos de la película plantea todos esos aspectos, si nos encontramos con un filme que pone sobre la mesa varias preguntas con acierto. Pero llega un punto en que se hace redundante y la pareja discute varias veces sobre lo mismo sin que notemos progresión, lo cual no nos aporta espontaneidad.

El filme también supone en muchas ocasiones un enfrentamiento entre posturas conservadoras y progresistas. Abre debates sobre tradiciones no solo a la hora de criar a un bebé sino también cuando hay que gestionar posturas muy arraigadas en lo que se refiere al «ciclo natural de las cosas», es decir, enamorarse, casarse, tener un hijo, encadenarse a un trabajo… En ‘Los días que vendrán’ los personajes se juzgan constantemente el uno al otro, como sucede en muchas parejas o como pasa en esta que se ve en sus manos con un evento mayúsculo cuando llevan apenas un año de relación. Y eso hace que el espectador también se cuestione cosas y se juzgue a la salida del cine. Es bueno que surja debate a la salida de los pases de la película de Carlos Marques-Marcet pues eso querrá decir que trasciende. Brota mucho la palabra «problema» cuando también se habla de si la llegada de la niña es una contrariedad o una suerte, detalles como esos hay que apreciarlos.

Existen no una, sino varias escenas en las que los personajes pecan de excesivamente ingenuos o ignorantes. Quiero entender que son momentos en los que se ha querido plantar una semilla de duda o disputa, en los que se buscaba una ruptura con lo vivido realmente por los actores, pero han quedado rayando lo ridículo. Esos instantes junto con los excesivamente personales son los que le restan méritos al resto de secuencias que si son verdaderamente una apuesta por propuestas que hablen a cerca de problemas generacionales o retratos ciertamente naturalistas.

Ficha de la película

Estreno en España: 28 de junio de 2019. Título original: Los días que vendrán. Duración: 94 min. País: España. Dirección: Carlos Marques-Marcet. Guion: Clara Roquet, Coral Cruz, Carlos Marques-Marcet. Fotografía: Alex García. Reparto principal: David Verdaguer, María Rodríguez Soto. Producción: Movistar+, Lastor Media, Avalon. Distribución: Avalon. Género: drama, romance. Web oficial: http://www.avalon.me/distribucion/catalogo/los-dias-que-vendran

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