Reseña: ‘Ether 3. La desaparición de violeta campana’

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Mientras el malvado Ubel está arrasando todas las instituciones mágicas del Ether, acaparando el poder absoluto, Violeta Campana ha desaparecido en misteriosas y violentas circunstancias. Parece que solo el aventurero Boone Dias puede encontrarla, saltando de una escena de crimen mágica a otra, pero un sarcófago de combate, unos insidiosos piratas y un bosque habitado por un extraño organismo amenazan con interponerse en su camino.

Reseña

Perderse por el onirismo de Ether es un placer lleno de risas e ingenio

Ya está en España el último número de ‘Ether’, el cierre. Y poco más puedo añadir tras haber reseñado sus dos primeras partes. Podéis leer nuestra reseña del número uno haciendo clic aquí, igual que la del segundo en este otro enlace. Este tercer volumen por suerte sigue la tónica de los anteirores, a si es que solo puedo deciros una cosa con rotundidad, caeros muertos en vuestro sofá y a disfrutad de ‘Ether 3’.

Por que como ya sabréis para entrar en este mundo propuesto por Matt Kindt y materializado por David Rubín uno tiene que morir. Y dejarse seducir por estos locos de lo imaginativo, por esta mezcla de encantamientos y razón, es apartarse de esta cruda realidad que vivimos para meterse en otra. Un mundo que vive tiempos críticos y que amenaza con perder el contacto con nosotros si alguien no hace algo. Y ya os aseguro que os daría pena que Ether desapareciese.

Volvemos a las pesquisas de Boone Dias para resolver crímenes y a sus métodos de razonamiento para salir de situaciones peligrosas. Empieza devastado tras el final de la segunda parte pero encuentra de nuevo motivos para poner en marcha su talento. Esta especie de investigador cuya arma es el raciocinio, un trasunto de Sherlock Holmes, más próximo al que interpretó Robert Downey Jr. que a cualquier otro, se mueve por el Ether y experimenta a la vez con él mientras el tiempo en la tierra pasa mucho más rápidamente. En esa diferencia espacio temporal se agravan los dramas familiares del protagonista, que sacrifica su vida íntima para asegurar el futuro de Ether. En esta ocasión son los errores del pasado los que fustigan a Boone pero sin duda ‘Ether 3’ tiene un toque más cómico que los anteriores.

Y todo se resuelve como siempre con esa unión entre lo fantástico y lo científico, esta historia no podía ser más enloquecedoras para mí, un amante de la ciencia ficción o la fantasía que además es ingeniero de formación. Ya he dicho otras veces que en todo esto hay algo de ‘Goomer’, ‘Rick y Morty’, ‘La historia interminable’… Y ‘Ehter 3’ vuelve a apabullarnos con oníricos paisajes y creativos personajes. También amplia la historia y mitología de un lugar donde se puede mezclar lo biológico, lo mágico y lo mecánico. Podríamos tener una enciclopedia entera hablando de los cachivaches y seres que pueblan esta realidad paralela, con imágenes y todo tipo de explicaciones que como viene siendo habitual nos sacarían una sonrisilla. Incluso en su geografía da para colar un Pac Man, una última cena caníbal o un Guernica marino que pondría los pelos de punta a la mismísima tripulación de Ulises. Hay que tener la imaginación de Kindt para generar toda esta historia, que si bien se acaba amoldando a algo típico está llena de detalles muy chiflados. Y por supuesto hacía falta un talento propio de El Bosco para hacer tan pobladas y diversas ilustraciones. Rubín lo tiene.

Al final de ‘Ether 3’ tenemos una serie de láminas de Paul Azaceta, Gabriel Hernández Walta, Jill Thompson, Dan Brereton, Farel Dalrymple más bocetos explicativos del propio Rubín que son un gran bonus que se suma a los que contenían los anteriores volúmenes, conformando así una colección muy completa, cerrada y satisfactoria para el lector. ‘Ether’ ya estuvo nominado en los Eisner, espero (conste que al decir esto dejo al margen mi entusiasmo e intento aplicar la mayor objetividad) que suceda lo mismo ahora que la colección está cerrada.

Ficha del cómic

Guion: Matt Kindt. Dibujo: David Rubín. Separaciones de color: Kike J. Díaz. Portada: David Rubín. Editorial: Astiberri Datos técnicos: 152 pág., cartoné, color, 17×26 cm. Publicación: agosto de 2020. Precio: 17€.

‘Territorio Lovecraft’, opinión del arranque de la serie de HBO

Lo que habría sido ‘Supernatural’ de ambientarse en los años 50

El American Way of Life que tanto se prodigaba en los años cincuenta allá por Estados Unidos se recrea y contrasta con la marginación al hombre negro para dar forma a ‘Territorio Lovecraft’. Pero todo este discurso de hipocresía y odio esta vez nos lo han embadurnado de survival horror con todo un compendio de H. P. Lovecraft. Desde el pasado 17 de agosto se ha empezado a emitir esta serie en HBO España y como es habitual cada semana tendremos una nueva entrega.

No es como otras adaptaciones en el sentido de que mantiene el misterio hasta los instantes finales y se reservan para entonces la aparición de los horrores lovecraftianos. ‘Territorio Lovecraft’ desde el principio exhibe a sus criaturas. Empieza muy fuerte en el sentido de lucirse digitalmente y de aportar un par de escenas con emociones fuertes, tanto con bestias antediluvianas como con salvajes retrógrados.

Porque como era de imaginar al ser un trabajo producido por Jordan Peele el racismo está omnipresente. También hemos visto trabajos de Misha Green, la otra creadora, girando en torno a lo mismo. Hay referencias visuales sutiles (como la recreación de las fotos de ‘Segregation in the south’) y una infinidad de momentos que más que incómodos dan vergüenza ajena por lo que narran. Me refiero a los que pueblan siempre los territorios de Peele en su incansable lucha por los derechos afroamericanos y denuncia de lo sucedido a lo largo de la historia de USA. En ese sentido aunque nos encontremos ante un relato de género fantástico hay mucha base real. La guía verde que realiza uno de los protagonistas o las fotografías que va tomando otra son hechos que se han dado a lo largo de los 50 y 60 en Estados Unidos.

En el caso de ‘Territorio Lovecraft’ estamos en los años 50 recorriendo las carreteras sureñas en busca de un padre desaparecido y con la única pista de una ciudad llamada Ardham (lo cual es casi Arkham, nombre recurrente en las obras de Lovecraft). Este es un road trip que me ha recordado en muchos sentidos a ‘Supernatural’. Es una historia familiar con mucho de paranormal pero también con bastante de drama.

No está basada en una novela de Lovecraft, si no en una de Matt Ruff titulada como la serie. Pero Lovecraft está muy presente, desde los seres que vemos en el arranque hasta la multitud de alusiones que se le hacen. La literatura, no solo la del escritor de Rode Island, no para de ser alabada, por lo menos en el primer episodio. Aparece la editorial Arkham House, la creación del Green Book es obvia, la hija de uno de los protagonistas dibuja cómics, citan frases de ‘Drácula’ y por las manos del protagonista pasan libros como ‘El conde de montecristo’ o ‘Una princesa de Marte’.

Está muy sobrecargada de referencias y temáticas. Es de suponer que rebajará esta intensidad de alusiones según avance para depender de sus propios argumentos, si no la serie terminará siendo un mero vehículo para temas fan y reivindicativos y poca historia original. Eso sí, está claro que han dejado llevarse por la imaginación y yo siguiendo su proposición también he dejado volar la mía. Por ponernos creativos, sería orgásmico que esto formase parte del universo Cloverfield, al fin y al cabo el otro gran nombre entre los productores ejecutivos de la serie es J.J. Abrams.

Me ha gustado el carácter de la serie que también podría ser la recreación de una partida al célebre juego de rol ‘La llamada de Cthulhu’. Tenemos personajes diversos y una meta bien marcada y durante el camino inconvenientes, simbología, aventuras y horrores. Me da rabia que aunque se han introducido algunos personajes intrigantes las serie no tenga ese halo de misterio, misticismo y componentes psicológicos que suele tener la obra de Lovecraft. Eso ha sido a favor de generar un corre que te pillo que imagino que está más acorde a los gustos del público general.

Crítica de ‘Los Siete Pecados Capitales. Imperial wrath of the gods’

La temporada 4 satisface, pero nos deja para más

‘Los Siete Pecados Capitales’ es una serie que tras aparecer en 2014 ha cosechado un éxito innegable consiguiendo colarse en casa de todo tipo de fans del anime, sea cual sea su edad. Tiene merchandising y vemos cosplays de sus personajes en todos los salones de cómic, por supuesto podemos encontrar sus mangas (iniciados en 2012 y ya finalizados) en las estanterías de las tiendas. ¿Cuál es el secreto de ‘Nanatsu no Taizai’? Se podría decir que esta serie coge el testigo de clásicos como ‘Dragon Ball’ o ‘Caballeros del Zodíaco’. Aunque muchos elegirán a otras como ‘Naruto’ o ‘One Punch-Man’ como las herederas de esos clásicos (yo metería a Bobobo en la ecuación). Y pertenece a este grupo de series ya que trata de ir cada vez a más, haciendo que sus personajes nunca tengan límites, poniendo nombre a sus ataques y por supuesto rodeando todo de epicidad y humor.

Tenemos 24 nuevos episodios en Netflix con la nueva temporada de ‘Los Siete Pecados Capitales’ que lleva como tagline ‘Imperial wrath of gods’, algo así como ‘La ira imperial de los dioses’, si mi pobre inglés no me falla. El grupo de héroes, a veces villanos, conocido como Los Siete Pecados Capitales tiene que continuar con la batalla que dejó en la anterior temporada contra los poderosos Diez Mandamientos. Si hay algo a lo que uno debe estar dispuesto a esperar durante esta serie es a conocer a nuevos personajes y a incorporar giros y más giros a todas y cada una de las tramas que abren estos individuos.

Usando elementos religiosos y de la mitología artúrica ‘Los Siete Pecados Capitales’ lleva a cabo una historia que más que coral o grupal ha de denominarse multitudinaria. Son muchísimos los caballeros, magos, demonios… que interactúan con la historia haciéndola muy interesante, aunque a veces con factores excesivamente cogidos con pinzas. Porque además así se desarrolla un trasfondo abundante para cada uno de ellos y también con ello se potencia y enriquece todo el universo que transcurre en las islas británicas. Incluso se agradece que en ese gran número de historias que contar encontremos diversidad. Darían para llenar temporadas y temporadas o algún que otro spin-off. Es interesante esta temporada no solo por el nivel que alcanzan algunos protagonistas si no también por lo que se revela de su pasado, en especial sobre Gowther, Meliodas y Elizabeth.

Reinos, poderes mágicos, caballeresca, leyendas… Sobre todo hay muchas peleas, amor y aunque veamos mutilaciones o palabrotas el humor no deja de ser infantiloide. También a veces un tono que más que pícaro es salido. En esta cuarta temporada los gags están algo menos presentes y no se cosifica tanto a los personajes femeninos, ni con sus trajes ni con lo libidinoso de ciertos protagonistas.

Se mantiene el estilo de dibujo clásico que obviamente tiene arreglos hechos con ordenador. El diseño también sigue los estándares habituales del anime, encontrándonos con algunos personajes como Meliodas, Arturo y Zeldris que se parecen bastante entre ellos. Eso si, se han solucionado algunos problemas que fueron criticados en la animación de la temporada tres. Bien por Studio DEEN.

Tras varias temporadas y OVA’s la serie pasa de ser una aventura caballeresca en la que hay que defender a una dama y un reino hasta tener que librar al mundo del dominio de los demonios (todo esto sin contar con el objetivo particular de cada miembro del grupo). Muchos fans se pueden enfadar pues esta temporada no es la definitiva, su final es inconcluso y eso que ya está anunciada una serie que contará con Tristan, el hijo de Meliodas como protagonista, niño que aparece al final del manga. Lo que decía antes, muy al estilo ‘Dragon Ball’.

Crítica: ‘Proyecto Power’

Sinopsis

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Las vidas de un exsoldado, una adolescente y un policía se cruzan en Nueva Orleans mientras buscan al suministrador de una pastilla que otorga superpoderes temporales.

Crítica

Un ‘8 millas’ a lo ciencia ficción con héroes y camellos

Muchas son las películas que surgen en los últimos años poniendo a “gente ordinaria” en la tesitura de qué hacer al verse dotados de superpoderes. Es indudable que títulos como ‘Proyecto Power’ siguen la estela de sagas como X-Men (de hecho tiene un detalle muy similar al de ‘La decisión final’) y por eso, para intentar alejarse del clásico, se buscan maneras de originar o justificar la aparición de las envidiables capacidades sobrehumanas. En la última década hemos vivido el éxito de culto de ‘Chronicle’, el fracasó de la adaptación de ‘Mentes poderosas’, los desacuerdos con ‘Hancock’ o con ‘Glass’… Pero quizá a lo que más se aproxima esta nueva propuesta de Netflix es a esa tendencia de ubicar la ciencia ficción en ciudades o barrios más atípicos rodeando todo además de un halo de delincuencia y llevando así la trama a algo más mundano, como hizo ‘Code 8’ o como hacía ‘Misfits’. Sin duda, para los entendidos en cómics, el mayor parecido en las viñetas con esta película es la colección ‘Powers’ de Marvel, el número de símiles es grande.

En el caso de ‘Proyecto Power’ una especie de comprimido saca a la luz el superpoder que llevan las personas dentro y les permite usarlo mientras dura el efecto. El problema es que ese poder no se conoce hasta que se “desbloquea” y además deja secuelas. Con algo de pseudociencia y con mucha ciencia ficción esta producción de Netflix va hilando una historia de búsqueda tanto personal como justiciera.

Es de esos largometrajes que son casi buddy movie, con protagonistas muy distintos entre ellos pero con el mismo objetivo y que acaban juntos por algo más que por azar. Además también debemos incluirlas en el grupo de filmes que consigue acotarse en un breve espacio de tiempo, es decir, cuya historia transcurre en un tiempo filmico muy corto. Si queremos buscar otras comparaciones fuera de lo relacionado con los cómics podemos decir que esta puede ser una versión de ‘Colateral’ más ‘8 millas’ en plan ciencia ficción.

Aunque sea una película más con superpoderes ¿por qué es interesante ver ‘Proyecto Power’? Pues básicamente porque el guionista es Mattson Tomlin y este junto a Matt Reeves se están encargando del guión de ‘The Batman’. A si es que visto lo visto podemos decir que es lo suficientemente capaz de cargar a los personajes de un trasfondo y de acabar todo con un buen clímax. Además que la dirección ha corrido a cargo de dos directores experimentados tras varias películas de ‘Paranormal Activity’ o ‘Nerve’ y eso le ha hecho mucho bien a la hora de encauzarse por un estilo joven y más dramático. Es una película solvente con superpoderes, no con superhéroes, que además evita caer en los gags cómicos como hace Marvel, a si es que se agradece la diferencia.

También es atractiva por su reparto. Tenemos los nombres de Jamie Foxx, Joseph Gordon-Levitt, Dominique Fishback, Rodrigo Santoro, el músico Colson Baker, Courtney B. Vance, Amy Landecker… A Gordon-Levitt le vimos en aquel amago de Robin que hizo en la tercera película del hombre murciélago de Nolan, de hecho aquí se hace un poco de burla a eso, no solo porque su papel sea muy similar, si no porque la protagonista se llama Robin. Esta está interpretada por Dominique Fishback y aporta la parte adolescente e irreverente de la cinta. En el caso de Foxx por lo que interesa más es por verle rodeado de poderes (en mejor modo que en Spider-Man) y en plena forma para la acción, aquí está muy a lo Liam Neeson. Todo esto son buenos detalles para su futuro como Spawn. El trío de protagonistas funciona pero no puedo decir lo mismo del villano interpretado por Santoro.

Joseph Trapanese consigue el ritmo musical que ya ha logrado en películas como ‘Stuber Express’ o ‘El gran Showman’. Vuelve a esas esas notas “underground” que tanto usó en ‘Straight outta Compton’. Lo que decía en el titular, barrio marginal más ciencia ficción.

Ficha de la película

Estreno en España: 14 de agosto de 2020. Título original: Proyect Power. Duración: 111 min. País: EE.UU. Dirección: Henry Joost, Ariel Schulman. Guion: Mattson Tomlin. Música: Joseph Trapanese. Fotografía: Michael Simmond. Reparto principal: Jamie Foxx, Joseph Gordon-Levitt, Dominique Fishback, Rodrigo Santoro, Colson Baker, Allen Maldonado, Amy Landecker, Courtney B. Vance. Producción: Netflix, Screen Arcade, Supermarché. Distribución: Netflix. Género: ciencia ficción. Web oficial: Ver en Netflix

Reseña: ‘Maldita’

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Aquel que empuñe la Espada de Poder será el único y verdadero rey. Pero, ¿y si la espada ha elegido a una reina?

Nimue creció siendo una marginada. Su conexión con la magia oscura la convirtió en alguien temible para su pueblo Druida, pero ella siempre ha querido escapar de aquellos que la repudian. Hasta que un día su aldea es asaltada brutalmente por los Paladines Rojos, y el destino de Nimue se ve alterado para siempre. Antes de morir, su madre le designa la misión de entregar una antigua espada a un hechicero legendario, y en ese momento se convierte en la única esperanza de su diezmado pueblo.

Nimue recibe la ayuda de un mercenario encantador llamado Arturo, y lo que queda de su gente, los Inefables. Mientras tanto, ella blande la espada destinada al verdadero rey, y lucha sin piedad contra los paladines y los ejércitos de un rey corrupto.

Aunque Nimue sólo pretende unir a su pueblo, vengar a su familia y descubrir la verdad sobre su origen, poco a poco descubrirá que quizá lo único capaz de cambiar el destino sea el filo de su espada.

Reseña

Reinventando al son que dictan los tiempos

 

Antes de empezar me gustaría señalar que la obra realizada entre Thomas Wheeler (guionista de películas como ‘El gato con botas’ o ‘Dora y la ciudad perdida’) y Frank Miller (‘Sin City’) no es una novela gráfica, es una novela ilustrada. También que va acorde a lo que dictan las corrientes actuales, buscando corregir o potenciar aspectos y elementos que históricamente se han visto llenos de injuria o por lo menos han sido menospreciados. La mujer ha hecho en la historia mucho más de lo que los libros hacen creer y eso es algo que parece que se quiere poner de manifiesto en este libro, aunque sea desde lo fantasioso.

Bretaña es una tierra con historia, muy rica en mitos y en batallas. No digo que sea fácil alimentar con todo eso la leyenda artúrica pero desde luego herramientas hay decenas. ‘Maldita’ enriquece el camino de los personajes clásicos para fundamentar una nueva historia fantástico-medieval. La trama sigue a Nimue que porta la espada inicialmente sin saber realmente cuán importante es. Y lo hace junto a Arturo por un lance fortuito. Ambos buscan a Merlín para obtener respuestas, pero hay intereses y fuerzas que se les oponen. Esta es una manera diferente de explicar como Nimue (La dama del lago) está unida a la espada de poder. Sobre todo lo hace convirtiendo a Nimue en la protagonista central, en una parte más grande de lo que había sido hasta ahora en cualquiera de las infinitas versiones que se han ideado.

Esta es una obra publicada en 2019 con vistas a que haya ya una serie en Netflix. No digo que esa sea la razón por la que la historia gire de tal manera que busque adecuarse a la corrección política que tanto manda hoy en día, pero si que es cierto que en su intencionalidad queda patente que hay una protagonista femenina concebida para romper esquemas. Y para llevar a cabo tal empresa está muy bien que se cuente con Frank Miller en el proyecto ya que también es cierto que suele tener mujeres luchadoras y de armas tomar en sus obras, ahí están los personajes de Gail en ‘Sin City’ o de la Reina Gorgo en ‘300’, tal vez eso fue lo que le atrajo a este pequeño trabajo. Esto si, no puedo evitar tener la sensación de que la obra intenta ir a remolque de la fama de Miller rompiendo otra tradición como es la de acreditar primero al guionista y luego al escritor.

Digo pequeño trabajo porque realmente Frank Miller tiene solo unas cuarenta ilustraciones para los varios de centenares de páginas que tiene el libro. Eso si, o bien Wheeler está muy influenciado por Miller o este último ha puesto su impronta en la narración, porque la aventura que nos cuentan tiene bastante sabor a los cómics del autor de ‘El retorno de caballero oscuro’. Las mujeres como he dicho, armadas hasta los dientes, la violencia, los antihéroes, la sexualidad, los personajes derrotados… Creo que no he visto nunca una historia artúrica sin algo de tragedia y a esta no le falta, de hecho, ese toque es de lo mejor del libro.

Como sabemos el dibujo de Miller suele ser grotesco, casi anguloso y con proporciones desmesuradas. Aquí tenemos dibujos en los que hasta los caballos aparecen musculados. Estoy más acostumbrado a ver imágenes de Miller en ciudades, con rayos colándose entre edificios y balas cayendo al suelo. En ‘Maldita’ ha de utilizar corceles, bosques, armaduras… Y no me ha parecido de las mejores obras de Miller, hay varios bocetos bastante vagos dentro de la imperfección que suele lucir. Aunque también puedo decir que la poesía de Arthur Rackham (inspiración confesa de Miller) y su sabor añejo está presente. Casi todas las ilustraciones van en el clásico estilo “en negativo” que tanto ha impresionado durante toda su carrera, solo unas pocas están coloreadas.

Como siempre sucede en las recreaciones y reinvenciones de esta historia hay trama amorosa y familiar. Para Nimue, como dama del lago, obviamente se establece una estrecha relación con Merlín, Arturo y muchos seres mágicos. Rompe también con lo tradicional que Merlín es un borracho y Arturo dista de cumplir las condiciones de un caballero ideal. Podría parecer así que la historia se va hacía algo más terrenal, fingiendo ser algo histórico, pero la brujería y la hechicería se hacen con el control de las páginas. Lo que aquí leemos es mitología y mundo celta. Druidas, rituales, augurios, visiones, runas, conjuros, bosques…

Se han visto muchas versiones a cerca de la historia de Arturo, su espada y demás, al fin de al cabo siempre ha sido una leyenda con una ligera base real. Esta historia no hará las delicias de aquellos que sean muy rigurosos con la leyenda pero tampoco supondrá un cambio tan drástico y arriesgado como el que hizo Mignola en ‘Hellboy’. Meterse en este embrollo medieval es hacer volver la mula al trigo y uno ya está casi tan harto de nuevas perspectivas para el mito artúrico, casi tanto como de películas sobre la Guerra Civil. Por lo menos esta es una lectura que se hace ligera. No tiene un lenguaje ni un entramado complicado. Se deshace también de los clásicos y rancios conceptos caballerescos pero mantiene un tema siempre presente allí donde están Merlín y Arturo, las creencias católicas acaban con la magia del mundo antiguo.

Seguramente haya tropecientas comparativas con otras versiones de la leyenda. Wheeler y Miller han sacado buen jugo de los personajes acoplándolos a otra historia en la que les colocan enmascarados. Va haber comparaciones también entre ‘The Witcher’ y la serie que surgirá en Netflix el próximo 17 de julio. No lo digo porque Andrzej Sapkowski usase la leyenda de este personaje para crear uno de los suyos (como tanto hace). Lo comento porque su carácter es muy parecido, su acabado seguramente no tanto. El personaje principal, Nimue, es perseguido por su conexión con la magia, por el miedo de los que son “humanos normales”. Pero encuentra más respaldos que los que habitualmente tiene Geralt y su destino es diferente. Esperemos que el destino e impresiones de la serie sean también algo más unánimes.

Ficha del libro

Guion: Thomas Wheeler. Dibujo: Frank Miller. Color: Tula Lotay. Portada: Frank Miller. Editorial: Grupo Océano (Gran Travesía). Datos técnicos: 464 págs., rustica cosida con solapas, color, tapa blanda, 14 x 22 cm. Publicación: noviembre de 2019. Precio: 19,95€.

Crítica: ‘La vieja guardia’

Sinopsis

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Un grupo secreto y muy unido de mercenarios con una misteriosa capacidad que les impide morir lleva siglos luchando por proteger el mundo de los mortales a las órdenes de una guerrera llamada Andy (Charlize Theron). Pero cuando contratan al equipo para desempeñar una misión de emergencia y sus extraordinarias habilidades salen a la luz, Andy y Nile (Kiki Layne) —la recluta más reciente— deberán ayudar al grupo a erradicar la amenaza de quienes pretenden replicar y rentabilizar su poder a cualquier precio.

Crítica

Deja entrever mejor sus misterios pero tiene menos acción que el cómic

‘La vieja guardia’ es la nueva propuesta de Netflix que al igual que muchas otras sale de un cómic, en este caso de una colección de cinco números editada por Image Comics (Norma Editorial en España). Una obra de Greg Rucka, Leando Fernández y Daniela Miwa (reseña aquí) que el propio Rucka se ha encargado de adaptar al formato cinematográfico y que ha dirigido la directora Gina Prince-Bythewood (‘La vida secreta de las abejas’).

Conoceréis en ‘La vieja guardia’ a unos inmortales que pueden llegar a morir, aunque no saben como ni por qué les llega su hora. Sobreviven hasta a destrozos en su cabeza (por lo menos en los cómics) y se regeneran a lo Lobezno. Son personas nacidas en la antigüedad clásica, en la Edad Media o en el siglo XIX que están conectadas entre si y que se dedican a ser soldados de fortuna al servicio de causas que consideran justas. Tras cientos de años siendo un grupo de cuatro encuentran un nuevo miembro para su equipo. En este descubrimiento de nuevos héroes la película hace bien su introducción con dos secuencias que dejan claro de que va el tema.

Rucka ha sabido trasladar los tiempos del cómic a la pantalla y ha condensado todo en dos horas de filme. Para ello ha metido la tijera en parte de su guión original y ha puesto cosas nuevas. Así está claro que todo se centra más en el presente de los personajes y que se consigue adelantar en la historia hasta tal punto que podemos intuir ya la segunda entrega, si hay suerte y la llegamos a tener.

Se ha conservado ese poco aprecio que tienen estos mercenarios por sentir dolor o por ser masacrados. Eso le da un punto de humor negro que hemos visto como se ha explotado en otras películas, pero sin llegar a extremos tipo ‘Deadpool’, de un modo más dramático. También se ha conservado la relación entre los personajes y el carácter impasible y casi destructivo de su jefa, interpretada muy bien por Charlize Theron.

Ya hemos visto en otras ficciones (obviamente no hay un “basado en hechos reales” sobre este tema) cómo personajes incapaces de morir aprovechaban o sufrían su condición. En este caso los miembros de ‘La vieja guardia’ sacan partido a su capacidad de revivir para resolver misiones arriesgadas o lidiar batallas en distintos bandos a lo largo de la historia. Pero su capacidad de revivir es finita, aunque esta termina de manera desconocida y en un momento indeterminado. Respecto a esto en el cómic se desarrolla un discurso de drama y hastío. En la película se ha intentado introducir un factor suspense y peligro que hace que temamos más por la seguridad de determinados personajes. No está mal esa modificación que se suma a lo que sucede también en las viñetas, corren el riesgo de salir de la protección que da el anonimato.

De nuevo Theron está en una película en la que no puede morir, protege su identidad a toda costa y pertenece a una clase antiquísima de personas que es única en el mundo. Eso sucedía también en ‘Hancock’ pero aquí su personaje tiene una personalidad algo diferente y no está rodeada de humor sinvergüenza, aunque si de bastante tragedia. Ganamos con ‘La vieja guardia’ otro gran personaje femenino de acción.

‘La vieja guardia’ es disfrutable por ver como mueren los protagonistas una y otra vez y es aún más divertido contemplar a Charlize Theron liarse a hachazos, con un arma clavada a la de las viñetas. Pero falta algo más de acción del tipo a la que vemos en el último acto, tanto por la concepción del cómic como por el ritmo de la película demanda más escabechinas. Tiene tiroteos y peleas pero en el cómic son aún más explícitas. En la obra escrita hay más escenas en la antigüedad y con ellas vemos más muertes. Pero no solo están bien esas escenas en el pasado de los personajes por ver miembros y sangre por aquí y por allá, sino porque conocemos como descubrieron su inmortalidad y ahondamos en su personalidad. También es un trasfondo que le da cierta poesía a la historia. Aunque hay algún dialogo que va en esa línea (como el que tiene Marwan Kenzari dentro de un furgón) ese lirismo le falta al filme.

Peca de algo que padecen muchas películas, un buen villano. En este caso el objetivo del enemigo es el mismo que el de los cómics. Pero lo que le falta al personaje de Harry Melling (el primo de Harry Potter) es estar un poco más loco o ser más amenazante, porque no impone. Tenemos esa imagen suya de “capuyo” tras toda la saga de ‘Harry Potter’ pero aquí no funciona muy bien.

Rucka en esta ocasión ha sido más conciso y menos implícito en las causas y razones de sus héroes sobrenaturales. Podemos intuir o imaginar de un modo más concreto las razones a lo que sucede. Cuando leí el cómic escribí que esperaba que añadiesen algo más de sentido o de profundidad al final. Así ha sido. Como siempre hay algunos cambios con respecto a lo que pasa en las viñeatas, se mete alguna historia de regalo (que pertenece a la segunda parte, ‘Force Multiplied’) para aspirar a una continuación. Quien sabe quizá una serie de ‘La vieja guardia’ sería una buena idea, si la agenda de los actores lo permitiese.

Ficha de la película

Estreno en España: 10 de julio de 2020. Título original: The old guard. Duración: 118 min. País: EE.UU. Dirección: Gina Prince-Bythewood. Guion: Greg Rucka. Música: Fotografía: Reparto principal: Charlize Theron, Kiki Lane, Marwan Kenzari, Luca Marinelli, Matthias Schoenaerts, Harry Melling, Van Veronica Ngo, Chiwetel Ejiofor. Producción: Denver and Deliah Productions, Dune Films, Image Comics, Netflix, Skydance Media. Distribución: Netflix. Género: ciencia ficción, drama, adaptación. Web oficial: https://www.netflix.com/es/title/81038963

La Academia de Cine publica las bases para los Premios Goya

Se adaptan las condiciones por la crisis del covid-19

La Junta Directiva de la Academia aprobó el pasado 27 de mayo las Bases de los 35 Premios Goya 2021 (se pueden consultar al completo aquí) que reconocerán a las películas españolas estrenadas entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2020. Los criterios para concurrir a los galardones se flexibilizan temporalmente, ante la situación de crisis sanitaria que vive el país y que ha supuesto, entre otras consecuencias, el cierre de las salas y el consiguiente aplazamiento y cancelación de numerosos estrenos.

Como ya se anunció, las Bases de los Goya 2021 aceptarán excepcional y únicamente para la próxima edición a aquellos largometrajes que tenían previsto su estreno en salas y se han visto obligados a estrenarse directamente a través de plataformas de pago online, por la situación derivada de la covid-19, siempre que mantengan su condición de película cinematográfica de acuerdo con el Artículo 10 del Real Decreto-Ley 17/2020 del 5 de mayo de 2020. Esta Disposición Transitoria afectará a las películas españolas y a las historias que opten al Goya a la Mejor Película Europea.

En el momento en el que las salas de cine puedan reabrir en condiciones de seguridad y se restablezca la exhibición, la Academia revisará la medida y podrá finalizarla, manteniendo la norma del estreno en salas comerciales y con taquilla abierta al público para concurrir a los premios.

Promoción y agradecimientos

La institución da un paso más en su estrategia de ‘Academia Verde’ limitando los envíos a académicos únicamente a cartas con información sobre las películas (candidaturas, premios, festivales, etc.). Este año no podrá enviarse a los académicos ningún otro tipo de material ni soporte como estrategia de promoción de los títulos que participen en los premios.

Entre las novedades de las Bases, se establece que los ganadores en las categorías de Mejor Película, Mejor Película de Animación, Mejor Película Documental, Mejor Película Iberoamericana, Mejor Película Europea, Mejor Cortometraje de Ficción, Mejor Cortometraje de Animación y Mejor Cortometraje Documental, podrán subir a recoger el premio en la gala, pero deberán designar a una sola persona para que, en nombre de la obra premiada, se encargue de los agradecimientos.

Asimismo, se contempla una situación que hasta ahora no estaba regulada en la categoría de Mejor Dirección Novel. Podrán optar a este galardón aquel/aquellos director/es cuya película candidata a los 35 Premios Goya sea su primer largometraje. Podrá aceptarse el segundo largometraje en el caso de haber codirigido el primero con uno o más directores, salvo en el caso de que el director/a ya haya sido candidato a Dirección Novel en la película codirigida.

Documental y cortometrajes

En la primera ronda de votaciones, se incluye a los académicos de la Especialidad de Documental en el sistema mixto de votación para las Películas Documentales y los Cortometrajes Documentales. También se incluyen los académicos en las Especialidades de Productores/Directores en el sistema mixto de votación para la elección de Cortometrajes de Ficción. Esto implica que los académicos de dichas especialidades eligen a la mitad de los nominados en dichas categorías, mientras que los otros nominados son escogidos por el total de las especialidades.

Las Bases de la 35 edición también tienen en cuenta las consecuencias de la alerta sanitaria en el supuesto de los cortometrajes, a los que reduce los requisitos necesarios para participar. Su puerta de entrada a los premios son los festivales, pero muchos de ellos se han cancelado o aplazado por la covid-19. Por ello, todos aquellos cortometrajes de Ficción y Documental calificados entre el 1 de diciembre de 2019 y el 30 de septiembre de 2020 podrán inscribirse con la entrega del certificado de selección, en la Sección Oficial, en tres festivales que califiquen para la inscripción, en el caso de Cortometrajes de Ficción. Para los Cortometrajes Documentales calificados entre esas fechas, deberán presentar el Certificado de selección de un solo festival.

Otros de los cambios tienen que ver con la preselección de cortometrajes. En esta convocatoria, la Comisión de Animación formará parte de la Comisión que selecciona los cortometrajes de animación; y de igual manera la Comisión de Documental participará en la Comisión de selección de los cortometrajes documentales.

Crítica de la serie ‘Snowpiercer. Rompenieves’

Asesinato en el Snowpiercer exprés

El cómic de ‘Snowpiercer’ vuelve a ser objeto de una adaptación (podéis leer nuestra reseña aquí). Tras la versión cinematográfica de Bong Joon Ho (‘Parásitos’) el día 25 de mayo Netflix publicará su serie, de la cual nos ha permitido ver ya tres episodios. Se irán publicando semanalmente, algo que no es habitual en Netflix, pero vivimos una época poco común. Quizá la razón es que esta serie en USA la controla TNT.

También es poco frecuente el plantel que vive la humanidad en ‘Snowpiercer’. La idea de Jacques Lob, Jean-Marc Rochette y Benjamin Legrand permanece intacta en esta serie que ha producido el equipo de la película: Bong Joon Ho (Parásitos), Miky Lee, Tae-sung Jeong, Park Chan-wook, Lee Tae-hun y Dooho Choi. La poca población humana que queda sobre la faz de la Tierra está confinada en un tren de mil y un vagones. Se ha añadido una pequeña variación. La razón es como siempre que el mundo está congelado, pero esta vez se debe a un error humano al intentar corregir el cambio climático.

Graeme Manson (‘Orphan Black’) es quien ha orquestado esta serie que en sus primeros episodios está dirigida por James Hawes (‘Black Mirror’) y Sam Miller (‘Luther). Y si querían ser fieles a los cómics la serie se tenía que parecer a la película. Así es en algunas escenas de su inicio, el cual fue modificado tras un piloto fallido. Pero también hay cambios, algunos muy interesantes, que hacen que la serie tenga un aliciente y unas soluciones por las que merezca la pena ser vista. De hecho podría funcionar como algún episodio previo a lo sucedido en las otras versiones que hemos visto, aunque realmente esta es una variable distinta de la premisa.

Todo empieza un poco al estilo ‘Altered Carbon’. Los ricos de arriba (en este caso de la parte delantera del Snowpiercer) rescatan a un hombre (interpretado por Daveed Diggs) de la miseria para que resuelva un extraño crimen. Siendo más sangrienta que la película e incluso que el propio cómic la situación se convierte en una especie de ‘Asesinato en el Orient Express’ pero post-apocalíptico. Cual Poirot tenemos al protagonista, esta vez llamado Layton, investigando por el tren mientras se mueve entre prejuicios, secretos, rencillas, odio y las propias sorpresas que le da el descubrir lo que hay en los vagones que ha tenido durante más de siete años al otro lado de la puerta. Vagones que por cierto algunas veces tienen interiores sobredimensionados. Si esta trama hubiese servido como herramienta para elevar el mensaje de la idea original estaría aplaudiéndola, pero me temo que solo funciona para poder justificar el formato de serie.

Sin lugar a dudas se conserva el mensaje de diferencia entre estratos sociales y la vaga resistencia de los ricos a adaptarse a un nuevo orden mundial. En este rompehielos motorizado hay muchos más pobres que ricos y sin embargo los privilegiados tocan a más trozo del pastel. Los de primera clase viven en su mundo particular y los de tercera aunque inferiores están en todas partes gracias a que viven, sirven y trabajan en todas partes del tren. Dudoso equilibrio piramidal en un mundo lineal que hoy en día vemos en muchos países, empresas o sociedades, como por ejemplo España, donde unos cuantos viven en su propia burbuja y llegan a tal punto de ignorancia que se olvidan del bien común. La lucha de clases sigue siendo uno de los argumentos principales y las cuestiones revolucionarias siguen estando muy presentes en esta historia que transcurre a mil revoluciones. No me refiero a una sensación de frenesí en la serie, si no al avance implacable del tren. Porque el ritmo, aunque no es pausado, tampoco se puede decir que nos haga segregar adrenalina. No arriesga en ninguno de esos aspectos, ni es una aventura comprometida ni se moja a la hora de abordar un estilo más rápido y directo que podría estar acotado a un público más reducido.

‘Snowpiercer’  lastra las carencias de un actor algo falto de carisma que interpreta a un personaje que se tiene sobrestimado y que además ha de liderar a los parias de la humanidad. También le quita encanto la mala gestión de los momentos musicales. Sin embargo hay brotes verdes en la heladora corteza terrestre. Está mucho mejor Jennifer Connely, no solo por su actuación si no por ese halo de misterio de su personaje y por el giro tan sugerente que tiene. Su secreto es mucho más atractivo que el que pueden revelar todos los demás pasajeros del tren.

Obviamente no hace falta haberse visto ni la película ni haber leído el cómic para captar todo lo que nos cuenta. Uno puede entretenerse con ‘Snowpiercer’ sembrándose la expectativa por cómo va a acabar este o aquel personaje, pero tampoco hay que ponérsela muy alta pues no hay giros excesivamente inteligentes. A mí, tras cinco episodios e indagar algo en la serie lo que más me ha seducido no es que ya tenga una segunda temporada planificada, sino que en ella estará Sean Bean.

Reseña: ‘Snowpiercer’

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Un tren en movimiento perpetuo recorre sin descanso un planeta Tierra inhabitado y devastado por la nieve. Sus pasajeros, únicos supervivientes de la raza humana, subsisten divididos por vagones en una recreación despiadada de la sociedad estamental.

Reseña

Una fría pesadilla a toda máquina

‘Le Transperceneige’ es el título original de ‘Snowpiercer (rompenieves)’. Cómic francés realizado por Jacques Lob y Jean-Marc Rochette, posteriormente continuado en el guión por Benjamin Legrand a causa del fallecimiento de Jacques Lob. Una obra que no es de extrañar que cautivase a Bong Joon Ho (si, el de ‘Okja’, ‘The host’ y ‘Parásitos’) dada la gran carga de crítica social que posee. Todos sabemos que al director coreano le encanta emplear argumentos de demanda sobre las diferencias existentes en el mundo. Bong Joon Ho popularizó este cómic en 2013 con su adaptación al cine que contaba con Chris Evans, Ed Harris, John Hurt, Tilda Swinton, Jamie Bell, Octavia Spencer o Kanh-ho Song, entre otros. Ahora, seguro que conservando su mensaje, estará aún más presente en las librerías pues Netflix lanza una serie creada por Graeme Manson (‘Cube’, ‘Orphan Black’) y que os enlazaremos aquí.

Este cómic editado en España por Norma nos ofrece una aventura abordo de un tren. Quizá es otro de los componentes que atrajo a Joon Ho, parece que en Corea del Sur hay cierto atractivo por las historias sobre raíles, ahí tenemos ‘Train to Busan’. En este caso no hay zombies, hay nieve y vagones por un tubo. Un cataclismo nuclear ha dejado el globo terráqueo congelado. ¿Dónde reconstruir la humanidad en caso de no tener un lugar donde cobijarla? Ni el espacio ni el subsuelo fueron las elecciones de sus autores. Un tren a toda mecha y acondicionado para protegerse del frío es el hábitat en el que se ambienta la historia de ‘Snowpiercer’. Ahí es donde seguimos los pasos de unos protagonistas que cuando abren verdaderamente los ojos quieren pasar de la cola a la cabeza.

Todo lo que queda de nuestra especie confinada en un tren de 1001 vagones. Organizados por clases sociales y funciones en todo este tinglado en el que se ven obligados a adorar a la locomotora. Un mecanismo sagrado que les mantiene en perpetuo movimiento y a merced de un apartheid sobre ruedas. La desigualdad se muestra por niveles según los protagonistas van progresando hacia la cabeza del tren. Descubren fascismo y xenofobia en el que un extranjero puede ser la persona que viene de unos vagones más allá. Por supuesto la novela gráfica tiene más espacio para explorar la utilidad de cada compartimento. Así destaca aún más la injusticia de los privilegios o la necesidad que tienen los de delante de que los de atrás cumplan con su parte encomendada.

El tren es una clara metáfora del rumbo sin frenos de una humanidad avocada a destruirse a sí misma. Una raza carente de empatía y equidad. Si por la época en que se concibió el cómic ya se veía este tipo de desigualdades ahora que la brecha entre clase rica y pobre está aún más acentuada, no me quiero imaginar como de duro habría sido este cómic. Desde luego funciona como espejo en pleno 2020. Quizá es la plasmación en papel de la revuelta  que los mismos autores añoraban. Al igual que el ‘Gran Hotel Abismo’ de Prior y Rubin esta es una crítica a la sociedad desde una futura distopía. Busca despertar conciencias y el nervio de los lectores que sean capaces de establecer los claros paralelismos.

Sorpresa, estupor, esperanza (y desesperanza) mezclados con acción son los ingredientes de esta obra. Una acción inhumana, carente casi en su totalidad de sentimientos por parte de quien oprime. Inhumanidad rabiosa por parte de quien lucha. Esto es ciencia ficción post-apocalíptica con mucho mensaje.

No soy muy partidario de los cómics en escala de grises. Pero admito que Rochette supo sacar partido a una historia permanentemente acotada entre vagones de tren rodeados de una inmensidad de nieve o hielo. Cerrazón y angustia son dos palabras que le vienen bien tanto a la historia como a sus viñetas. Además su estilo le da un toque de oscuridad que se acopla al tono de la historia. El dibujo refleja los atuendos y miedos de una época cargada de temores al holocausto nuclear  y las consecuencias de la guerra fría.

Si la canción de Undrop predicaba la existencia de un tren que nos iba a llevar más arriba y lejos, ‘Snowpiercer’ es diagonalmente opuesto, muy pesimista al respecto. Si la serie sigue sus pasos, como en gran parte hizo la película, tendremos un buen drama de ciencia ficción.

Ficha del cómic

Guion: Jacques Lob, Benjamin Legrand. Dibujo: Jean-Marc Rochette. Editorial: Norma. Datos técnicos: 280 págs., cartoné, blanco y negro, 19 x 26 cm. Publicación: 1982. Precio:  32€.

Reseña: ‘Polar’

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Black Káiser es el asesino más letal del mundo, y alguien quiere su cabeza. Cuando unos sicarios intentan asesinarlo, lo único que consiguen es morir en sus manos y encender la mecha de una bomba destinada a estallar en el seno de la agencia de asesinos Damócles. Solo hay dos finales posibles: o muere él, o mueren ellos.

Reseña

Un western noir sin miramientos ni remordimientos, directo al grano

Podéis leer ‘Polar’ en su página oficial ya que nació como un webcómic publicado de forma abierta por su autor, el español Víctor Santos. Optando por el formato online el dibujante y guionista de este cómic pudo trabajar con libertad creativa y de tiempos, eso se nota. Recuperó a su personaje de la obra ‘Black Kaiser’ (Planeta DeAgostini, 2010) y le hizo retornar para acabar con sus aventuras y desventuras. Una «Trilogía del Parche», bautizada así por Santos, que tiene mucho de cine negro pero que también nos remonta a westerns muy movidos.

El dibujo rememora intensamente al estilo de Frank Miller (‘Sin City’), Jim Steranko (‘Nick Furia’) o  Jose Muñoz (‘Alack Sinner’). Las viñetas están llenas de claroscuros y sombras sólidas. Toda la obra está en blanco y negro, sin escala de grises, con algunos detalles definitorios destacados en color naranja casi rojo. Aunque según avanza la historia y es más coral hay más particularidades que destacar y la paleta de colores se amplia, sin que se pierda su gancho visual.

El guión sigue los pasos de un asesino en serie retirado (apodado Black Kaiser) que se ve obligado a regresar a su anterior y perniciosa vida haciendo uso de sus mortales habilidades. Una historia que hemos visto bastantes veces en el cine y que como es de esperar tiene una cantidad de acción que casi monopoliza las páginas. Pero además, sin diálogo alguno, podemos seguir la historia. Una tarma que visualmente tiene muchos detalles que todos identificamos con facilidad y nos dejan claro qué se está cociendo. De todos modos si queréis disfrutar de estas viñetas de manera similar pero con conversaciones hay ediciones físicas editadas por Dark Horse (Norma Editorial en España) a la que le fueron añadidos algunos bocadillos con frases y algunas páginas extras.

Un cómic muy noir pero también muy cargado de momentos de violencia y sangre. Está presente un sabor a clásica película de espías y sicarios pero también a héroe luchador típico de obras orientales o estadounidenses. Escenas de lucha, tiroteos y argumento de lo más universal, que se une a lo internacionalmente comprensible por su falta de diálogos. Esos son los ingredientes principales de este cómic que se lee en un pispás y se degusta largo y tendido.

Santos ha trabajado para IDW, DC Comics, Dark Horse… Es un reconocido dibujante premiado en varios salones de cómic. Su experiencia como artista en solitario es palpable y notoria. Tan probada está su destreza que ha llegado a oídos de Netflix y la empresa ha adaptado una de las partes de esta obra en formato de largometraje contando con Madds Mikkelsen como protagonista. El 25 de enero se estrenará y podréis contar con nuestra crítica y comparativa con el cómic aquí.

Ficha del cómic

Guion: Víctor Santos. Dibujo: Víctor Santos. Portada: Víctor Santos. Editorial: autopublicado online. Norma Editorial (formato físico). Datos técnicos: 168 págs, bitono, cartoné, 22,8×16,1 cm. Publicación: enero de 2012. Precio:  gratis (online), 19,50€ (físico).

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