Érase una vez tres niños que intentaban descifrar el control parental de su videoconsola y dar con la receta de la tarta de arándanos perfecta. Érase una vez una secta de cazadores furtivos que no paraban de discutir y una niña con un don élfico.
Crítica
Aventura impregnada de la sinvergonzonería de Pipi Calzaslargas
‘Riddle of Fire’ ilumina la pantalla con su fascinante historia de misterio, magia y aventura. Dirigida por el debutante en el largometraje Weston Razooli, esta encantadora película de fantasía lleva al público a un impresionante viaje por un mundo en el que chocan antiguas profecías y juegos infantiles. Una película tan carismática y entrañable que desde que la vimos en Sitges odio que sea comparada con ‘Stranger Things’ solo porque esté protagonizada por unos niños que van sobre ruedas.
Es un pintoresco cuento contemporáneo que no tiene reparos en mezclar géneros y argumentos. En ‘Riddle of fire’ unos críos intentan jugar a su nueva consola, la cual es robada, y para ello necesitan chantajear a su madre con un pastel de arándanos. En el proceso se sumergen en un road trip cargado de curiosos personajes. Con esa premisa no lo decimos todo pues la película se reserva aún más.
Aventura rodada en 16mm muy setenteros evocando el espíritu de antaño, no solo de hacer cine sino también de aquellos tiempos en los que era concebible jugar sin la necesidad de una pantalla de por medio. Sin darse cuenta de ello estos amigos evocan el espíritu desafiante de Pipi Calzaslargas enfrentándose sin reparos y jugueteando con el mundo adulto. Son unos trastos que cual Link de Zelda tienen una misión que los lleva a otras misiones secundarias escondidas en bosques y tabernas. Es como una aventura gráfica llena de sinvergonzonerías. Lástima que al final no cierre el mensaje que yo por lo menos he extraído y que tenga algunos momentos de bajón por recrearse en los secundarios, a los cuales, tampoco les da excesiva explicación.
Razooli es capaz de ofrecer una nueva visión de los tropos familiares al tiempo que brinda una narrativa atractiva y emocionante. Teje una narración absorbente, llena de giros, sorpresas y revelaciones inesperadas, además de extravagantes. La película explora temas como el poder de la amistad o el sentido de la aventura o la diversión. Se convertiría en un clásico instantáneo si recibiese la atención suficiente.
Admiro que se haya hecho una película así para niños que también puede entretener a adultos. Hoy en día todos los filmes dirigidos a audiencias infantiles vienen cargados de efectos y duraciones excesivas. ‘Riddle of fire’ es sencilla, campechana y llena de valores (aunque alguno de ellos llevará el cartel de “no hagas esto en casa”). Divierte, invita a salir a recuperar el espíritu de juego y en ocasiones conmueve. Para muchos este título quedará entre joyas desapercibidas o cine de culto, para nada como placer culpable. Desde luego sabe a clásico y no solo por el etalonaje.
Ficha de la película
Estreno en España: por determinar. Título original: Riddle of fire. Duración: 113 min. País: EE.UU. Dirección: Weston Razooli. Guion: Weston Razooli. Fotografía: Jake L. Mitchell. Reparto principal: Charlie Stover, Skyler Peters, Lorelei Olivia Mote, Phoebe Ferro, Weston Razooli, Lio Tipton, Charles Halford. Producción: ANAXIA, FullDawa Films. Distribución: Flamingo Films. Género: aventuras, comedia. Web oficial:https://www.riddleoffirethemovie.com/
El cine oriental y la vuelta de ‘The Toxic Avenger’ nos han arropado en el día de hoy
Estamos llegando al final del Festival De la 56ª edición de Sitges. Hoy se ha realizado la entrega de premios a LeeUnkrich, Premio Màquina del Temps y el último Gran Premio Honorífico para el gran Phil Tippett, que, con un extenso texto de agradecimiento, nos dio un masterclass antes del visionado de ‘Toxic Avenger’.
También tuvimos el honor de estar en la presencia de TakashiMiike, siempre agradecido de estar en Sitges y este año además ha traído la premiere mundial de ‘Lumberjack the monster’ su última película protagonizada pro KazuyaKamenashi, quien también estuvo con nosotros. Además de que quisieron hacerse una fotografía con todo el público que podéis ver a continuación. Y ya por fin se pusieron las películas que habrá en las maratones del domingo con sus horarios específicos.
Aquí os dejamos todas las críticas de las películas que hemos visto el día de hoy en el Festival de Sitges.
‘The Toxic Avenger’
Llega el remake de ‘El vengador tóxico’ y con ello la vuelta de la Troma a la gran pantalla. Una cinta a la que le falta, como se diría en la Muestra Syfy, mucha mandanga, pero en los momentos en los que hay fatalities, es buenísima; pero hay pocos momentos así. La película se centra mucho en el drama familiar del protagonista y en la destrucción de la tierra por culpa de la contaminación de fábricas.
El maquillaje es tremendo, está muy bien y PeterDinklage como Vengador tóxico está estupendo. La ambientación de la película, es también tremenda, parece sacada directamente del Springfield de Los Simpson.
En líneas generales, ‘Toxic Avenger’ tiene un tono bastante amable, sobre todo conociendo la película predecesora y todas las cintas de la Troma. Y es lo que nos ha dejado a todos un poco fríos. Es una pena, porque la verdad en los momentos excesivos es extrema y es realmente lo que todos queríamos ver, sangre y destrucción por todos lados.
Nos reencontramos con Hideo Nakata en Sitges pero no con el terror que le hizo tan famoso con ‘The Ring’. Ya de entrada la pigmentación del arranque de la película dista de lo tétrico y está repleta de color y una bella imagen que parece una foto con efecto Orton. Y es que los primeros quince minutos si son inquietantes y trágicos, pero luego la trama sigue uno derroteros que no nos imbuyen terror.
Una lagartija que crece a partir de su cola, un accidente, la sombra de una amante, una reanimación milagrosa, inquietantes llamadas distorsionadas… El guión dispone algunos misterios que se van intercalando con una trama que bien podría ser la de un dramón de los de sobremesa de domingo que además va acompañado de algún que otro momento cómico. Culebrón paranormal que si solo hiciese uso de la imagen arquetípica de los fantasmas japoneses podría haber sido un sencillo divertimento terrorífico. Pero hay algo que nos aterra, los momentos ridículos y algunos detalles estéticos.
La trama es tan desconcertante como absurda. Podríamos llegar a pensar incluso que Nakata se ha contagiado de las imaginativas historias de Junji Ito. Sin embargo, a parte de una historia de corazones rotos a veces esto parece más la adaptación de un anime juvenil de tintes fantasiosos, más propia de Takashi Miike (momento Uri Geller incluido). Ni los momentos de comedia, ni siquiera el maquillaje del fantasma nos permiten sentirnos en una verdadera historia de terror. ‘Juego prohibido’ hace alusión a un triángulo amoroso y a un flirteo con el más allá, de esos nada aconsejables porque evidentemente te van a traer problemas. La idea está bien, pero ni es nada novedosa ni está embadurnada de los artificios correctos.
Dividido en capítulos, en el documental de Simone Scafidi vamos conociendo el lado más personal de Dario Argento. Uno de los grandes directores del cine de terror. El propio Argento nos cuenta lo importante que fue para él el trabajo de fotógrafa de su madre, la cual, fotografío a grandes actrices. De ahí aprendió la mirada fuerte de las mujeres y a como contar historias para ellas.
También nos cuentan cómo hizo famosa su cara al salir en la televisión. ‘Dario Argento: pánico’, es un documental enfocado para gente especializada, de esa que no falta en el Festival de Sitges. Yo me he perdido en algunas ocasiones. Conozco al director, pero es cierto que no he visto toda su filmografía. Pero aun así lo he disfrutado mucho.
Un pintoresco cuento contemporáneo que no tiene reparos en mezclar géneros y argumentos. Unos críos intentan jugar a su nueva consola, la cual es robada, y para ello necesitan chantajear a su madre con un pastel de arándanos. En el proceso se sumergen en un road trip cargado de curiosos personajes. Con esa premisa no lo decimos todo pues la película se reserva aún más.
Aventura rodada en 16mm muy setenteros evocando el espíritu de antaño, no solo de hacer cine sino también de aquellos tiempos en los que era concebible jugar sin la necesidad de una pantalla de por medio. Sin darse cuenta de ello estos amigos evocan el espíritu desafiante de Pipi Calzaslargas enfrentándose sin reparos y jugueteando con el mundo adulto. Son unos trastos que cual Link de Zelda tienen una misión que los lleva a otras misiones secundarias escondidas en bosques y tabernas. Es como una aventura gráfica llena de sinvergonzonerías. Lástima que al final no cierre el mensaje que yo por lo menos he extraído y que tenga algunos momentos de bajón por recrearse en los secundarios, a los cuales, tampoco les da excesiva explicación.
Divertida película canadiense, con un humor muy sencillo y que arranca sonrisas durante sus 92 minutos de duración. Sasha no es una vampiresa normal, tiene un trauma desde pequeña que hace que sus colmillos no asomen. En su adolescencia la obligan a marcharse porque intenta alimentarse por sí misma. En sus noches conoce a Paul, un suicida que tiene un plan.
La película trata varios temas de manera un tanto cómica, como el suicidio, las reuniones para intentar no suicidarse y también el bullying. Sasha y Paul parecen sacados de la mente de Tim Burton, son personajes deprimidos, retraídos socialmente y con una ingenuidad que los hace ser dulces y frágiles. La verdad que me lo he pasado muy bien y me ha parecido una película bastante tierna.
Phil Tippet uno de los grandes en el ámbito de los efectos visuales, creó ‘Mad God’ en los años 80, durante mas de 30 años estuvo trabajando en ella, junto a voluntarios que le ayudaron a sacar el trabajo adelante.
‘Mad God’ es una película tenebrosa que ya pasó por el Festival de Sitges y que no dudamos en ver de nuevo. Llena de criaturas que parecen sacadas de pesadillas dantescas en un mundo apocalíptico, lleno de mugre, guerras y seres terribles. Seguimos a un personaje a través de todo este mundo. Realmente no sé qué me ha querido contar, en el Q&A que hemos tenido después del visionado él ha descrito ‘Mad God’ como un viaje de conversión religiosa.
Eso sí, la película me ha parecido tremenda visualmente, el trabajo de stop-motion, creación de criaturas y toda la ambientación es brutal. Además de la dirección. Tiene unos planos muy cuidados.
Del director de ‘El bueno, el malo y el raro’, Jee-woon Kim, llega esta larguísima película. Una obra igual de ágil y cómica en la que nos muestra la obsesión de un director por acabar su nueva película, aquella que intenta que le coloque por fin a la altura de su mentor. Pero la censura y los miedos de la época le frenan. La nostalgia se ha asentado en el cine coreano y volvemos a los setenta, como con ‘Smugglers’. Su industria ha madurado y crecido tanto que les ha llegado el momento de hacer cine sobre hacer cine. Esta película reflexiona sobre el pasado de la industria en el país oriental y a la vez hace un ejercicio de metacine.
Jee-woon se monta su propio ‘Birdman’, su ‘Ave, Cesar!’ en el que pone un circo y le crecen los enanos. Nos sumerge en el frenesí de un rodaje improvisado y casi clandestino. Notas de humor pueblan la película que se va enredando más y más. Doble intriga para el espectador pues hay dos narraciones en marcha, dos finales por resolver que, conociendo como suelen ser estas películas, sabemos que se solucionarán simultáneamente: el del trastabillado rodaje y la historia ficticia para la que hay que rodar un nuevo final. Quizá hay algo de historia personal en todo esto, pero huele a que el director ha querido seguir los pasos de otros filmes de Estados Unidos pero con los detalles de su país. Una manera de hacer un remake sin necesidad de pagar derechos y con la ventaja de la innovación allá en su tierra.
Takashi Miike, el prolífico y adaptable director japonés, vuelve a Sitges con una historia que conserva su sello, pero que exhibe una contención pocas veces vista en su filmografía. Su currículo está repleto de extravagancias y baños hemoglobínicos, que aquí no faltan, pero nos reduce la dosis. Los chorros de sangre van de más a menos y en su lugar nos brinda una trama policial. Es la persecución de un asesino psicópata, de varios de hecho, aunque procura no olvidarse de sus personajes extraños.
La película sigue el juego de duelos entre detectives y sociópatas como el de ‘Death Note’. El villano flirtea con la policía que le pisa los talones, mientras hay otra fuerza enemiga en el tablero. Incluso se plantea un debate similar sobre el castigo a los supuestos enemigos de la sociedad o lo justificado que puede estar el tomarse la justicia por cuenta propia. A la trama le falta la ultraviolencia de Miike pero por el contrario se vuelve muy interesante con el duelo a tres bandos que plantea.
Quizá los actores ejecutan sus papeles con excesivo dramatismo, pero no deja de ser algo propio del cine nipón. Miike ha escogido una buena base para este nuevo filme, la novela de Mayusule Kurai. Además se ha asociado con alguien también muy acostumbrado a adaptar animes o mangas a la acción real como Hiroyoshi Koiwai. Se hecha de menos su sentido del humor pero es un gustazo ver que sigue en forma y descubriendo nuevos talentos como Kazuya Kamenashi que tiene aquí su primer papel protagónico.
El director (Ryo Takebayashi) firma la película como Take C. No se si es un guiño a Takeshi Kitano por sonar parecido pronunciado en inglés o si simplemente hace alusión a la inexperiencia que tiene en el campo del largometraje indicando que no es alguien de sacar el trabajo en una sola toma. Para compensar esa falta de experiencia la película se ambienta en un solo lugar, una oficina, y aunque hace referencia otras muchas películas del mismo subgénero intenta romper la rutina de este tipo de films. Normalmente los bucles temporales en el cine se muestran primero como un día normal y luego empieza la repetitividad. Las víctimas de este día de la marmota arrancan conscientes y hartos de estar enfrascados en la repetitividad, intentando convencer al resto. Es una metáfora obvia sobre la rutina, la sensación de bucle que podemos tener al acudir todas las semanas al mismo lugar de trabajo, con la misma gente y la misma tarea.
Hasta para los japoneses la rutina y la frialdad del trabajo puede ser deprimente. Insospechadamente desde el país nipón nos llega esta obra que aboga por romper la rutina que nos pone un grillete en la oficina y nos anima a mirar más allá de nuestro puesto de trabajo. También por no tener miedo a volar hacia otros proyectos a través de una paloma que se estrella constantemente y la trama de la protagonista que duda en abandonar su puesto. Dotada de muchas pequeñas historias consigue ser un entretenimiento simpático
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