Crítica: ‘Elisa y Marcela’

Sinopsis

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En la España de 1901, Elisa Sánchez Loriga tuvo que adoptar una identidad masculina para casarse con la mujer que amaba, Marcela Gracia Ibeas. Basada en hechos reales.

Crítica

Visualmente una maravilla, pero fallida en su ejecución

Me encantaría poder decir que ‘Elisa y Marcela’ me ha encandilado, pero no puede ser. Isabel Coixet nos trae una historia curiosa de la España de 1901 donde las costumbres eran sagradas y el amor entre personas del mismo sexo no estaba para nada bien visto.

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga fueron dos mujeres gallegas que se enamoraron y lograron engañar a curas y gentes de su pueblo para poder casarse legalmente en España.

La directora ha decidido darle más importancia a la historia de amor que al contexto social en el que se encontraban. No es malo si lo que quieres contar solo y únicamente es una historia de amor, pero esta historia merecía mucho más que centrarse en ellas. Pues fueron dos mujeres que burlaron todas las costumbres y creencias decidiendo así vivir y ser felices juntas.

Natalia de Molina y Greta Fernández son las encargadas de dar voz y cuerpo a Elisa y Marcela, respectivamente. Sus papeles son bastante planos, dedican casi toda la cinta a quererse, algo que llega a ser un poco empalagoso.

La directora ha contado también con grandes nombres del cine español, como Lluís Homar y Manolo Solo, ambos tienen gran importancia en el desenlace de estas dos mujeres.

Con bastantes escenas de sexo, unas cuantas un poco raras, Isabel Coixet utiliza muchos recursos teatrales y también del cine mudo. El tratamiento de las luces recuerda mucho a las antiguas películas que nos remarcaban sucesos importantes gracias a la luminosidad. Pero aun así no llega a ser una película que cinematográficamente diga algo, tiene unas imágenes preciosas, con planos increíbles que no dicen nada, simplemente están ahí.

El contexto en el que se cuenta esta historia es lo que peor cuidado está de toda la película. Estamos en Galicia, en 1901 y poco escuchamos el acento gallego. Pero no solo eso, sino que ellas tampoco disimulan demasiado. Me ha parecido que Coixet ha tratado el tema de manera demasiado actual, sí que hay dos escenas en las que se puede ver como son marginadas o incluso atacadas, pero aun así no las veo preocupadas de ser vistas, no me ha parecido nada real para la época en la que andaban. Si que se nos muestran las consecuencias finales, pero sinceramente tardan en llegar.

Visualmente es donde más gana la cinta, la fotografía es de marco y Jennifer Cox merece un gran reconocimiento por ella. Creo que hay pocas imágenes de la película que no sean bellas, aunque como he mencionado antes, muchos planos no dicen demasiado.

Poco más que deciros, recomendaros buscar información acerca de estas dos mujeres y empaparos con sus vidas. Merece la pena.

Ficha de la película

Estreno en España: 24 de mayo en cines y 7 de junio de 2019 Netflix. Título original: Elisa y Marcela. Duración: 129 min. País: España. Dirección: Isabel Coixet. Guion: Isabel Coixet y Narciso de Gabriel. Música: Sofia Oriana Infante. Fotografía: Jennifer Cox. Reparto principal: Natalia de Molina, Greta Fernández, Sara Casasnovas, María Pujalte, Tamar Novas, Francesc Orella, Lluís Homar, Jorge Suquet, Manolo Solo, Milo Taboada, Producción: Rodar y Rodar, Netflix España, Lanube Películas, Zenit. Distribución: Netflix. Género: Drama. Web oficial: https://www.netflix.com/title/80121387

Entrevista a Lluis Homar por ‘Anomalous’

Lluis Homar es un grandísimo conocido tanto en el cine (‘Los ojos de Julia’), como en el teatro (‘Hamlet’) y como en la televisión (‘Bajo sospecha’). Todos sus trabajos le han valido varios premios, como su participación en ‘EVA’ que le trajo un Goya, un Gaudí y una medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos. Resumir su carrera en estas pocas líneas sería imposible a si es que iremos a lo que le ocupa actualmente. Podemos verle de nuevo gracias a su fichaje por Hugo Stuven (entrevista aquí) para ser uno de los protagonistas y pieza clave de ‘Anomalous’ (crítica aquí). Charlando con él descubrimos que es un actor con criterio y con mucho saber hacer.

Hola Lluis, verás que tacho en mi libreta, pero no es el mismo rollo de tu interrogadora en la película.

Ah jeje, bien bien.

Has tenido un personaje complejo, que tiene varias caras, ¿Cómo lo has preparado y qué ha supuesto de nuevo para ti?

Hombre, un actor lo que quiere siempre son personajes complejos. Si es complejo hay más posibilidades de jugarlo, de divertirte haciéndolo… Esta era una buenísima ocasión para esto. Porque si habéis visto la película habréis visto que hay un arco de donde empieza el personaje y donde termina. Es absolutamente imprevisible. Él es un psiquiatra que tiene un paciente que se ha suicidad y la policía quiere hacerle unas preguntas, una cosa bastante rutinaria y luego resulta que todo esto va cogiendo unas cosas… unos aspectos imprevisibles en los cuales estoy yo implicado también a nivel personal, no solo como profesional. No sé hasta qué punto puedo contar o no.

Esa es la parte también bonita en el sentido en el que el psiquiatra podría ser cualquiera de nosotros. Todos tenemos cosas que esconder, aparentemente estamos en un sitio y luego a la que se hurga aparecen recovecos, historias… Esto lo hacía muy atractivo.

Fue clave también la personalidad de Hugo por su disponibilidad. Cuando lees un guión y te das cuenta de que es una película de género, ves que a veces en el género el argumento es más una excusa para crear un mundo más próximo a las sensaciones fuertes y aquí eso iba muy bien equilibrado. La película tenía este aspecto más psicológico y eso a mí me gustó. Porque a mí cuando las películas de género están un poco disparadas como espectador no me gustan porque lo paso mal y no me apetece hacerlas. Entonces vi que mantenía ese equilibrio apetecible.
Y ya te digo, el trabajo con Hugo fue apasionante porque era entrar en cosas que yo nunca me había planteado, en cosas de la mente que incluso tienen una cierta base científica. Eso lo hacía apasionante pero sobre todo fue un trabajo de entender porque la película tiene mucho flashback. Entonces partimos de un sitio se va contando una historia, luego interviene la mía particular. Al principio parece que he vivido la historia desde un sitio y ella (Christy Escobar) me la va desmontando… Y el desenlace es muy poco previsible.

Yo no me lo he visto venir.

¿No no verdad? Y todo esto rodado en inglés cuando el resto del reparto son nativos. Yo era el único que era extranjero hablando inglés. Tuve que trabajar con un coach. Un trabajo intenso. Rodamos en Barcelona, rodamos en Nueva York… Una ciudad en la que había estudiado, pero no trabajado.

Hace dos años que rodamos la película y estamos con ganas de que se vea. En esto del cine se juega un poco la Champions. Cada fin de semana se compite con películas de todo el mundo. Pero yo estoy muy contento de haberla hecho y me alegro mucho por Hugo porque creo que es una persona que está en un punto de partida y que es alguien que tiene algo que contarnos desde un sitio particular, personal y genuino. Tiene una mezcla bonita entre cine clásico e innovador. Como planteamiento la escena de la comisaría es más de corte clásico y la escena de Edgar es más cámara al hombro. Creo que está muy bien equilibrad. Él es una persona muy equilibrada, tranquila, bondadosa, talentosa… Creo, estoy convencido de que Hugo tiene por delante un recorrido bonito.

Te iba a preguntar precisamente por el equilibrio. Se ven dos equilibrios muy difíciles de lograr en la película. El primero de ellos es esa mezcla entre rodaje tradicional y metraje encontrado ¿cómo lo ves tu?

Yo creo que hay momentos que es valiente. Ya no solo en el formato, te encuentras algo muy textual y no es normal que una persona tan joven te escriba un guión en el que los personajes hablen tanto y cuenten tantas cosas. Esto a lo mejor os lo cuanta mejor él, yo lo veo estupendo. Veo que ha conseguido este equilibrio. Lo que queremos de una película así es que te mantenga atrapado desde que empieza hasta que acaba. Creo que esto se produce y te hace llevar un viaje variado.

Hay un plano que la cámara se queda parada, la cámara de mano, y el plano dura. Con la música, la atmósfera… me da la sensación de que produce un buen resultado. También, ya te digo, jugamos la Champions. A parte de que pueda llegar al gran público me gusta pensar que aparte de ser una película de género es de autor. Notas que hay un sello de alguien que imprime una historia desde un sitio suyo y que no es de otro. Muchas veces pasa, ahora que los jóvenes al tener acceso a todo, hacen max mix de cosas. Cuidado, no todos que en este país hay ejemplos de cineastas buenísimos, de primerísimo nivel y con lenguaje propio. Pero Hugo yo creo que es alguien con recorrido, este es su punto de partida.

El otro equilibrio que te decía, aunque más que eso debería decir continuidad, es el que has encontrado tú con tu personaje. Porque no sé si habéis rodado de manera secuencial pero se ve una evolución bastante evidente en su estado emocional.

Hugo tiene mucho que ver ahí. Hay un aparte que es la de la comisaría que fue en un 99% por orden. Al ocurrir todo en un mismo lugar eso lo facilitaba. Saltamos a veces como a mi consulta que eso es en Nueva York pero lo gordo fue una cosa en orden.

Si no además podéis caer en fallos de raccord.

Si hoy en día hay gente que se ocupa de esto para que no pase. Pero el raccord emocional…

Si, a eso me refiero.

Eso aquí fue fundamental. Esa parte fue en cinco días.


¿En cinco días rodasteis el interrogatorio?

Si eso es. Las escenas de comisaría con los otros policías se hicieron al sexo día. El rodaje completo fue una semana entera en Barcelona y luego fueron cuatro o cinco semanas en Nueva York. También es curioso el equilibrio de cómo se rueda, lo que es el núcleo de la película fueron cinco días.

Y al séptimo descansó.

Si al séptimo descansamos exacto (risas).

Quería preguntarte por Christy Escobar, tu compañera en esa escena del interrogatorio. Es su primera película, pero por aquí ya la hemos visto en la serie ‘Blindspot’. ¿Qué te parece?

Estupenda, ahí hay una cosa maravillosa por parte de Hugo y que vio en ella, tiene algo que es inclasificable. Al verla dices “¿esta mujer qué es, terrenal, no  lo es?”. Al principio es terrenal, pero luego ves otros ingredientes… Cuando me enseñaron las pruebas, porque vieron a muchas actrices, dije “es ella no hay otra mejor”. Tiene una formación de teatro muy grande. Está preparadísima, tiene potencial. Pero claro está en un país en el que para todas las edades y sexos hay muchos actores. Creo que ella es una parte fundamental de la película y creo que la va a servir mucho haberla hecho.

Luego es una chica divertida, nos reíamos mucho. Habla muy bien español. Tiene esa combinación de rigor cuando trabaja junto ser muy sencilla, cariñosa y divertida.

Si dices que ella es así y luego nos muestra el personaje que nos muestra en la película es que debe ser buena actriz.

Hablando antes entre compañeros de la prensa nos preguntábamos por qué ‘Anomalous’ no está en Sitges, porque tiene todas las características para estar en ese festival. Tal vez se nos escape algo, tema tiempos, requisitos… ¿Tú qué opinas?

Siempre lo he pensado, pero no sé. Uno siempre tiene que ser prudente porque no sabes los criterios y esas cosas. Me parece un festival muy respetuoso, pero pensaba, ¿no hay una sección en la que entre esta película? Es algo curioso que no me acabo de explicar. Tampoco se ha estrenado la película. Eso pasa tanto en teatro como en cine, que tu valoras la película pensando en qué es para nosotros, pero no sabes que acabará siendo. Creo que es una película con alma, que puede caer en gracia. Yo creo en la película. A lo mejor son mis expectativas, pero no sé, sin duda pienso que es para haber pasado por ese festival. Es una visión muy subjetiva. Tampoco sé cómo se gestiona.

Lo que decías, a ver cuál es el calado que tiene finalmente el filme. De momento se nos ha acabado el tiempo. Muchísimas gracias por la entrevista.

Estupendo, pues nada, encantado y gracias a vosotros.

Entrevista a Hugo Stuven por ‘Anomalous’

Hugo Stuven nos presenta su opera prima, ‘Anomalous’ (crítica aquí).

Su rostro puede sonaros de series como ‘Médico de familia’ o ‘Al salir de clase’ pero desde hace mucho tiempo su carrera dentro del mundo audiovisual ha ido por otros derroteros. Tras dirigir una cantidad considerable de cortometrajes se lanza al largo con esta propuesta que puede sorprender a propios y extraños. Para ello ha contado con Lluis Homar (entrevista aquí), Edgar Fox y Christy Escobar.

Habías co-escrito ‘Wax’, pero en esta ocasión escribes y diriges. ¿Qué tal la experiencia? Porque tengo entendido que ya tenías ilusión por dirigir un largometraje.

Si he hecho varios cortos y un documental que estuvo preseleccionado a los Goya que se llama ‘Tío Jess’. Es cierto que escribí junto a Victor Matellano ‘Wax’, pero vamos lo de dirigir me venía de antes. Mi primer corto lo dirigí en el 98 o antes, era bastante jovencito. Yo jugaba con mi cámara desde pequeñito. Yo quería dirigir. Poco a poco la vida te lleva por caminos y estuve escribiendo. ‘Anomalous’ es un proyecto que escribí en 2010 con David Zurdo y Fernando Acevedo. Buscar financiación siempre es complicado, vas a muchas productoras y te cierran puertas. Siempre pienso que tienes que estar como nadando en el fracaso y saber nadar en el fracaso. Al final llegará un punto en el que algo saldrá y no puedes estar pensando que todo lo que te sale fracasado es el fin del mundo porque si no al final no te sale nada. Ahora tengo 38 años y he currado mucho.

Mirando tu ficha en IMDB vemos que empezaste a dirigir nada más terminar de actuar en series…

Yo empecé a currar de actor. ‘Médico de familia’, ‘Al salir de clase’… pero yo no había estudiado interpretación y no me llenaba. Cuando hice mi primer corto, que se llama ‘El sótano’, con todos los chicos de ‘Compañeros’, yo estaba en el equipo de dirección de ‘Compañeros’, les propuse hacer un corto y todos se tiraron de cabeza. Antonio Hortelano, Carlos Castel… todos los que en esa época eran los más famosos del lugar. Hice mi primer corto, me llenó mucho y dije “esto es lo que me gusta”. Ahí empezó mi camino y dije que lo de interpretar lo dejaba para otros.

Aunque, y dicho de antemano esto no es spoiler, me ha parecido verte en algunas fotos en la película.

(Risas) Salgo varias veces en la película.

Yo te he visto muerto en una fotografía.

En la comisaría hay un tablón con fotos de los tres guionistas. Está David Zurdo, está Fernando Acevedo y estoy yo. Yo soy el malo menos malo. Hay un asesino en serie, otro es un violador y yo soy un roba carteras. En otras fotos sale más gente del equipo.

Hablando con más detalle de la película. Empleas metraje encontrado y rodaje clásico. ¿Cómo has hecho para encontrar un equilibrio entre ambos?

Desde un principio cuando empecé a escribir esta película, estaba un poco saturado de las películas de cámara en mano, metraje encontrado… no me gustaban, me aburrían. Pero la historia que escribíamos lo requería. Dije “bueno, si lo requiere, lo requiere. Pero que sea algo raro, diferente”. Tú ves las películas de metraje encontrado y el que graba siempre graba a alguien o son un grupo. Ahí tienes para desarrollar un diálogo y como guionista puedes ayudarte. Nosotros tenemos un personaje que se graba él solo, que no graba a nadie y que encima es esquizofrénico. Era la cuestión de hacer algo extraño, raro, anómalo. Él como mucho hablaba a la cámara, hablaba al doctor… fue un reto para Pablo Rosso (director de fotografía) y para mí encontrar puntos que dijeras, “cuidado que esto no sea demasiado movido…”. Muchos planos, casi todos los planos de reflejos los graba el propio actor, Edgar Fox. El resto de planos los graba Pablo y estaba Edgar al lado. Hay dos planos que empiezo grabando yo, luego sigue Edgar y termina grabando Pablo. Fue divertido. De todos modos, la película tiene más porcentaje de rodaje clásico que de metraje encontrado, huía de eso. Hay planos que duran lo mismo 10 segundos y dices que raro, pero claro, es que el chicho es raro, es anómalo. Aunque aquí todos son algo anómalos.

Si, incluso la agente que parece una simple agente estirada tiene algo raro.

Sobre todo, con la primera secuencia en el tren. Es algo muy sutil, muy sencillito. Dices “como puede ser que con solo una mirada esta chica que parece sencillita pueda acojonar a este ladrón con carnet, con tatuaje en el cuello”. El personaje de Christy, que además es su primera película, junto a Edgar que también era su primera película y yo que también rodaba mi primera película con Lluis Homar que es una maravilla. Fue una mezcla como rodar cámara en mano y rodar tradicional, gente nueva con gente con mucha experiencia.

Si porque además das un salto. De rodar como actor, pasaste a dirigir tus cortos y ahora te lanzas con un rodaje que se realiza en gran parte en Nueva York.

La experiencia increíble, eso ya para empezar. Lo de actor lo deje hace tanto… Trabajé en ‘Alatriste’ de auxiliar, en ‘Crimen ferpecto’… He estado currando siempre y haciendo mis cortos cuando podía y llevo buscando hacer mi primera peli mucho tiempo. Tienen que confiar en ti, tener el guión adecuado. Tengo otros dos guiones antes que lo intenté y no funcionaron… Si es verdad que hubo un momento que escribía por la mañana un guión y por la tarde otro y como que dije, no es esto, tengo que hacerlo ya.

Miguel Torrente se lo leyó en una semana. Es raro porque he ido a productores que te dicen “déjame el guión que te llamo” y te quedas en casa llorando del asco (risas). Y él es cierto, una semana y se lo leyó. Me dijo que le había fascinado.

Rodar en Nueva York imagínate. La primera vez en mi vida que voy, me viene a buscar un coche y digo, “madre mía que es esto”. Todo tan grande… todo es enorme tío. Todo son pelis, empiezas a flipar. Dices “tiro la cámara y el plano que salga mola, porque mola”. Luego lo preparamos todo muy bien, pero molaba todo.

Con los actores… Lluis es un hombre muy generoso. Me acuerdo que estábamos sentados en un restaurante, la primera vez que nos conocimos, tardamos en pedir más de una hora. El camarero ya estaba aburrido de nosotros. Estuvimos allí hasta que cerró y encajamos a la perfección, ahora somos super amigos. Una vez cada dos semanas nos llamamos a ver qué tal estamos, Lluis es una persona que te eleva el alma. Si te gusta trabajar con actores, que me gusta mucho, es una maravilla, te pide toda la información del personaje y más allá, no se me hizo pesado.

También está claro que has querido manejar un lenguaje cinematográfico que vaya a la par de la historia. No has plantado la cámara ahí y has puesto a hablar a los actores.

He querido jugar con planos, con ángulos, con sonidos. La música de Sergio Lacima es increíble, estoy súper contento con él. Es un chico que llegará muy lejos. Había muchos momentos que yo marcaba con Lluis si debía poner las manos encima o debajo de la mesa. Para parecer o no culpable, todas las veces que lo hace estaba pactado. Hay muchos detalles de ese tipo para lograr perfeccionar a los personajes.

Al final la película, es lo que siempre he querido hacer en esta primera película, habla sobre la culpa, sobre las injusticias, que no las soporto, y la mentira. En esta película al final todos tienen algo que ocultar. De un modo u otro no sabes si lo del personaje de Lluis es cierto o no es cierto… Hablando de esta dualidad, lo que ves con la cámara de David es una cosa en su mundo de enfermedad mental y luego llegas a la comisaría y Lluis te empieza a rebatir lo que acabas de ver. Esto queda un poco por mi obsesión desde hace muchos años por ‘Expediente X’, es algo así como al revés, cambiando los sexos del que cree en lo paranormal y la que no cree.

Todos estos elementos combinados con alguien que tiene esquizofrenia se potencian más. Para un esquizofrénico, que es una enfermedad terrible, su realidad es otra y se mezcla con la nuestra y es complicado. Estudiamos mucho esa enfermedad, los guionistas y yo. Hay cosas que no puedo decir porque son spoilers, que son científicamente ciertas.

Me has mencionado ‘Expediente X’ y yo te iba a preguntar si conocías ‘Fringe’. El personaje de Christy me recuerda mucho al de Anna Torv en esa serie.

Otra serie que me gusta mucho. Es curioso porque para elegir el vestuario de ella dimos muchas vueltas. Pero mi idea inicial, que la puse sobre la mesa, era que fuera Scully o la agente Dunham, blanco y negro, clásico. Le dimos muchas vueltas, lo mismo que hago con los guiones. Estoy en el punto A, doy una vuelta por todo el abecedario y me digo “si la A estaba bien”, pero por lo menos puedo decir que le he dado vueltas. Con el personaje de ella, la foto que tengo de referencia de ella en la carpeta es de ‘Fringe’. Totalmente captadas las referencias. También hay referencias muy sutiles a Seven.

Pues enhorabuena pues me ha gustado la película, mucha suerte con ella.

¡Hay! ¡Muchas gracias muy amable, que bien!

Crítica: ‘Anomalous’

 Sinopsis

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David, un joven que padecía una extraña variante de esquizofrenia, ha aparecido muerto en su bañera de forma terrible. Se sentía perseguido y amenazado por una presencia que era incapaz de definir. Todo coherente con su enfermedad. Su psiquiatra, el doctor Friedhoff, consciente de sus escasos progresos, decidió someterle a una novedosa e inusual terapia: que se grabase en vídeo, él mismo, durante una semana. Siete días de su vida normal, cotidiana, tratando de captar esa presencia a través del ojo frío y objetivo de la cámara. El médico pretendía así demostrarle que todo lo que le sucedía no era más que fruto de su imaginación, de su mente alterada y enferma.

Crítica

Intrigando y sorprendiendo, realmente es anómala.

No son pocas las veces en las que nos encontramos que un producto de menor presupuesto resulta mucho más satisfactorio que las grandes superproducciones. ‘Anomalous’ es uno de esos casos en los que gratamente vemos que no se abusa de los efectos generados por ordenador ni se busca el susto fácil para conseguir mantener atento al espectador.

No es una película de terror, y menos es de esas que se basan solo en los sobresaltos, que algunos tiene. Tampoco penséis que es del estilo ‘Paranormal Activity’ o ‘El proyecto de la bruja de Blair’ por eso de que emplea, solo en parte, el metraje encontrado. Este largometraje es un thriller psicológico a medio camino entre ‘Los límites de la realidad’ y ‘Fringe’. Se une el tema parnormal con un asunto psicológico y policial. Podría ser un relato moderno de Allan Poe por el uso que hace de las triquiñuelas de la mente humana y de lo paranormal.

Tanto el director Hugo Stuven, como los actores Christy Escobar (‘Bindspot’) y Edgar Fox (‘The american west’) están ante su opera prima, en lo que a largometrajes se refiere. Presentan algunas de las pifias de los primerizos, pero pasan bastante desapercibidas ante el buen hacer demostrado tanto en el set de rodaje como en la postproducción. La cinta posee un buen equilibrio entre el rodaje tradicional y el metraje encontrado, del cual no abusa. El diseño de producción tiene muy buena hechura y el ritmo aplicado resulta extraño, opresivo, de manera que consigue incomodar al espectador tanto o más de lo que están alguno de los personajes. Ofrece constantemente vistas contrapuestas, va cerrando los planos y juega con los sonidos para poco a poco crear un ambiente cada vez más pesado e incómodo. Con estas técnicas y con todas las intrigas que va generando el guión, consigue que la duda del culpable sea también la duda del espectador.

Antes de cerrar esta crítica no puedo evitar señalar el cuidado trabajo de Lluis Homar haciéndonos viajar por la evolución de un personaje elaborado y que tiene que mostrar varias caras. Muy bien en eso de mantener el tipo, muy fría Christy Escobar, con un carácter bastante similar al que originalmente tenía Olivia Dunham en Fringe, la serie de J.J. Abrams. Y dicho sea de paso muy teatral el papel de Edgar Fox haciendo de esquizofrénico, teniendo que realizar la difícil tarea de actuar prácticamente siempre solo fingiendo estar con alguien.

Si tuviese que definirla con una sola frase, excluyendo el titular empleado, sería: óptima para los fans del misterio y de lo oculto.

Ficha de la película

Estreno en España: 11 de noviembre 2016. Título original: Anomalous. Duración: 96 min. País: España. Director: Hugo Stuven. Guión: Hugo Stuven, David Zurdo, Fernando Acevedo. Música: Sergio Jiménez Lacima. Fotografía: Pablo Rosso. Reparto principal: Lluis Homar, Christy Escobar, Edgar Fox, Adria Arjona, Ben Temple. Producción: Numérica Films, Visiona Tv. Distribución: World Line Cinema. Género: thriller psicológico, fantástico. Web oficial: www.facebook.com/AnomalousTheMovie/

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