Una historia que espero que no se quede sumergida en el océano de estrenos
Cuatro episodios, ni más ni menos. A veces con una miniserie es suficiente para contar una historia que incluso se podría resumir en una película. Con cuatro entregas de casi una hora cada una nos cuentan la historia de ‘Operación Marea Negra’. Una serie que surge de un caso real y Prime Video estrenará el 25 de febrero.
La serie se centra en un personaje, el que interpreta Álex González emulando a Agustín Álvarez (la persona real). De la lona al mar, boxeador y pescador, dos profesiones para partirse el lomo y bastante ingratas. Pero su tiempo está empleado también en ser guardia de seguridad en la lonja de su pueblo y aun así está sin blanca. Encima se encuentra en una edad tardía para ser profesional del boxeo, se le acaba el tiempo, es carne de cañón para convertirse en un Heisenberg o un Byrde. La diferencia es que a Nando (Álex González) le viene de familia pues quien está metido en la droga es su prima (Nerea Barros) y su tío (Miquel Insua).
La serie cobrará relevancia si más allá de la trivialización o comercialización del tema consigue concienciación. El caso del Che (así se llamaba el narcosubmarino) está bien documentado en lo que se refiere a la actuación policial y la cooperación entre miembros de diferentes países, de hecho cuenta con la colaboración de la Guardia Civil de Pontevedra. Pero donde adquiere más interés es en la etapa del viaje donde la acción se centra en los tres protagonistas. En forma de thriller la odisea se convierte en el viaje de Colón y los Pinzón a la inversa, de América a España en condiciones cada vez más precarias y hostiles.
Justo esta semana Movistar Plus+ ha estrenado ‘Narcogallegos’, un documental que analiza el narcotráfico en las costas gallegas. Parece que hay inquietud por el tema o que sale rentable en pantalla. En concreto la serie de Prime Video surge del libro homónimo escrito por el periodista Javier Romero. A partir de testimonios de policías, testigos o jueces cuenta los hechos llevados a cabo por Agustín Álvarez, Pedro Roberto Manzaba y Luís Tomás Manzaba. Y más allá del daño que hace la droga en esta “aventura” se pone en relevancia el daño colateral que se genera cuando alguien se implica en tan abyecto negocio. Se trata la duda y consecuencias ser una mula, un mandado que ha elegido lado cuando lo que está en la balanza es el dejar una vida en la que al menos se tiene decencia y humildad.
Pero además otro factor que hace que me haya congratulado con la serie es el trabajo de Álex González. Está estupendo en el papel de alguien algo pasado de rosca, de un boxeador casi sonado y que actúa cual perro acorralado. Es de las mejores interpretaciones que le he visto sobre todo teniendo en cuenta que ha tenido que trabajar su acento y potenciar su físico (aunque cara de boxeador tiene), pero sin dejar de lado la parte de tormento que tiene su personaje.
En el plano técnico la serie también está muy conseguida. Desde el maquillaje y peluquería que hacen que creamos que González es el machaca más chungo de nuestro gimnasio hasta el diseño de producción que nos sumerge literalmente en la cápsula del submarino casero. Desde luego los escenarios naturales ayudan mucho. Solo le pondría como pega el sonido de las armas o los puñetazos, algunos helicópteros hechos con CGI, la música de Carlos Jean y la interpretación de Lúcia Moniz.