Entrevistamos al equipo de ‘Quantum Leap’

Raymond Lee y Caitlin Bassett presentan la serie que llega este mes a SYFY

Hace treinta años (en la realidad y en la ficción) que el Dr. Samuel Becket, interpretado por Scott Bakula, se perdió en el tiempo. Ahora la historia sigue con una secuela y son los personajes encarnados por los actores Raymond Lee y Caitlin Bassett los que viajan en el tiempo tras las pistas del creador del artefacto que permite dar saltos a través del pasado.

SYFY estrena este mes de septiembre ‘Quantum Leap’ (crítica aquí), la serie de 18 episodios que estará también a la carta en Universal+. Tuvimos la suerte de poder hablar con los protagonistas de esta continuación del clásico de ciencia ficción y aquí seguido podéis ver lo que nos contaron sobre ella.

Crítica: ‘Quantum Leap’

En qué plataforma ver Quantum Leap

 

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Una propuesta que se antoja divertida si progresa proponiéndonos episodios más ingeniosos

‘Quantum Leap’ fue una serie sobre viajes en el tiempo que fue conocida en España como ‘A través del tiempo’. Estuvo co-protagonizada por Scott Bakula, quien os sonará de series como ‘NCIS’ o ‘Star Trek: Enterprise’. Ahora esta producción ha regresado y por fin se estrena en nuestro país. Septiembre (el día 18 a las 22h) será testigo de las aventuras intertemporales a través del Canal SYFY quien exhibirá los 18 episodios de la primera temporada (la segunda está ya confirmada) y posteriormente los espectadores podrán verlo a la carta en Universal+.

La máquina del tiempo de H. G. Wells ha suscitado la imaginación de muchos escritores de novelas y guionistas de todo tipo. En esta ocasión es sustituida por un acelerador de partículas cuánticas movido por un superordenador, algoritmos y demás parafernalia tecnológica que suele estar a merced de cualquier historia de ciencia ficción. Treinta años han pasado en la realidad y treinta años han pasado en la ficción. Los protagonistas van tras los pasos de los protagonistas de la serie original. Ellos son Un doctor en física cuántica (Raymond Lee) y su prometida y compañera de trabajo (Caitlin Bassett) que se proyecta al tiempo en que se haya en forma de holograma. Le hace de guía por una aventura de lo más accidentada ya que este nuevo método de viajar al pasado mete su consciencia en el cuerpo de otra persona a través de un entrelazamiento cuántico que traspasa tiempo y espacio. La idea es original y el hecho de poder aparecer en un cuerpo, época y lugar diferente en cada episodio es la mejor baza para ‘Quantum Leap’.

El primer episodio nos adelanta que el protagonista está intentando mejorar la máquina que puso en marcha el Dr. Samuel «Sam» Beckett (Scott Bakula) hace treinta años. Por lo tanto sabemos que ‘Quantum Leap’ guarda relación directa con la serie original pero se nos presenta con un formato actual propio de las muchas series policíacas que nos llegan desde USA, es decir, está compuesta por un equipo variopinto y heterogéneo que trabaja para el gobierno, con su estricto jefe, sus integrantes raritos, sus instalaciones ultratecnológicas…

La máquina original funcionaba defectuosamente y a su antojo. Fue creada para corregir los errores del pasado. La nueva tiene algo de herencia de esa máquina y solo si el protagonista ayuda a alguien salta a otra época acercándose más a su regreso a casa. Parece ‘Me llamo Earl’ solo que en vez de estar a merced del karma el protagonista está sujeto a los designios de un algoritmo bonachón.

Aunque hay un tremendo descuido por los efectos mariposa y las realidades alternativas ‘Quantum Leap’ no se complica hasta este punto y con su simplismo resulta un soplo de aire fresco. Posee el mismo enganche que nos producían series similares como ‘El ministerio del tiempo’, ‘Sliders’, ‘Dr. Who’ o ‘Timeless’. Cada episodio es una época, una situación y un caso distinto, tiene casi carácter antológico. Los guiones tienen algo de suspense, algo de humor, algo de acción… Quizá es muy dispersa en cuanto al género al que quiere pertenecer pero eso la hace accesible al público televisivo en general. De calidad televisiva son también algunos cromas, pobres, sobre todo cuando Caitlin Bassett se mete en la máquina holográfica que tiene cierto parecido con el Cerebro de los ‘X-Men’.

Por supuesto el primer episodio de la serie está dedicado a Dean Stockwell, quien interpretaba al Almirante Albert Calavicci y a su vez al holograma que guiaba al protagonista por sus derivas temporales.

En septiembre llega ‘Quantum Leap’

Treinta años después la historia continúa

NBCUniversal International Networks & Direct-To-Consumer ha anunciado el lanzamiento de la nueva serie ‘Quantum Leap’ en SYFY España en septiembre, después de su estreno estará disponible bajo demanda a través de Universal+. Han pasado casi 30 años desde que el Dr. Sam Beckett entró en el acelerador ‘Quantum Leap’ y desapareció. Ahora, un nuevo equipo, dirigido por el físico Ben Song (Raymond Lee), se ha reunido para reiniciar el proyecto con la esperanza de comprender los misterios que se esconden tras la máquina y el hombre que la creó.

Sin embargo, todo cambia cuando Ben da un salto al pasado sin autorización, dejando atrás al equipo para resolver el misterio de por qué lo hizo. Al lado de Ben durante sus saltos está Addison (Caitlin Bassett), que aparece en forma de holograma que sólo Ben puede ver y oír. Es una veterana condecorada del ejército que aporta precisión y sensatez a su trabajo.

Al mando de la operación altamente confidencial está Herbert «Magic» Williams (Ernie Hudson), un militar de carrera sin pelos en la lengua cuyos jefes no estarán contentos cuando se enteren de la ruptura del protocolo. El resto del equipo en el cuartel general incluye a Ian Wright (Mason Alexander Park), que dirige la unidad de Inteligencia Artificial «Ziggy», y Jenn Chou (Nanrisa Lee), que dirige la seguridad digital del proyecto.

A medida que Ben salta de vida en vida, corrigiendo lo que una vez salió mal, queda claro que él y el equipo se encuentran en un viaje apasionante. Sin embargo, Addison, Magic, Ian y Jenn saben que si van a resolver el misterio del salto de Ben y traerlo a casa, deben actuar rápido o perderlo para siempre.

Martin Gero ejerce de productor ejecutivo junto con Dean Georgaris, Don Bellisario, Deborah Pratt, Chris Grismer, Steven Lilien y Bryan Wynbrandt. Universal Television, una división de Universal Studio Group, produce la serie en asociación con I Have an Idea! Entertainment, Belisarius Productions y Quinn’s House Productions.

La primera temporada de Quantum Leap se emitirá en septiembre en SYFY España y estará disponible bajo demanda a través de Universal+.

Crítica de ‘Sandman’

Bien cargada de onirismo, dan ganas de seguirla hasta la vigilia

No sé si ha sido debido a la privación del sueño inherente a la ola de calor o el hecho de que la serie sea lo bastante fiel a las novelas gráficas que me he visto sin cesar esta versión de ‘Sandman’. Netflix estrena este 5 de agosto la serie basada en los cómics creados por Neil Gaiman y como lector de su obra puedo mostrarme ampliamente satisfecho.

Por zanjar pronto lo que tanto se ha comentado y la razón por la que muchos ya le han puesto sin argumentos de peso la X a este ‘Sandman’. El siempre polémico cambio de raza o sexo de muchos personajes. Sin duda esa comidilla en redes no ha hecho más que realizar los sueños de Netflix pues de ese modo consiguen publicidad gratis. Son modificaciones que nunca se hacen en el sentido inverso y a mí esto ya me resbala. Esa política de “inclusión y diversidad” se retrata a sí misma. No obstante el casting me parece bien escogido pues el hecho de que una persona sea negra o mujer no influye ni en esta trama ni en la manera de ser de los personajes. Por ser muy fan lo que si me ha dolido de esta adaptación es la ausencia de John Constantine, quien en los cómics se hace con uno de los objetos de Sueño, y la no participación de la Liga de la Justicia que recupera la Gema del sueño. En los tebeos intervienen o se menciona a Joker, Arkham, Dr. Destiny, Detective Marciano… No olvidemos que estos cómics fueron un encargo de DC para Gaiman. A pesar de que la serie lleva por delante el logo de la Warner, materializar tal cual lo original se antoja un crossover imposible por temas de derechos, presupuesto o incluso duración, harían falta muchos personajes. Esta es sin duda una de las razones por las que la serie está muy condensada y con alguna trama que sucede en paralelo o de manera adelantada. Se han permitido al menos algún guiño como los muñecos que vemos de fondo en el octavo episodio.

Pero ‘Sandman’ está bien orquestada y percibimos la misma historia, el mismo espíritu que en la serie de cómics. Para los lectores de las viñetas puedo adelantar que en la primera temporada de la serie han abarcado los dos primeros volúmenes de los diez que tiene ‘Sandman’, es decir, ‘Preludios nocturnos’ y ‘La casa de muñecas’. Y son capaces de narrar todo lo incluido en esos cómics calcando algunos diálogos, imitando algunas escenas y además sin caer en atropellos. Y lo que es más importante, manteniendo los dilemas y comportamientos de los protagonistas.

En ‘Sandman’ conocemos a Sueño, al rey de los sueños. Él es uno de los Eternos (los de DC no los de Marvel). Pero contar su historia es contar en parte la de sus hermanos, Destino, Muerte, Destrucción, Deseo Desespero y Delirio, además de la de otros muchos personajes. Todo arranca en el momento en el que Sueño cae preso tras un conclave que sale mejor que el de ‘La Herencia de Valdemar’. Tenían el loable objetivo de atrapar a la muerte para que nadie más muriese, pero en lugar de ello atraparon a su hermano y el mundo dejó de soñar. Tras muchos años cautivo, cuando Sueño se libera empieza una cruzada por reconstruir su reino de los sueños y por recuperar los objetos que le han sustraído, las herramientas que usa para canalizar su poder. Se centra la serie en resolver ese conflicto. Ese sentido de lo poético y lo oscuro e incluso retorcido que caracteriza a Gaiman y su obra podemos decir con regocijo que está en la serie.

Fantasía oscura, épica dramática y fatalista. Se ha sabido conservar los sueños como eje que vertebra la obra, la interpretación de los mismos, el onirismo en un sentido moderno. Están muy presentes el existencialismo, el conocimiento, la mente, el comportamiento humano… los cómics de ‘The Sandman’ mezclan personajes de toda índole y en ese recorrido abarcan todo lo que somos capaces de soñar. ‘Sandman’ es un estudio contemporáneo de la condición humana sin llegar a ser algo intelectual. Habría sido muy ambicioso por parte de Netflix llegar a esos niveles, de hecho demasiado sesudo para su público mainstream. O lo haces tal cual y contentas a los más eruditos o fans del cómic o lo adaptas llevándotelo a tu terreno, no hay cabida para la tierra de nadie. Es una propuesta ligeramente distinta a lo habitual que puede que caiga en el aborrecimiento pues la serie roza un poco todo eso.

En cuanto al reparto. Los efectos visuales hacen que reconozcamos viñetas de los cómics pero en movimiento. Eso favorece a que los actores nos hagan recordar a los personajes dibujados. El Sandman interpretado por Tom Sturridge, por ejemplo, es igual de depresivo y va por ahí con esa estética que parece copiada a un emo fan de Tokio Hotel. Tiene ese color pálido, esa voluminosa melena, esos ropajes que parecen sacados de ‘El Cuervo’ y ese casco que bien podría ser de uno de los ingenieros del imaginario de Ridley Scott.

Muerte es igualmente esa hermana que quiere incondicionalmente a Sueño aunque le meta caña. No lleva exactamente la misma estética que en el cómic por lo que sí que pierde ese toque gótico o punk. Es donde más percibimos la actualización ya que no viste esas pintas de rockera salida de un concierto de The Cure. La serie no cae en la trivialización. El cuervo es casi el único alivio cómico, como en los cómics, junto a Merv que lleva la voz de Mark Hamill. Además en parte el ave negra es el vehículo para explicar todo el universo que rodea a los Eternos para que los no lectores comprendan mejor qué están viendo.

Si vemos cambios en el orden de la historia o en cómo suceden algunos eventos es por la supresión de los personajes de otras franquicias que comentaba antes y por adaptar todo al lenguaje audiovisual. Hay episodios, como el primero, el de la taberna o el cierre que están estupendamente bien hechos. Incluso se acierta en cuanto al uso de las tonalidades de color, sobre todo cuando emplea tonos oscuros, con una pizca de color y alguna luz que sobrevive entre ellos. Sin duda la serie hace honor al DC oscuro, ahora bajo el sello Black Label que reúne historias de Batman, Constantine o ‘The nice house on the lake’, entre otras.

Quizá conocíais Sandman por los cómics o quizá por la versión de audiolibro que lleva la voz de James McAvoy como Sueño. Si erais lectores quizá estaréis conmigo en que es la mejor adaptación del material de Gaiman, por encima de ‘American Gods’ o ‘Good Omens’, e incluso de ‘Stardust’ o ‘Coraline’. Si queréis saber más al respecto entrad en este otro artículo.

Crítica del live action de ‘Cowboy Bebop’

Flipados y complacidos por cómo se parece

Netflix estrena el próximo el 19 de noviembre la serie de acción real inspirada en el anime ‘Cowboy Bebop’. Aunque decir inspirada es en este caso quedarse un poco corto. Por suerte los 10 episodios de esta nueva versión son una excepción a la norma y los norteamericanos han dado en el clavo. Mis sensaciones son como las que tuve con ‘Sin City’, una obra que adaptaba un cómic de los considerados sagrados y que acertó en su estilo visual, tratamiento de personajes, respeto a la trama original…

Para los que no conozcan esta historia. Es una serie que surgió de un manga, como suele ser habitual. Nos traslada a un futuro en el que la humanidad vive desperdigada por nuestro sistema solar. Para viajar por el espacio de manera muy rápida se utilizan unas puertas o relés de masa a lo ‘Mass Effect’ que nos teletransportan a las inmediaciones de otros planetas. Pero uno de esos portales provoca un accidente y como daño colateral se daña la Luna y se origina un cataclismo en la Tierra de proporciones tipo Emmerich o Bay. Comienza así una vida de peligros para los humanos, propia de aquellos que en su día exploraron y habitaron el far west.

El nombre de la serie viene en parte por la nave en la que viajan los protagonistas. La Bebop es el hogar de unos cazarrecompensas que viajan por el espacio al son de música jazz y el gruñir de sus hambrientos estómagos. Pero el nombre de la serie también es muy descriptivo en cuanto a su estilo narrativo. Cowboy hace referencia obvia a los vaqueros, a una trama propia del western con bandas y buscavidas. Be bop nos traslada a un estilo de jazz y eso hace que cada personaje vaya a su ritmo, posea en su superficie un estilo frívolo, improvisado, sin melodía, pero en ese caos se percibe una armonía fruto del trabajo en equipo. Así se reflejaba tal cual en el anime y ese es uno de los mayores aciertos del live action, calca el estilo.

‘Cowboy Bebop’ está lleno de espontaneidad, música y acciones muy locas por parte de los personajes. Me gustaría conocer la opinión del director original, Shinchiro Watanabe, pero no me quemaré si pongo la mano en el fuego afirmando que le va a gustar. Si hay alguien que adapta muy bien los manga/anime es Takashi Miike y puedo decir que la serie de Netflix es fruto de su escuela. No se comete el error de convertir a los actores en monigotes mal disfrazados al estilo cosplay cutre. Se ha acertado a la hora de hacer el casting o el vestuario, pero eso no ha impedido que la serie mantenga su humor propio de un chiflado, ni su carácter fatalista, propio del cine negro. Dicho esto es obvio decir que aparecen elementos tan locos como el noticiero de los cazarrecompensas con sus dos divertidos y eufórocos presentadores, Judy y Punch.

Es fantástico el cómo más allá del opening o los títulos de crédito, la música se ha respetado, algo que se antojaba casi obligatorio. Y a nivel visual los planos, casi siempre inclinados, mantienen la vertiginosidad de la serie, se clavan muchas tomas. Calca escenas míticas e incluso episodios casi completos. Los fans reconocerán momentos del pasado de Spike y por supuesto identificarán el interior de la Bebop. Los escenarios de ciencia ficción son apabullantes, muy elegantes a la par que caóticos. Se ha respetado hasta la tipografía del anime en todas las letras que aparecen. El tratamiento de color, a todos los niveles, ha sido vital para tan satisfactoria adaptación.

Era también algo imperativo que ‘Cowboy Bebop’ tuviese mucha acción. Y la tiene, con unas escenas vibrantes. Entre la gallardía y picardía de los protagonistas vuelan los tiros y las patadas. Los personajes son unos fuera de serie, pero en el fondo pringan siempre. Son héroes miserables y condenados constantemente al fracaso, incluso en sus momentos más épicos. Esto es porque son capaces de aparcar sus diferencias y bromas en los instantes más difíciles para entregarse a la acción o a su sentido de la justicia.

Esta adaptación se antoja un poco más adulta, con detalles que digamos que son más violentos y libertinos. Seguramente esto sea fruto de las políticas de Netflix o de satisfacer a una audiencia que desde el original ha crecido lo suyo, por no decir que nos han salido canas. Eso nos lleva también a corregir la tan criticada sexualización de vestuario que tenía Faye Valentine, se nota que los tiempos han cambiado la visión del personaje y el foco está en su personalidad, no en su físico.

Vais a reconocer perfectamente a los personajes de esta space opera. Spike (John Cho) se mantiene como el héroe pícaro y bravucón de bromas sin gracia y pasado oscuro. Jet Black (Mustafa Shakir) es el gruñón capitán con un perpetuo sentido de la responsabilidad. Valentine (Daniella Pineda) sigue siendo una bocazas metomentodo también con un pasado desconocido. Julia (Elena Satine) también se conserva con acierto como la mujer fatal de la historia. El único que no me ha convencido es Alex Hassell como Vicious, el final boss de esta serie. Y… no digo quién más aparece.

Se ha criticado mucho a Netflix por el doblaje en España, pero esta serie me la he visto en versión doblada ya que así fue como experimenté el anime. En cuanto he escuchado a Jet  Black con la misma voz del anime (Francesc Belda) me han conquistado. El resto de protagonistas tiene nuevas voces pero están totalmente acordes.

En Netflix se ha publicado también el anime original ‘Trigun’, otro de mis favoritos. Si os gusta esta mezcla, a veces cyberpunk, de naves espaciales con el estilo western echadle un vistazo. El nuevo ‘Cowboy Bebop’ tiene solo uno o dos episodios aburridos, como el 9 que me parece demasiado sobre-explicativo. Es ciencia ficción con reminiscencias a ‘Blade Runner’, tiroteos a lo spaghetti western e incluso bailes a lo ‘Banda aparte’ de Godard. Pronto descubriréis por qué ‘Cowboy bebop’ fue una serie de tanto éxito. Antes equiparaba el grado de éxito que va a tener esta serie a la adaptación cinematográfica de ‘Sin City’. La segunda parte de la obra de Frank Miller en forma de largometraje supuso un profundo chasco. Espero que no pase lo mismo con la más que probable segunda temporada de ‘Cowboy Bebop’. Hasta la vista cowboy del espacio.

Reparto: Cowboy Bebop. Anunciadas nuevas incorporaciones

Se unen Geoff Stults, Tamara Tunie, Mason Alexander Park, Rachel House y Ann Truong

Ya os anunciamos aquí el reparto principal que Netflix ha reunido para su live action del clásico anime ‘Cowboy Bebop’ en el que destacan actores como John Cho o Daniella Pineda. Ahora la plataforma de contenido online ha desvelado el resto de personajes y actores que se incorporan a este proyecto que seguirá teniendo formato de serie

GEOFF STULTS (Él) (‘Little Fires Everywhere’) como Chalmers
Chalmers es el paradigma de un abogado del oeste. También es el antiguo compañero del ex inspector Jet Black en la división de homicidios de la ISSP (Policía del Sistema Intersolar). Tiene una sonrisa permanente que hace que quieras darle un puñetazo en la cara… Jet especialmente. Y esa es solo una de las razones, ya que Chalmers también está saliendo con su ex mujer.

TAMARA TUNIE (Ella) (‘Dietland’) como Ana
Ana es la propietaria del club de jazz y blues más popular de Marte. Y aunque hace las veces de madre de Spike, no hay nada de ternura y dulzura en ella. Distante e intensa, Ana es sin duda una mujer con la que no se debe jugar.

MASON ALEXANDER PARK (Elle) (‘Hedwig and the Angry Inch’) como Gren
Gren es la mano derecha de Ana. Elle es responsable de atender a los clientes del club de jazz de Ana. Hábil con su ingenio y sin importarle si lleva vestido o traje, elle es la personificación de la belleza más seductora del siglo XXII (al estilo Bowie).

RACHEL HOUSE (Ella) (‘Thor Ragnarok’) como Mao
Mao es la capo del sindicato de la familia de los Tigres Blancos. A pesar de proceder de una familia trabajadora, o quizá precisamente por eso, Mao es más ingeniosa, experta, habilidosa y más letal que sus colegas.

ANN TRUONG (Ella) (‘Blanco humano 2’) y HOA XUANDE (Él) (‘Ronny Chieng: International Student’) como Shin & Lin
Vestidos para matar (porque matan), Shin y Lin son dos hermanos secuaces de Vicious. A pesar de tener miedo de su imprevisible jefe, por razones que aún no entendemos, son salvajemente fieles a Vicious y a su misión de acabar con Spike Spiegel.

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