Crítica: ‘El verano que vivimos’

Sinopsis

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Isabel, una estudiante de periodismo de la promoción del 95, realiza las prácticas en el pequeño diario local de Cantaloa, aunque el puesto que la asignan allí, es el último que esperaba: la gestión de las esquelas que llegan a la redacción. Pero esto, que podría parecer en principio algo aburrido, se convierte, en la puerta a una investigación que la llevará a encontrarse con una historia de amor imposible que sucedió en Jerez de la Frontera durante el verano de 1958.

Gonzalo, un joven arquitecto, llega hasta Jerez para iniciar su carrera, proyectando la nueva bodega de su mejor amigo Hernán Ibáñez y su joven prometida Lucía Vega. Una construcción ambiciosa, que supondría la unión de las dos familias bodegueras tras la boda. Pero, pronto Gonzalo, Hernán y Lucía se ven envueltos en un triángulo de amor, pasión y mentiras que cambiaron sus vidas para siempre.

Isabel sabe que detrás de estas misteriosas esquelas hay una gran historia por contar. Su olfato le conduce hasta el hijo de Gonzalo en un viaje que ella tampoco olvidará. Un viaje por carretera en el que sacarán a la luz un pasado cargado de celos, engaños y pasión, y que les llevará, casi sin querer, a replantearse sus propias vidas.

Crítica

Emborrachada de vino y estampas pierde elocuencia

‘El verano que vivimos’ es una apuesta bastante potente, su elenco protagonista es de vanguardia y los medios empleados para realizar el filme demuestran una inversión cuantiosa. Pero el filme defrauda. Lejos de poner excusas que se amolden a mis gustos personales en cuanto a un género de cine u otro, la película de Carlos Sedes falla como narración romántica.

El largometraje busca rodearnos de un ambiente campestre, costumbrista, bucólico y bañado por el sol. Y lo consigue. La puesta en escena está bien estudiada, los escenarios y las localizaciones están explotados al máximo. Dicho de otra manera, tiene estampas muy bonitas. En ese sentido se amolda bastante a películas como ‘Un paseo por las nubes’, aquella película con Keanu Reeves y Aitana Sánchez-Gijón que también tenía mucho romance y vino. Y como esa cinta ‘El verano que vivimos’ aborda esos momentos en los que toca reconducir sentimientos o guardar en la memoria el mejor estío de nuestra vida.

Como toda película de amoríos tiene momentos intensos o en los que estalla la pasión, pero eso no es suficiente. El problema de ‘El verano que vivimos’ radica en que de entrada sabemos que esto va a ser un triángulo amoroso de manual entre Javier Rey, Blanca Suárez y Pablo Molinero. Nada más ver que cumple tópicos como el ponerse ojitos injustificadamente desde el primer encuentro sabemos los pasos que va a seguir toda la película. Además el filme intenta ser narrado en retrospectiva a través de las investigaciones de una reportera becaria (muy poco natural) que cuarenta años después quiere desentrañar la historia a partir de unas esquelas. Nos ambientan bien en ese viaje de la Galicia de los 90 a la Andalucía de los 50 que tiene base real. Pero resulta poco verosímil que se desvele la inmensidad de lo que se cuenta a partir de unas líneas salpicadas en múltiples periódicos. No hay misterio por mucho que se nos quiera hacer ver que se tira del hilo poco a poco.

Si que es verdad que he agradecido por lo menos el giro final que arroja algo más de sentido a esas esquelas, que más bien habría que llamar obituarios. Y me ha gustado mucho la escena del péndulo por su simbolismo y ternura. Así como la banda sonora de Federico Jusid, muy intensa. Junto con la fotografía son los únicos valores que le he encontrado a este filme que cuenta hasta con cinco guionistas.

Si decía que sus imágenes son muy bellas también tengo que indicar que hay escenas irrisorias como esa en la que Rey hace un book fotográfico improvisado o robado a Blanca Suárez y esta posa cual modelo, no ha quedado nada veraz. Esas escenas tan de postureo emborronan la calidad de los buenos actores de la película que no tienen ninguna línea destacable o elocuente que interpretar. No obstante creo que Pablo Molinero es el que mejor nivel demuestra haciendo que me crea su personaje arraigado e impetuoso.

Veréis cosas muy de primerizos, como el mostrar una botella de refresco con la etiqueta quitada o un zumo con la marca del supermercado tachada, se agradece el que no haya product placement pero son pormenores que no tienen explicación. También diversos cromas mal disimulados. Detalles que se podrían haber evitado y que te sacan de una producción ambiciosa creándote la sensación de ser un quiero y no puedo.

Ficha de la película

Estreno en España: 4 de diciembre de 2020. Título original: El verano que vivimos. Duración: 120 min. País: España. Dirección: Carlos Sedes. Guion: Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina, Javier Chacártegui, David Orea. Música: Federico Jusid. Fotografía: Jacobo Martínez. Reparto principal: Blanca Suárez, Javier Rey, Pablo Molinero, Carlos Cuevas, Guiomar Puerta, María Pedraza, Alfonso Agra, Adelfa Calvo, Manuel Morón, Antonio Durán. Producción: Mr. Fields and Friends, Atresmedia Cine, Warner Bros. Entertainment, Bambú Producciones, La Claqueta P.C., 4 Cats Pictures, Amazon Prime Video, Orange. Distribución: Warner Bros. Pictures. Género: romántico, drama. Web oficial: https://www.warnerbros.es/peliculas/el-verano-que-vivimos

Crítica: ‘Malasaña 32’

Sinopsis

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A finales de los 70 la familia Olmedo compra un antiguo piso en el número 32 de la calle Manuela Malasaña de Madrid. Atrás dejan el pueblo en busca de la prosperidad que parece ofrecerles la capital. Pero, hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos… Algo que desconocen va a poner en peligro sus vidas y tendrán que defenderse. ¿Y si lo más terrorífico de la ciudad no estuviera fuera… sino dentro de tu casa?

Crítica

Terror con más susto que discurso

‘Malasaña 32’ nos traslada al año 1972, al barrio madrileño, antes de que se convirtiese en el frecuentado lugar tan de moda que es hoy en día, justo antes de que por él se viviese toda aquella apertura al mundo moderno y el fenómeno de la movida madrileña. Una familia llega a una casa en la que ya sabemos que no se cuece anda bueno ni de este mundo y ellos ante las primeras señales se mantienen optimistas pues han llegado ávidos de oportunidades, queriendo quitarse el polvo y las habladurías del pueblo que dejan atrás.

Albert Pintó es el director de esta nueva cinta española de terror. A día de hoy todos los trabajos que había visto de su puño y letra o bajo su lente habían venido firmados junto al director Caye Casas y además siempre a través del prisma de la comedia. Es por eso que siempre he recomendado enérgicamente que veáis su película ‘Matar a Dios’ o sus cortos ‘RIP’ o ‘Nada S.A.’. En ‘Malasaña 32’ se ha desvinculado de Casas y también del humor, aunque no ha podido evitar introducir algún que otro momento paródico, o así he querido entender alguna escena. Esta película que ha elaborado junto a guionistas de ‘Velvet’, ‘Las chicas del cable’ o ‘Gran reserva’ sabe al Madrid de transición, al que comenzaba a verse inundado por la industrialización y el comercio feroz. Pintó tiene buen hacer a la hora de dirigir a sus actores, elegir planos o mover la cámara y en ese ambiente de aires de cambio se genera su atmósfera de terror, en un gran piso polvoriento, obsoleto y por muchos años abandonado.

No es una película constantemente estruendosa, pero sí que hay que decir que se han pasado hasta subiendo el volumen de los interruptores o las garruchas de las cuerdas de tender. Tampoco sería correcto afirmar que constituya una montaña rusa de sustos pero si está muy fundamentada en darnos sobresaltos, se pierde la cuenta de los que hay. Y los que nos dan nos remontan a otros vistos en el cine clásico de terror.  Al fin y al cabo ‘Malasaña 32’ tiene muchos guionistas y supongo que cada uno ha querido meter su dosis de nostalgia, lo cual ha hecho del todo un conjunto de muchas referencias. El filme nos puede acercar con su diseño de producción retro y su música un poco a la reciente ‘Verónica’ de Paco Plaza pero sin duda su trama nos remonta más a títulos como ‘Insidious’ o aún más lejos a ‘Poltergeist’, por el juego que tiene con la infancia, lo sobrenatural, lo invisible y lo desesperante de la búsqueda. Por supuesto el rol de Concha Velasco nos remonta también a la película de Tobe Hooper pero su presencia se hace mucho menos carismática, demasiado arquetípica.

Sus actores están bien y la criatura que atemoriza a la familia podríamos haberla visto en cualquier producción norteamericana. Con su ambientación podría haber sido una película para morderse las uñas, aunque con ese monstruo de Javier Botet más bien habría que recomendarles un afilado cortaúñas. ‘Malasaña 32’ tiene sus buenos momentos, tensos y bien buscados pero también nos podemos ver venir el jump scare de turno.

Casi pillada por los pelos se la puede enmarcar en esas películas que emplean el terror para hablar de algo, es decir, no solo para meramente asustar. Su discurso está bien colocado, tanto cronológicamente como en el barrio en el que se enmarca, pero no le dedica el tiempo suficiente. Su mensaje final tiene que ver con algo que he mencionado precisamente al principio. La lástima es que no se desarrolla su explicación lo suficientemente bien durante el filme, si no que de una manera abrupta y precipitada se da en los instantes finales. ‘Malasaña 32’ habría tenido más jugo y más profundidad de haber explorado durante más tiempo las ideas que explora en sus últimos compases. Me choca que Pintó no se haya atrevido a mojarse más aún con el drama o la crítica de su argumento, sobre todo sabiendo lo punzante que es cuando se sumerge con tanta fluidez en el humor negro. No deja cabos sueltos, no se pone barreras, pero tendría que haberse adentrado más extensamente y mucho antes en los dramas de sus personajes, tanto los vivos como los muertos.

Ficha de la película

Estreno en España: 17 de enero de 2020. Título original: Malasaña 32. Duración: 95 min. País: España. Dirección: Albert Pintó. Guion: Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina, David Orea. Música: Fotografía: Daniel Sosa Segura. Reparto principal: Begoña Vargas, Iván Marcos, Beatriz Segura, Sergio Castellanos, José Luis de Madariaga, Iván Renedo, Javier Botet, María Ballesteros, Rosa Álvarez. Producción: 4 Cats Pictures, Atresmedia CIne, Bambú Producciones, Mr. Fields and Friends, Warner Bros. Entertainment. Distribución: Warner Bros. Pictures. Género: Terror. Web oficial: https://www.warnerbros.es/malasana-32

Empieza a rodarse la película de terror ‘Malasaña 32’

Dirigida Albert Pintó (‘Matar a Dios’)

Acaba de empezar a rodarse la película ‘Malasaña 32’ y Warner Bros. Entertainment España, la distribuidora que la pondrá en nuestros cines nos ha pasado su sinopsis para que vayamos sabiendo de que trata este proyecto que producen ellos mismos junto a Mr. Fields And Friends, Atresmedia Cine, Bambú Producciones, Malasaa Movie AIE y 4Cats. «Manolo y Candela se instalan en el madrileño barrio de Malasaña, junto a sus tres hijos y el abuelo Fermín. Atrás dejan el pueblo en busca de la prosperidad que parece ofrecerles la capital de un país que se encuentra en plena transición. Pero hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos…».

Esta cinta de terror que dirige Albert Pintó (‘Matar a Dios’) está inspirada en hechos reales. Nos lleva al Madrid de los años 70, al barrio de Malasaña, que por entonces distaba mucho de lo que era hoy día. En sus calles veremos a los actores Begoña Vargas (‘La otra mirada’), Iván Marcos (‘Fariña’), Beatriz Segura (‘La caza. Monteperdido’), Sergio Castellanos (‘La Peste’), José Luís de Madariaga (‘Hierro’), Iván Renedo, Javier Botet (‘IT’), María Ballesteros (‘Que dios nos perdone’) y Rosa Álvarez entre otros.

Pintó cuenta con el guión de Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina y David Orea. En palabras del productor, Ramón Campos (‘El caso Alcásser’, ‘Fariña’):“Estamos felices de iniciar el rodaje de Malasaña 32, una película de terror inspirada en hechos reales sucedidos en Madrid en los años 70. Estamos seguros de que a todos los fans del género les entusiasmará esta historia dirigida por Albert Pintó, uno de los jóvenes directores con más talento de nuestro país, y en la que entre muchos otros participan David Martí y Montse Ribé, artífices de los efectos especiales de películas como ‘El orfanato’ o ‘Mamá'».

La película se rodará en las próximas semanas en diferentes localizaciones de Madrid, incluyendo el conocido e icónico barrio de Malasaña, que servirá de telón de fondo de esta terrorífica historia.

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