Nuestros vampiros favoritos se ven en una posición que nunca imaginaron
Desde este viernes 3 de septiembre podemos disfrutar en España de la tercera temporada de ‘Lo que hacemos en las sombras’ que se ha estrenado con doble episodio. Tanto la primera como la segunda supusieron una prolongación magnífica de la película de Jemaine Clement y Taika Waititi estrenada en 2014. La segunda incluso podemos decir que tuvo mejor acogida pues además de confirmar lo estupenda que es esta comedia vino a animar nuestros confinamientos.
Patetismo y absurdo. La dinámica de ‘Lo que hacemos en las sombras’ temporada 3 sigue siendo la misma. Las historias incoherentes siempre cuesta mantenerlas o finalizarlas. Pero Jemaine Clement está sabiendo desarrollar su locura, siempre se le ocurre algo para seguir con ella. Ya de por si contar con la premisa de unos torpes vampiros, socialmente nulos y conviviendo juntos parece disparatada. Pero la serie va siempre un paso más allá y nos han posicionado en tal punto de ilógica que está preparada para que cualquier cosa valga.
Y aún con todo esto no nos esperamos nunca lo que va a suceder. En la temporada dos Guillermo (Harvey Guillén) montaba una escabechina vampírica a raíz de sus genes heredados de los Van Hellsing. Si esta fuese una serie al uso imaginaríamos que nos espera un enfrentamiento entre los vampiros y el hasta ahora su fiel familiar. Pero la cosa no va por ahí. Nandor, Laszlo, Nadja y Colin Robinson se ven en una posición en la que jamás pensarían que estarían. Un lugar que les abre todo un mundo de posibilidades, que nos hace conocer más este mundo vampírico y que por supuesto consigue que nos partamos de risa, ya sabéis lo habitual con Taika Waititi.
Tras el gran número de cameos de las otras temporadas cabía esperar que en esta hubiese nuevas apariciones. Hay nuevos personajes y por supuesto cameos. En uno de los dos primeros episodios ya tenemos uno que a los fans de la película original va a encantar. Y se intuye que con cierto personaje oculto hay aguardándonos una cara conocida.
En resumen. Continúa el humor negro y ridículo con el que nació esta franquicia. Vemos más que nunca que los vampiros dependen de Guillermo pero a la vez que le tienen miedo. Y lo vemos como siempre, en forma de falso documental, cámara en mano y con entrevistas tipo confesionario. Visto lo visto, no me entra en la cabeza que ‘Lo que hacemos en las sombras’ pueda disgustarme, ni con un cambio de tónica ni eliminando a alguno de estos queridos personajes. Os recomiendo que le hinquéis el diente pues es una inyección de oxígeno.