El 13 de agosto, Vercine estrena en cines ‘Charlatán’. Dirigida por la reputada cineasta polaca Agnieszka Holland (‘Europa Europa’, ‘Spoor (El Rastro)’, ‘Mr. Jones’), la película, basada en una historia real, tuvo su premiere internacional en la Berlinale y formó parte de la Sección Oficial del Festival de Sevilla.
El pasado otoño, ‘Charlatán’ obtuvo una nominación a los European Film Awards en la categoría de mejor dirección para Holland.
En febrero entró en la Shortlist de los Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional y en marzo obtuvo 5 Czech Lion Awards a Mejor Película, Mejor Dirección para Agnieszka Holland, Mejor Actor para Ivan Trojan, Mejor Fotografía y Mejor Sonido.
Protagonizan ‘Charlatán’ el multipremiado actor checo Ivan Trojan (‘Viditelny svet’), su hijo, el también actor Josef Trojan (‘Abstinent’), Juraj Loj (‘Thlina’) y Jaroslava Pokorná (‘Horící ker’).
“Jan Mikolášek era un curandero muy famoso, un curandero poco común que utilizaba métodos poco ortodoxos de diagnóstico y tratamiento. Esas habilidades especiales lo hicieron no sólo bien conocido sino también rico. [···] ‘Charlatán’ cuenta la historia del ascenso y la caída de Mikolásek. De su caída moral y de su constante lucha con la oscuridad dentro de él. Es la historia del misterio de un hombre, del misterio de su don especial, del precio que estaba dispuesto a pagar por él; la historia de la paradoja de la fuerza y la debilidad, del amor y el odio”.
“Intenté mostrar un alma humana sin entrar en la profundidad de los análisis psicológicos, expresar la interioridad a través del comportamiento. Las caras de los actores, la tensión entre los personajes… Sus constantes esfuerzos por atravesar las armaduras de los demás son lo que impulsa la historia”, comenta Holland.
Sinopsis oficial:
Desde muy joven, a Jan Mikolášek le fascinaron las plantas y sus propiedades medicinales. Pronto, se convirtió en uno de los mayores “sanadores» de su tiempo. En la época de la guerra y su posterior crisis, dedicó su vida a tratar sin distinción a ricos y pobres, a los nazis durante la ocupación y a los comunistas después de la guerra. Su popularidad acabó por irritar a las autoridades políticas.
Acusado de charlatán, Mikolášek tuvo que demostrar la validez de su ciencia durante su juicio.
Para los amantes de la noche pero no de los vuelos
Un vuelo que va a salir desde Bruselas es secuestrado, así comienza ‘Into the night’. El único y armado secuestrador apremia a despegar al piloto y a la poca gente que había embarcado en el avión ya que asegura que si les coge el amanecer todos morirán. Comienza ahí una auténtica carrera para mantenerse siempre en la cara sombría de la tierra. Así es la primera serie belga original de Netflix creada por Jason George, productor de ‘El vicio del poder’ o ‘Narcos’.
Antes de hablar de otros pormenores de la serie debéis saber que ‘Into the night’ no termina, se queda abierta. Sí que es verdad que llega a un punto final, a una meta, pero no se soluciona el problema de los protagonistas quedándose pendiente para una posible segunda temporada.
Pero ‘Into the night’ con sus seis episodios es más que satisfactoria. Consigue intrigar desde sus primeros instantes y engancha con los problemas/soluciones que va planteando. Hace por ejemplo lo que ‘The Walking Dead’ no se ha atrevido a hacer nunca, ni en la serie ni en los cómics. Da explicación al incidente que está acabando con la gente y más allá de eso explora sus consecuencias en diferentes ámbitos de nuestras vidas, formando parte de la aventura en la que se ven sumergidos los pasajeros.
Esta es una serie que va a contrareloj, que a veces consigue ser trepidante o agobiar por la falta de recursos o conflictos surgidos. No tiene prisa en mostrar todas sus cartas y se agradece su tensión y su ritmo. Tenemos algún personaje estereotipado pero gran parte de las veces consigue romper moldes para nuestra sorpresa y para así además conseguir ser más creíble. Está por ejemplo el italiano y el alemán que tiene prejuicios contra los polacos y los árabes, pero que luego demuestran ser más humanos de lo que parece. Por cierto que todo esto sale de una novela procedente de Polonia.
‘Into the night’ es coral pero cada episodio nos muestra en su inicio el pasado de alguno de los personajes, justificando casi siempre su presencia en el avión y olvidándose de ese precedente a veces. Nos puede recordar así muchas veces a ‘Perdidos (Lost)’. Tal vez en ese sentido si peca de catastrofista la serie sembrando en todos los protagonistas demasiados claroscuros. Al fin y al cabo todos somos humanos y la serie maneja sus situaciones de una manera totalmente natural, con reacciones y efectos muy humanos muy espontáneas. Tanto por su tratamiento como por alguno de sus personajes me ha recordado a ‘La niebla’ de Frank Darabont. Podemos decir que este es un buen thriller con unos límites muy bien estudiados.
Si os cuesta saber qué elegir ante la avalancha de estrenos en la infinidad de plataformas digitales que tenemos hoy en día sabed que esta es una miniserie que pasa literalmente volando y os dejará para bien enganchados a la expectativa de que salga una segunda parte.
Año 1990. Polonia acaba de abrirse al capitalismo. Entre la novedad de las cintas VHS, las clases de aerobic y los discos de Whitney Houston, cuatro mujeres intentan lidiar con la represión sexual y con sus amores insatisfechos. Agata, una joven madre atrapada en un matrimonio infeliz, se siente atraída por un sacerdote. Renata, una solitaria profesora de ruso ya en su madurez, se obsesiona con su vecina Marzena, una ex miss que sueña con ser modelo. La hermana de esta, Iza, la estricta directora de la escuela donde trabaja Renata, tiene una aventura con el padre de una alumna. Cuatro mujeres, aparentemente felices, deciden que ha llegado el momento de intentar cambiar de vida.
Crítica
Muy explícita pero con muchas cosas implícitas a la vez.
Escenas muy explícitas con conclusiones muy implícitas es lo que veréis en ‘Estados Unidos del amor’. Igualmente implícita es la presencia de los hombres en una película protagonizada y fundamentada en el rol de las mujeres. Una obra cuyo título no se refiere a Estados Unidos el país, si no a diferentes disposiciones o condiciones del amor que tienen el mismo lugar o personas de manera entrelazada. Una búsqueda o una apetencia de querer transmitida desde el retrato de los sentimientos. Y no por todo esto ofrece una visión tierna, más bien al contrario. Está construida a base de momentos muy sexualmente violentos, tensos o afectivamente agresivos.
Esta no es una película comercial ni palomitera. Es de esas en las que lo que más importa es el a veces inteligible mensaje y la autenticidad inconfundible de las interpretaciones. La forma de contarlo obedece a los códigos más exhaustivos. Se centra básicamente en las emociones dejando en segundo plano a las diversas acciones que ineficazmente llevan a cabo las protagonistas. Todas ellas examinadas de un modo muy pausado, quizá demasiado desarrollado o extenso.
Estas son las reflexiones de un director, Tomasz Wasilewski, que se preocupa por las mujeres que vivieron el cambio del sistema polaco. De igual modo que ha hecho durante su carrera Pedro Almodóvar, Wasilewski comienza a coleccionar descubrimientos femeninos muy importantes, como ya hizo en ‘W sypialni’ y en ‘Plynacewiezowce’. Reúne aquí a un reparto muy generacional en el que ha volcado muchas de sus vivencias personales de su juventud e infancia.
Gracias al talentoso Oleg Mutu visionamos algunas escenas casi desaturadas, planos muy cerrados y una atmosfera supresora que nos traslada a una ciudad fría. Así es el lugar que soportaban estas mujeres de los años noventa. Personajes que aman igual que se puede amar ahora, que tienen anhelos como los de la actualidad, pero que manejan de distinto modo debido a la situación social, política o económica. Cuatro historias diferentes que tienen en común algo más que el sobrio lugar en el que habitan.
El guión que Tomasz Wasilewski ha redactado para dar a luz a estos ‘Estados Unidos del amor’ tiene muchos alicientes. Pero cuida más a unos personajes que a otros aparte de tener una cadencia muy flemática.
Ficha de la película
Estreno en España: 7 de julio de 2017. Título original:Duración: 106 min. País: Polonia, Suecia. Dirección: Tomasz Wasilewski. Guión: Tomasz Wasilewski. Fotografía: Oleg Mutu. Reparto principal: Julia Kijowska, Magdalnea Cielecka, Dorota Kolak, Marta Nieradkiewicz. Producción: Common Ground Pictures, Manana, Film i Väst. Distribución: Golem Distribución. Género: drama. Web oficial:http://commongroundpictures.com/main/
En 1948, cuando Stalin pone sus manos sobre Polonia, el famoso pintor Wladyslaw Strzeminski se niega a comprometer su arte con las doctrinas del realismo social. Perseguido, expulsado de su puesto en la universidad, es de repente borrado de los muros de los museos. Con la ayuda de algunos de sus estudiantes, comienza a luchar contra el Partido y se convierte en el símbolo de una resistencia artística contra la tiranía intelectual.
Crítica
El crepúsculo de un artista exento de afán.
Sabéis de estas películas que se dice tienen sabor académico o que están realizadas con un estilo a la antigua, pues en esos grupos podemos incluir a ‘Los últimos años del artista: Afterimage’. Y no lo digo porque la elaborase un director a sus noventa años de edad, poco antes de morir. La película del director polaco Andrzej Wajda está narrada con el estilo de una vieja escuela que ha de renovarse. Me parece bien que un polaco quisiese homenajear a otro polaco, pero hay maneras y maneras. Rodar los últimos días de un artista de un modo tan poco apasionado y monótono me parece un vago o flojo honor. Como mínimo cuando se pretende alabar la obra de un creador se tiene que intentar transgredir. Con ese verbo me refiero a traspasar ciertas barreras que hagan que el espectador se sorprenda, que establezca un vínculo con el protagonista e incluso se innove . Sobre todo si es el caso de Wladyslaw Strzeminski, el cual he sabido gracias al filme que suscitó una corriente que iba en contra de todo lo que le imponían. La película informa pero no va más allá.
Como imagen posterior a su muerte queda más plasmada la influencia que ejerció en sus alumnos o las fundaciones que creó, más que su propia obra artística. Su visión vanguardista chocaba con la que quería el régimen comunista. Es por ello que sistemáticamente le impidieron hacer su arte y por consiguiente le quitaron el trabajo que le daba de comer. También estaba en contra de obligar a los artistas a ejercer un estilo predefinido evitando que estos experimentasen y creasen nuevas corrientes. Esto se plasma tal cual en la película, pero de un modo tan invariable que se hace casi soporífero. Hasta que no llegamos a los títulos de crédito no se juega con su arte, pese a que si tenemos algunos retazos de sus teorías.
A Strzeminski le faltaban la pierna derecha y el brazo izquierdo. Uno de los méritos ha sido conseguir con esas técnicas de antaño recrear dichas carencias de miembros. La elección de planos, el juego con la escenografía, el vestuario… todo ello se ha empleado para imitar la invalidez del pintor. Si en su época hubiesen existido las redes sociales seguramente habría podido salir victorioso de su pulso contra la autoridad. Pero no era así y su popularidad no fue suficiente como para ganar más incondicionales. Esto también es mérito de Wajda, reflejar otra etapa de la historia polaca y otra de las caras del régimen de Stalin.
Me parece que la obra del ya difunto Andrzej Wajda tendrá buena acogida entre los círculos más experimentados en las bellas artes o en su propio país. Aparecen obras del autor como los collages sobre los judíos o la Sala neoplástica, la cual hace poco se recreó en el Museo Reína Sofía. Si estáis leyendo esta crítica por vuestra afición a las artes plásticas o al propio Strzeminski quizá deberíais saber que la exposición aún está abierta. Tal vez si me sumerjo un poco en ella aprecie más la película, pero mis pegas están más relacionadas con la narración cinematográfica, no con lo que he aprendido del artista.
Tristemente la ficción se ha ligado a la realidad y el título de ‘Los últimos años del artista’ puede hacer referencia tanto al director como al personaje retratado. Lo que queda claro tras visionar el filme es que ambos representaban mucho para Polonia y para ciertos sectores del mundo artístico.
Ficha de la película
Estreno en España: 30 de junio de 2017. Título original: Powidoki (Afterimage). Duración: 98 min. País: Polonia. Dirección: Andrzej Wajda. Guión: Andrzej Wajda. Música: Andrzej Panufnik. Fotografía: Pawel Edelman. Reparto principal: Boguslaw Linda, Aleksandra Justa, Bronislawa Zamachowska, Szymon Bobrowski, Mariusz Bonaszewski, Tomasz Chodorowski, Izabela Dabrowska, Aleksander Fabisiak, Paulina Galazka, Filip Gurlacz. Producción: Akson Studio, TVP – Telewizja Polska, Instituto Audiovisual Nacional (NINA), PISF, Tumult Foundation. Distribución: Sherlock Films. Género: drama, hechos reales. Web oficial: http://www.sherlockfilms.com/pelicula/530/los-ultimos-anos-del-artista-afterimage/
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