Crítica: ‘MaXXXine’

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Hollywood, años 80 del siglo pasado. Maxine Minx, estrella del cine para adultos y aspirante a actriz, tiene por fin su gran oportunidad. Pero mientras un misterioso asesino acecha a sus compañeras, un rastro de sangre amenaza con revelar el siniestro pasado de Maxine.

Crítica

Culmina un homenajea al género que ha estado plagado de elegancia y feroz intensidad

El filme que hoy nos ocupa pertenece a una saga que por lo menos en España ha sido bastante maltratada, por sus distribuidoras y por el público ajeno al género. ‘MaXXXine’, de Ti West, constituye el cierre de una trilogía que comenzó con ‘X’ y continuó con ‘Pearl’. Ambas se pueden disfrutar de manera independiente y en cualquier orden, pero en el caso de este tercer título conviene ponerse en precedentes. El talento de Ti West y su capacidad para crear secuelas espirituales han hecho que este estreno sea todo un evento muy esperado para los seguidores de este director, yo entre ellos, reconozco. Esta trilogía ha sido destacada por su enfoque en el horror psicológico y su homenaje a diversas eras del cine de terror. Para entender ‘MaXXXine’, es esencial conocer el viaje que nos lleva hasta aquí, es decir, saber destilar los elementos de varios géneros. Para disfrutarla en todos sus niveles sería recomendable haber visto sus predecesoras, solo así se puede apreciar la evolución tanto de la narrativa, como de la protagonosta, como del estilo visual y temático de West.

Ti West nos ha hecho saltar por diferentes épocas materializando un auténtico viaje generacional. Cada película, aunque conectada temáticamente, presenta una estética y un enfoque narrativo distintos, permitiendo a los espectadores experimentar una evolución en la forma y el contenido que es rara vez vista en series de películas de terror. De los setenta retrocedimos a la época del Technicolor y ahora le toca a los transgresores años ochenta. Si con ‘X’ incluyó el grano y la estética del cine de explotación y con ‘Pearl’ nos saturó de color cincuentero, con ‘MaXXXine cada imagen y sonido trata de capturar la vibrante pero superficial atmósfera de la cultura pop de los 80, sobre todo del Grindhouse. La fotografía y la banda sonora reflejan este cambio, con colores neón y una sensación general de exceso y decadencia que caracterizan la década. Por lo tanto además del trabajo del director hay que adular por igual a quienes se han encargado de fotografía y música, Eliot Rockett y Eliot Rockett respectivamente. Y no me quiero olvidar de los prostéticos, aquellos que nos hacen creer que estamos viendo tripas, cerebros y sangre, pues son realmente impactantes.

Los leitmotivs de esta trilogía son varios. El crimen salvaje, la búsqueda de la fama, la pornografía, la locura, la hipocresía del público de cine adulto y el miedo a la vejez predominan a lo largo de la trilogía. En común también hay algunos planos calcados que evidentemente cambian su escenografía. A parte de tocar el caso real de Richard Ramirez, una de las principales diferencias entre ‘MaXXXine’ y las dos primeras películas es su enfoque en la industria del entretenimiento y su carácter de historia negra y detectivesca. En lugar de un entorno rural o aislado nos trasladamos a la gran ciudad, cambiando el escenario y aumentando notablemente el número de personajes. Mientras ‘X’ y ‘Pearl’ exploran el horror que emerge de la represión y el aislamiento, ‘MaXXXine’ aborda el lado oscuro de la búsqueda de la fama y el éxito en un mundo despiadado y competitivo. Ti West utiliza esta ambientación para profundizar en temas de identidad, ambición y el costo personal de perseguir los sueños en una ciudad que puede consumir a sus habitantes. Esto último nos aporta como novedad un reparto que pone la guinda al pastel (ver ficha al pie de esta crítica).

La trilogía en su conjunto muestra la versatilidad de West como director y su habilidad para explorar diferentes subgéneros del terror con una sensibilidad única. Además supone una vuelta de tuerca a un género que casi siempre es tachado de superficial y gratuito. ‘MaXXXine’ se destaca no solo por cerrar la historia de manera más o menos satisfactoria, sino por hacerlo con un estilo propio que ofrece una mirada crítica a la cultura de los 80 y a los costos personales de la ambición desmedida. De ahí que abra con una frase de Bette Davis que reflexiona sobre el concepto y el tratamiento que le da la sociedad a las estrellas.

Evidentemente la otra constante, indispensable y a subrayar en color fluorescente, es Mia Goth. En ‘MaXXXine’ brilla al llevar más allá su exploración del personaje que comenzó en ‘X’ y ‘Pearl’. Se percibe una continuidad en cuanto al estudio de personajes desquiciados por los motivos que enumeraba antes como leitmotiv. Su interpretación en esta tercera entrega ejecuta una evolución palpable de Maxine Minx, profundizando en su complejidad emocional y resiliencia al límite. Goth demuestra una versatilidad impresionante, manteniendo la continuidad de sus personajes previos mientras aporta nuevas dimensiones. Aunque a muchos les parecerá algo excesivamente intenso, su capacidad para transmitir vulnerabilidad y fortaleza a la vez es un testimonio de su talento, consolidándola como una actriz destacada en el género de terror contemporáneo.

Había una pregunta en el aire que debía responderse tras ver ‘MaXXXine’. ¿Qué pretendía Ti West con esta trilogía? Cabría esperar una reflexión mayor y podría decirse que es un homenaje al cine, sobre todo un tributo a la evolución del cine de terror y una exploración profunda de los miedos y deseos humanos. Más allá de la evidencia de ‘Psicosis’ está el detalle de la colilla en la estrella de Theda Bara. Así mismo es una forma descarada de vanagloriarse de un talento, de esos que es siempre capaz de explotar A24. Ti West entrelaza horror y arte en una sinfonía cinematográfica. Quizá no vuelva a alcanzar nunca estos niveles, pero sin duda con este trío de películas, más allá de poder consolidar a este director como una estrella del género, se ofrece una experiencia cinematográfica rica y multifacética que dejará una marca indeleble en el cine de terror contemporáneo.

Ficha de la película

Estreno en España: 23 de agosto de 2024. Título original: MaXXXine. Duración: 103 min. País: EE.UU. Dirección: Ti West. Guion: Ti West. Música: Tyler Bates. Fotografía: Eliot Rockett. Reparto principal: Mia Goth, Elizabeth Debicki, Halsey, Lily Collins, Kevin Bacon, Giancarlo Esposito, Moses Summey. Producción: A24, Motel Mojave, Access Entertainment, New Zeland Film Commision. Distribución: Universal Films. Género: terror, suspense. Web oficial: https://a24films.com/films/maxxxine

‘La reina del porno’ llega a Filmin

Una feminista que construyó un imperio basado en el deseo

La plataforma de contenido en streaming, Filmin, estrena el próximo jueves 25 de mayo el documental ‘La Reina del Porno’ (‘Queen of the Deuce’ según su título original), dirigido por Valerie Kontakos. La película mezcla imágenes de archivo, secuencias de animación y entrevistas para rescatar del olvido a una de las figuras más apasionantes de la contracultura neoyorquina, la empresaria de origen griego Chelly Wilson, cabeza visible y promotora del apogeo de la industria del porno en los años 70. Fundadora de la productora Chellee Films y propietaria de, entre otras, la sala The Cameo (que programaba cine X de lunes a viernes y películas familiares los fines de semana), Wilson tuvo una vida fascinante que este documental pretende dar a conocer al gran público.

La directora Valerie Kontakos la conoció de cerca, ya que con apenas 16 años trabajó como taquillera en The Cameo en las sesiones familiares de los domingos. “Estaba fascinada con ella en aquella época, me encantaba verla interactuar con las personas del negocio. Yo soñaba con ser una mujer fuerte e independiente, y Chelly personificaba todo aquello que yo quería llegar a ser como mujer”, recuerda. En el contexto del auge del feminismo, la revolución sexual y el orgullo gay de los años 70, Wilson fue una feminista poco convencional que se convirtió en la reina de The Deuce, la zona de salas de cine porno y teatros en la Calle 42 de Times Square que David Simon recreó en la conocida serie del mismo nombre.

La animadora canadiense-india Abhilasha Dewan ha sido la encargada de dar vida a la versión animada de Chelly Wilson. “Quería que Chelly fuese un personaje vivo en la película, y la animación nos lo permitía. El montador, Rob Ruzic, ha hecho un trabajo estupendo al mezclar el archivo de audio del que disponíamos con la imagen animada, de tal manera que Chelly ha cobrado vida”, explica la directora. A pesar de que la abundancia de material permitía hacer una película de ficción o incluso una serie, Kontakos tenía claro que no quería abordar la figura de Wilson desde los mecanismos del biopic clásico: “Simplemente quería que la gente la viera como yo la vi y transmitir lo que significó para mí y lo que aprecié de ella”, concluye.

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