La parte más taciturna, insultante y sangrienta de Groening
Con el estanqueamiento y repetitividad de los argumentos de ‘Los Simpson’ y la cancelación de ‘Futurama’ los fans de Matt Groening ya echaban en falta su humor sarcástico y su crítica. A través de Netflix y a partir del 17 de agosto podremos ver ‘(Des)encanto’ con hasta 10 episodios que mostrarán una cara un tanto diferente pero no del todo cambiada del dibujante y productor que ha marcado la vida de generaciones y generaciones amantes de las historias mordientes.
Esta serie es una pesadilla para todos aquellos amantes de la tradición caballeresca y para todo mecanógrafo y maniático del SEO, dicho sea de paso dada la forma de su título. Pretende entretener desbaratando los moldes de la fantasía medieval como lo hacen otras muchas producciones que se encuentran actualmente en activo o que hemos visto no hace mucho tiempo. Pero al contrario de estas rebaja el ritmo desenfrenado de la narrativa. Se agradece este encuadre más pausado que nos permite disfrutar algo más de la historia, de las localizaciones y los detalles, aunque respecto a esto último a veces no haga falta ya que hay algunos escenarios muy pobres y otros muy ricos, el contraste es muy alto.
Antes he comentado que las aventuras narradas en los episodios son continuistas entre sí, pero los capítulos cuentan hazañas cerradas y de corta duración, por lo que la serie se sigue con facilidad. Esto es debido sobre todo a que sus tres protagonistas están muy bien elaborados. La princesa Bean posee un carácter irreverente y rebelde, bastante (des)carado que alza una voz contra los estereotipos y las tradiciones de la manera más tosca posible. El elfo llamado Elfo con su inocencia torpe genera todo tipo de (des)calabros y malentendidos muy propios para los que gusten del humor negro. El demonio Luci aporta la sutileza, la (des)gana y lo tétrico a la serie. Personaje, quiero añadir, de ominosas pretensiones que todo el mundo está tomándose a la ligera en el reino y que seguramente al final de la temporada la liará parda.
Todo el diseño para este nuevo mundo es bastante atractivo y nos puede retraer a antiguos cuentos y fábulas, obviamente bastante trastornados. Y bonito o sencillo es también el opening construido a base de siluetas y música de acordeón y trombones. Se ha compuesto una canción diferente pero que no creo que se tararee mucho. Para lo que si que habrá más pegas es para la música que no es muy ágil, no acompaña demasiado a la acción de la historia. El compositor es Mark Mothersbaugh y ha tenido trabajos más acertados, incluso en la recientemente estrenada ‘Hotel Transilvania 3’.
Ahora que están tan presentes movimientos como el Meetoo la protagonista de ‘(Des)encanto’ quizá parezca creada a imagen de esas demandas. Pero no olvidemos que esta es una serie de Matt Groening y ya lleva años acostumbrándonos a personajes femeninos destacados como Lisa, Marge o Leela. Es más el papel principal en esta serie, aunque es para Bean casi se reparte a partes iguales y no concede el protagonismo de manera complaciente.
Las series de Groening han ido evolucionando indudablemente para un público más adulto o mejor dicho a menos aptas para niños. Definitivamente ‘(Des)encanto’ es diferente a lo que ha hecho Groening hasta ahora y es distinta a las series actuales. Solo falta ver cuál es su progresión y cuál es la acogida entre el público. Por mi parte espero ansioso ver los ocho episodios restantes para resolver el destino de Bean como princesa de Dreamland, para saber las intenciones reales de Luci o para esperar si finalmente Elfo se ve obligado a regresar a su vida de elaborador de golosinas felices.