Han pasado casi tres años desde que os informamos de las intenciones de Netflix de adaptar ‘El club de los Lectores criminales’. Hoy hemos recibido aviso por parte de la plataforma de que ya tienen fecha de estreno para este largometraje que han orquestado junto con Brutal Media. Será el próximo 25 de agosto cuando se estrene a nivel mundial la película que ha escrito el propio autor de la novela, Carlos García Miranda.
El bestseller de Crossbooks (‘Grupo Planeta’) ha sido adaptado por Carlos Alonso-Ojea. Este slasher está protagonizado por Veki Velilla (‘Miamor perdido’), Álvaro Mel (‘Un cuento perfecto’), Ivan Pellicer (‘Sagrada familia’), Hamza Zaidi (‘El Príncipe’), María Cerezuela (‘Maixabel’), Ane Rot (‘Élite’), Carlos Alcaide (‘La edad de la ira’), Priscilla Delgado (‘Abracadabra’) y Daniel Grao (‘El árbol de la sangre’), entre otros.
Sinopsis oficial:
Ocho jóvenes estudiantes universitarios se reúnen cada semana en un club de lectura para compartir su pasión por la literatura de terror. Tras ser cómplices de una broma de disfraces que termina en fatídico accidente y en un pacto de silencio, el grupo de jóvenes se verá amenazado por un escritor anónimo que desea desvelar su oscuro secreto. Su acosador amenaza con publicar en las redes sociales una sangrienta novela de terror basada en ellos. A cada capítulo uno de ellos morirá. Mientras desconfían unos de otros, el grupo de jóvenes empezará una lucha por la supervivencia en pleno campus universitario. Cualquiera de ellos podría ser la próxima víctima… o el asesino.
La serie de Amazon Prime Video sobre un grupo dedicado a localizar personas
La serie ‘Desaparecidos’ comienza a emitirse en Amazon Prime Video el próximo 19 de junio. Una producción en la que nos unimos al Grupo 2 de la Brigada Central y a una ONG para afrontar diferentes casos de desapariciones. Pero también para conocer a sus agentes y su manera de proceder. La serie, que os comentamos aquí en profundidad, está protagonizada por Michelle Calvó, Elvira Mínguez, Maxi Iglesias, Juan Echanove, Chani Martín y Amanda Ríos, además de otros muchos actores que aparecen eventualmente en cada capítulo.
Hemos podido hablar con Maxi Iglesias (‘Valeria’) y Elvira Mínguez (‘Veneno’) y nos hablan de los pormenores de esta nueva ficción con mucho de real.
Unos desaparecidos con los que merece la pena que os encontréis
El próximo 19 de junio se estrena en Amazon Prime Video España la serie ‘Desaparecidos’. Una ficción con mucha realidad en ella y que no tiene nada que envidiar a series del tipo ‘Sin rastro’ o ‘Caso abierto’. Hemos visto cuatro de los trece episodios que tiene y sigue los mismos patrones de ese tipo de producciones norteamericanas, pero siguiendo una tónica más íntima y continuista con respecto a los agentes que reconstruyen los puzles y rastros de la gente que se ha perdido.
“Nosotros seguimos buscando” es el lema del Grupo 2 de la Brigada Central, es casi el mantra de su jefe (Juan Echanove). ¿Quién sabe dónde? ¿Os acordáis del programa de Paco Lobatón? Pues ellos hacen lo mismo, pero de manera mucho más activa, sin montar un show y con trabajo de campo. Tratan los casos más inauditos de desaparecidos implicándose a veces demasiado, ¿o no?, esa es la preguntan que a veces nos lanzan.
Cada episodio dura entorno a hora y diez minutos. En ese tiempo se enfrenta a una media de tres desapariciones por capítulo, no parecen excesivas cuando descubrimos que solo en diciembre del año pasado se registraron casi 2500 denuncias desaparecidos en España. Y se pasan las horas volando. Los incidentes escogidos para ‘Desaparecidos’ están muy diferenciados entre sí. Son todos distintos, interesantes e incluso originales, la variedad de la serie la hace entretenida, aunque si que es verdad que en algún caso pronosticable.
Por norma general se suele distinguir una producción europea de una estadounidense en que nos solemos mojar más, tratamos de incluir temas más comprometidos y de manera más concienzuda. Ese es el caso de ‘Desaparecidos’, que ahonda en cuestiones de todo tipo. Es algo que Mediaset busca muchas veces con sus películas (véase ‘Adú’), ojalá tuviese la misma calidad humana en sus shows. Quizá es por eso que parte del peso de esta serie recae en una pequeña ONG que colabora con la policía. También hay una buena diferencia con series de este género cuando comprobamos que las distintas caras conocidas que se van incorporando no tienen porqué ser las malas de la historia y cuando todo transcurre con buen ritmo sin necesidad de aturdirnos con flases, zooms y recreaciones casi de ciencia ficción.
Curro Royo (‘Servir y proteger’, ‘Cuéntame’) es el creador de esta serie que parte de una idea de Javier Ugarte (‘Justo Antes de Cristo’), Jorge Guerricaechevarría (‘Quien a hierro mata’) y Patxi Amezcua (‘Séptimo’). La concepción de la serie persigue lo humano por encima de lo procedimental. Ahonda muy bien en este tipo de sucesos y en sus momentos clave, cuando afloran los miedos, los remordimientos, las tensiones, el agobio, la culpa e incluso los prejuicios.
Se ha contado con tres directores para realizar los episodios. Según que entrega está a la batuta Miguel Ángel Vivas (‘Tu hijo’, ‘Vis a Vis’), Inma Torrente (‘Servir y proteger’, ‘Los misterios de Laura’) o JacoboMartos (‘Allí abajo’). Vivas dirige los tres primeros y los dos últimos, Torrente y Martos se reparten el resto de la serie. El director sevillano vuelve a demostrar que se mueve bien en historias policíacas, buscando siempre acertádamente los detalles importantes y sin meter relleno. Me ha chiflado el plano secuencia del segundo episodio en el que asistimos a un interrogatorio “fallido”.
Realmente quien suele ser más protagonista en los episodios son Michelle Calvó y Maxi Iglesias. La primera siendo bastante veraz con todas las facetas de su personaje y el segundo luchando infructuosamente contra su imagen de guaperas irreverente de instituto. Pero no hay que perder de vista toda la historia de Elvira Mínguez, pues la lleva de manera magnífica, lidiando con su propia pérdida y con todas las que gestiona desde su ONG montada en una panadería.
No he podido evitar poner especial atención en Chani Martín. Aunque ya le había visto en ‘Campeones’, ‘Lo nunca visto’ o ‘Tarde para la ira’ me fijo especialmente en él desde que me hizo reír en ‘Justo antes de Cristo’ y desde que sé que es el protagonista de la próxima película de Javier Fesser, ‘Historias lamentables’. Lamentable es que no hayamos podido ver aún esa película que espero como agua de mayo y lamentables también son los casos a los que se tiene que enfrentar, a si es que esta vez he podido ver una faceta menos cómica de este actor que creo que debería estar más valorado y aquí hace las funciones de secundario con toques cachondos o campechanos.
Quizá la serie redunda demasiado en el tema al introducir eventos de desapariciones hasta en la vida de varios de sus protagonistas. Quizá también se ceben demasiado con el distrito sur o con Vicálvaro, en este tipo de series siempre se ven rencillas entre departamentos. Pero está hecha desde una sinceridad bastante patente enriquecida además en cada episodio con nombres como Luisa Gavasa, Nerea Barros, Paco Manzanedo, Sonia Almarcha, PolMonen, Armando del Río, Diana Palazón, José Luis Torrijo, Ismael Martínez… Vedla.
Desde el pasado 13 de marzo podemos ver seis nuevos episodios con una duración de media hora cada uno de ‘Justo antes de Cristo’, la serie creada por Juan Maidagán y Pepón Montero. Una segunda y última temporada, como se afirma desde Movistar+, que fue rodada junto a la primera hace ya más de un año. Capítulos que en esta ocasión están dirigidos por Nacho Vigalondo y Montero a partes iguales.
El protagonista vuelve a ser Manio Sempronio (Julián López) que sigue en el exilio, encerrado en el campamento militar tratando de levantar el buen nombre de su familia. Como parte de la gens Sempronia sigue intentando subir puestos en el escalafón, ser el mejor patricio que su madre pudiera soñar. Pero él sigue siendo un refinado hombre de letras que no tiene idea de nada y que hace el ridículo hasta cuando consigue matar a un rey. Julián López sigue llevando bien el peso del protagonismo, eso lo vais a ver también cuando se estrene ‘Operación Camarón’.
Como dije en mi reseña de la primera temporada de ‘Justo antes de Cristo’ hay algo que estoy seguro que veníamos teniendo mucho antes de que los romanos tomasen la península ibérica: las ganas de reírnos hasta de nosotros mismos. Lo estamos viendo en plena crisis sanitaria provocada por el coronavirus y ahora la serie de Montero y Maidagán (‘Camera café) viene como tantas otras a recordarnos nuestro espíritu paródico. Además con un segundo episodio que a colación del coronavirus parece premonitorio y todo.
Con la primera parte me entretuve bastante, pero este segundo tramo ha sido más divertido, con una comicidad más hilarante e inesperada, aunque con algunos chistes que erran el tiro. Se han dejado las tramas más graciosas y los momentos más desconcertantes para el final. Sempronio se cruza con OVNIS, videntes, dobles y hasta un compañero que se parece sospechosamente a Hitler. Como anteriormente lo más gracioso de esta serie es su capacidad para mezclar nuestra cotidianidad actual con la de la antigua Roma, a veces con la picardía de los Monty Python y otras con la candidez de ‘Astérix y Obélix’. De hecho también rompe los esquemas históricos o casi rompe la cuarta pared hasta tal punto de llamar «dioses crueles» a los guionistas. Escritores que han hecho de nuevo de las suyas y nos devuelven a esos españoles del Vicks Vaporub, del critiqueo y el cotilleo y del «esta la pago yo» con la boca chica.
‘Justo antes de Cristo’ no cambia en cuanto a localizaciones. Seguimos con el mismo escenario y la trama muda pocas veces de emplazamiento para llevarnos a algún exterior o a alguna ubicación recreada por ordenador, creo que por User T38. En ese sentido si habéis visto la primera parte sabéis lo que hay.
Como en la anterior temporada acompaña a Julián López un reparto versado en la comedia y muy efectivo. Xosé Touriñán, Cecilia Freire, Priscilla Delgado, Eduardo Antuña, CésarSarachu, AníbalGómez, Marta Fernández Muro, Chani Martín… Y entorno a los personajes principales, como en la primera parte, nuevos individuos de hace más de dos mil años interpretados por rostros conocidos, Esteso o PepínTre entre otros. Y si dije de los primeros episodios que lo mejor era cuando estos personajes nos llevaban al absurdo y que uno de ellos había sido Javier Botet ahora tengo que decir que el augur que interpreta Luis G. Gámez es el que trae algunos de los momentos más divertidos.
Esta nueva tanda de episodios van mucho sobre la decepción. En vez de centrarse en cómo supone un continuo chasco el personaje de Manio trata sobre cómo a él le falla la propia historia de su familia, de cómo se tienen que bajar de un pedestal a los mitos y de lo que se puede desdibujar una vida en busca de un supuesto sueño. Con todo esto ‘Justo antes de Cristo’ hace una crítica a la política actual, trata sobre nuestra sociedad, destaca el papel de la mujer o se mete incluso en temas sobre la posverdad y las tergiversaciones históricas. Si nos van a seguir cambiando así la historia por mi vamos para delante, o para atrás… según como se mire.
El 13 de marzo volvemos con los romanos más patéticos de la televisión
Julián López vuelve a protagonizar la serie y creada por Montero y Maidagán para Movistar+. ‘Justo antes de Cristo’ terminará con una segunda temporada que contará también con Xosé Touriñán, Cecilia Freire, Priscilla Delgado, Eduardo Antuña, César Sarachu, Aníbal Gómez, Manolo Solo y Marta Fernández Muro. Con la colaboración especial de Fernando Esteso y Raúl Cimas.
En esta ocasión Nacho Vigalondo ha co-dirigido la serie y nos van a contar como la vida se le complica aún más a Manio Sempronio. La Guerra Civil, asesinatos, secuestros, la gripe -que viene fuerte ese año-, los tracios, las tracias, espías, maridos suspicaces, bardos, un gigante, un augur chocho, Marco Antonio -también un poco chocho-, Octavio, un tío que se parece a Hitler, extraterrestres… Un lío. Al final, tendrán que poner orden los dioses y Manio podrá ajustar cuentas con su pasado y con su padre, “El Magnífico”.
Una de romanos agobiados y espectadores tronchados
Los romanos nos dieron los acueductos, los alcantarillados, las carreteras, la irrigación, la sanidad, la enseñanza, el vino… Pero fijo que la parodia, la burla, la caricatura… el tomarnos todo con sentido del humor, en resumen, es algo que ya lo teníamos muy arraigado. Que somos expertos en reírnos de nosotros mismos hasta en la peor de las situaciones no nos lo niega nadie, fijo que es algo muy nuestro. El protagonista de la nueva serie de Movistar+, Manio Sempronio (Julián López) es incapaz de reírse de su situación pero la serie sí que se burla de los dolores actuales desde una época muy antigua. El próximo 5 de abril Movistar+ estrena ‘Justo antes de Cristo’. Quizá no es tan buena como la película de los Monty Python a la que he hecho alusión y no sigue su estilo pero tiene a bien seguir esa estela tan memorable de parodias de época que aprovechan tiempos lejanos para forjar un espejo en el que vernos.
A través de recursos como el sarcasmo, la sátira, el patetismo e incluso la hipérbole llegamos al humor. No es una serie que constantemente nos haga reír pero si tiene muchos buenos momentos. Sobre todo se centra en identificar males actuales, en representar valores como la dignidad, el pundonor o en resaltar la presión a la que somete la sociedad y la familia. Tiene personajes de casi toda índole. La mayoría tiene taras de algún tipo: borrachos, tontorrones, sexualmente propensos, con aires de grandeza, violentos, desorientados, verborréicos… Entre todos nos alternan las clases de comedia.
‘Justo antes de Cristo’ cuenta la historia de un romano que comete un grave error y es obligado a suicidarse. Haciendo un gesto que le tacha de cobarde en aquella época y que deshonra a su familia elige una vía que le destina a fronteras bárbaras. Allí debe hacer méritos para restaurar el pundonor de sus antepasados. Pero él siempre ha sido un inútil cuyas empresas han sido siempre erradas y el lugar en el que acaba le es hostil y ajeno por lo que las perspectivas no le son nada halagüeñas. Como veis la sinopsis pinta bastante ridícula, pero lo es aún más el protagonista y los que le rodean, a si es que risas no faltan.
Hemos visto 4 de los 6 episodios que tiene la serie. Cada capítulo dura 25 minutos y en ellos Borja Cobeaga demuestra al igual que en ‘Superlópez’ o en ‘Ocho apellidos’ que sabe mirar con un prisma distinto nuestra sociedad. Cobeaga sigue en su línea de humor caricaturesco y esta vez se lo toma con perspectiva histórica. Junto a él dirige Pepón Montero quien con Juan Maidagán ha escrito y creado la serie. Son dos escritores que con su comedia siempre sacan partido a las situaciones más cotidianas y además las ponen en contexto con temas de actualidad, rara vez politizadas, es algo que aprecio de la serie, no empuña ningún tipo de discurso políticos, va más por derroteros costumbristas o domésticos.
‘Justo antes de Cristo’ tiene a Julián López como protagonista y se le ha unido una legión de nombres como Xosé Touriñán, Cecilia Freire, Priscilla Delgado, Eduardo Antuña, CésarSarachu, AníbalGómez, ManoloSolo o Marta Fernández Muro. Aparecen también ArturoValls y Javier Botet o los jovencísimos Claudia Placer y Julio Bohigas-Couto. Realmente habría que decir que los dos protagonistas son Julián López y Xosé Touriñán funcionando casi como duo cómico. Como amo y esclavo se aventuran en tierra desconocida y el uno funciona como conciencia o consejero del otro. Aunque obviamente Julián López es quien tiene todo el peso de la historia, con un héroe cuyo éxito va y viene, por eso necesita a su fiel compañero para desfogarse. Ambos actores tienen escenas o momentos que me han hecho reír y además se pueden permitir conservar algo de su vis cómica. Me gusta ver por otro lado, permitidme el comentario fan, que los cómicos chanantes van ganando su peso en series y películas, que se van haciendo con papeles protagónicos.
Los mejores momentos de la serie son aquellos en los que el absurdo se hace más extremo. Como el que protagoniza Javier Botet. Grandísima secuencia la que nos brinda, sin duda de las mejores de entre las que hemos visto en los cuatro primeros episodios. La senectud del personaje César Sarachu, el alcoholismo y guerrerío del de Manolo Solo (que parece Cersei), la paciencia intimidatoria del de Cecilia Freire o la inutilidad del de Eduardo Antuña también dan su juego.
La ambientación está muy bien lograda. La variedad de escenarios es escasa pero los decorados y efectos especiales no tienen nada que envidiar a las superproducciones. La Comunidad de Madrid se ha transformado en la antigua Tracia y se ha ocupado por un antiguo y realista campamento de legionarios romanos. Todos ellos muy variadamente y bien vestidos para la ocasión.
Tratar con frivolidad temas como la muerte, la guerra o el desamor siempre ha permitido mirar con sentido del humor la vida. Nuestros protagonistas, al igual que muchos de nosotros en la actualidad están sometidos a presión y estrés. Ellos no se ríen pues se juegan su vida o su posición social pero Cobeaga, Montero y Maidagán nos lo posicionan tan bien como siempre que la carcajada está servida.
Podremos ver el próximo 5 de abril la nueva serie protagonizada por JuliánLópez en Movistar+. Se estrenará la primera temporada de ‘Justo antes de Cristo’, compuesta por 6 episodios de 25’ de duración. La serie estará disponible al completo en el servicio bajo demanda de la plataforma española. Movistar resume esta producción como «una comedia de romanos sin referentes sobre los clásicos estreses de la vida moderna Justo antes de Cristo». Ya nos adelantan que en realidad está compuesta por un total de 12 episodios divididos en dos temporadas que se han rodado a lo largo de 2018.
Montero y Maidagán, conocidos por la serie ‘Cámera Café’ o el largometraje ‘Los del túnel’ son quienes han creado esta comedia siendo fieles a su estilo personal. Borja Cobeaga, que codirige esta primera temporada junto a Pepón Montero, apunta que se trata de «una comedia hecha en serio, con situaciones desternillantes y un tono que oscila entre lo creíble y lo demencial: diálogos disparatados, intrigas palaciegas, persecuciones y asesinatos para una serie que tiene de todo».
En palabras de sus creadores, Montero y Maidagán, «‘Justo antes de Cristo’ es acción con límites, muertes por daga, por cicuta, por una caída tonta, personajes de bajón, familias mosqueadas, peleas entre primos, un héroe que no tiene media hostia, sandalias que hacen rozadura, soldados sin tono muscular, excursiones al monte, tensión sexual en un capítulo, en otro, todos con gripe, un enemigo majísimo, un General que no se entera y el recuerdo de un huerto de melocotones…».
Julián López interpreta al protagonista, Manio Sempronio Galba, un neurótico del siglo XXI que vivió hace más de 2000 años, obligado a recuperar el honor perdido de su familia. ‘Justo antes de Cristo’ narra las aventuras de este desastroso patricio romano en la legión del General Cneo Valerio (interpretado por César Sarachu), desplazada en el lejano frente de Tracia, territorio hostil y exótico que se ha reproducido en parajes naturales de la Comunidad de Madrid y áreas colindantes. Xosé Touriñán será Agorastocles, un nombre sencillo para un personaje complejo, un esclavo dividido entre dar parabienes a su dueño o hacer lo posible para que impere el sentido común.
El principal reparto de esta comedia coral está listado más abajo con sus nombres romanos para ayudar a la memorización:
MANIO SEMPRONIO – Julián López (‘Perdiendo el este’, ‘Superlópez’)
AGORASTOCLES – Xosé Touriñán (‘Fariña’, ‘Los amigos- la pinícula’)
ANTONINO – Eduardo Antuña (‘Matadero’, ‘La Reina de España’)
VALERIA – Cecilia Freire (‘La otra mirada’, ‘Velvet’)
DOMICIA – Marta Fernández Muro (‘El fin de la comedia’, ‘Los del túnel’)
CORBULÓN – Aníbal Gómez (‘Ella es tu padre’, ‘Capítulo 0’)
GABINIO – Manolo Solo (‘Elisa y Marcela’, ‘La Peste’)
Sinopsis oficial:
Año 31 a. de C. Manio Sempronio, un acomodado patricio, mata sin querer a un senador y es condenado a muerte. Incapaz de acabar con su propia vida, pide que le conmuten la pena por cualquier cosa, lo que sea. Así es enviado como legionario a Tracia, la tierra donde su padre, El Magnífico, forjó su leyenda como militar.
A la carga de recuperar el honor familiar, hay que sumarle que le acompaña su esclavo Agorastocles: un amigo, un hermano… Otra carga. Éste tiene ambiciones propias que, como todo esclavo, sólo puede vivir a través de su amo.
En Tracia reina la calma desde hace décadas. El campamento es gobernado por el General de la Legión, un anciano al cuidado de su hija Valeria, mujer acostumbrada a los tejemanejes de Roma que lleva a su padre por donde quiere.
La llegada de Manio, desesperado por ser un héroe, pondrá patas arriba, en un tiempo record, tanto la estabilidad militar de la zona como la vida cotidiana de todos los allí destinados.
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