Impresiones de la serie ‘The Witcher’

Las novelas de Andrzej Sapkowski que se convirtieron en videojuego ahora son una satisfactoria serie

Allá por 1992 nacía la saga de Geralt de Rivia. El escritor Andrzej Sapkowski ponía en marcha una colección literaria que se ganó centenares de adeptos. Pero quizá fue quince años después con el lanzamiento del videojuego ‘The Witcher’ en 2007 cuando adquirió una relevancia y furor popular. Netflix se hizo eco y cargo del fandom de esta premiadísima saga y ha desarrollado la serie (para mejorar la que surgió previamente en Polonia bajo el nombre ‘The Hexer’) que se estrena hoy día 20 de diciembre de 2019.

En mi caso solo he leído las dos primeras novelas y probado el juego. Puedo entender el hype por la gran calidad de la versión para videoconsolas pero sinceramente, no por las novelas. De buenas a primeras los libros me parecieron una de las cosas más vagas que he leído en mucho tiempo. Se fundamentan excesivamente tanto en cuentos míticos (Aladín, Cenicienta, La Bella y la Bestia…) como en pilares de la fantasía como Dungeons & Dragons. Hasta el punto en que más que una inspiración son una adaptación. Casi te despistas más buscando el punto de interpretación de un clásico que conociendo los nuevos personajes. Sí que es cierto que según avanzas en el segundo libro se va descubriendo ya un nuevo universo, que seguro que se amplía en el resto de las novelas, pero que en su base resulta sobadísimo.

Si hay algo que hace bien la serie de Netflix es intentar eludir la mayor cantidad de referencias posibles a esas historias harto conocidas. Se percibe de dónde salen pero la manera en cómo se ha expuesto la trama hace que no sea tan evidente. La serie creada por Lauren Schmidt (‘The umbrella academy’, ‘Daredevil’) entremezcla las aventuras independientes del primer y segundo libro y consigue que aunque haya hazañas aisladas sí que tengamos una trama central mucho más identificable. Está montado de una manera diferente, al principio parece que ‘The Witcher’ es caótica e inconexa pero en el episodio 4 todo cobra más sentido para los profanos en las novelas o los juegos. En sus inicios parece que todo va a estar compuesto de lances independientes, pero según avanza la serie se va a haciendo ligeramente más compleja y vemos que todo está intrínsecamente relacionado.

La pregunta del millón es… ¿se parece al libro o a los videojuegos? Si que tiene ese aire de juego de rol, con múltiples personajes de diferente índole en un mundo fantástico con los que sentirse identificado. Pero a lo que más se asemeja es a las novelas, adaptando capítulos casi enteros y empleando sus momentos más identificativos.

‘The Witcher’ es una serie de 8 episodios en los que la aventura de capa y espada está muy presente. No sucede como en otras adaptaciones de novelas de fantasía como ‘El Señor de los Anillos’ o ‘Harry Potter’ en las que todos decíamos al unísono que estaba todo calcado. El estilo de Sapkowski es menos descriptivo y da menos lugar a ello. Pero si reconoces a los personajes nada más aparecer. La factura de la serie también se podría decir que varía de un escenario a otro o dependiendo de la trama. Se percibe el gasto económico pero hay momentos de auténtico bajón, sobre todo en lo que se refiere a lo visual y en interiores. Tal es así que podemos pasar de tener la sensación de estar al nivel de producción de ‘Juego de Tronos’ a encontrarnos casi siempre con el tono de series como ‘La leyenda del buscador’ o ‘Merlín’ e incluso a estar viendo un documental barato sobre la Edad Media.

El rodaje ha transcurrido entre Las Palmas y Europa del Este, como no podría ser de otra manera dada su ambientación y orígenes. Nos brinda paisajes muy logrados y adecuadamente manipulados por ordenador para conseguir una atmósfera oscura, medieval, mágica y en ocasiones triste. Se percibe que el dinero de la producción se les ha ido en pagar a Cavill y en muchas de las partes que contienen imágenes realizadas de modo digital. Esto se percibe sobre todo en los lugares que visita Geralt y en los monstruos a los que se enfrenta. Pero no todo es CGI, hay buen maquillaje, tipo ‘Ash Vs Evil Dead’, con criaturas de lo más asquerosas y sanguinarias que los lectores de las novelas o de las historias de fantasía van a reconocer.

Lo que echo en falta en una producción con tanta expectativa es más exigencia a las interpretaciones de protagonistas como Anya Chalotra (Yennefer) e incluso Henry Cavil. Eso y que se puliese la escenografía y los detalles de CGI algo más.

De la serie se salva sobre todo ver a Cavill haciendo salvajadas con la espada, para los que gozamos de la sangre y las contiendas encarnizadas la serie tiene también en todos los episodios buenos momentos. Me ha gustado el cómo se ha adaptado el lenguaje literario a serie, dándole a todo un ritmo más ágil y aportando más detalles según avanzamos. El reparto no tiene actores archiconocidos a parte del actual Hombre de Acero pero gana con personajes como Jaskier (Joey Batey), que me parce el mejor interpretado. Buena elección la de este actor que está versado en este tipo de series y además es capaz de leer idiomas medievales en la vida real. Seguro que la canción que le compone al brujo la vais a tener pegada a la cabeza y van a surgir decenas de covers (espero alguno en modo heavy metal). ¡Toss a coin to your witcher!

Crítica: ‘El fotógrafo de Mauthausen’

Sinopsis

Clic para mostrar

Con la ayuda de un grupo de prisioneros españoles que lideran la organización clandestina del campo de concentración de Mauthausen, Francesc Boix (Mario Casas), un preso que trabaja en el laboratorio fotográfico del campo arriesga su vida al planear la evasión de unos negativos que demostrarán al mundo las atrocidades cometidas por los nazis en el infierno del campo de concentración austríaco. Miles de negativos que muestran desde dentro toda la crueldad de un sistema perverso. Las fotografías que Boix y sus compañeros lograron salvar fueron determinantes para condenar a altos cargos nazis en los juicios de Núremberg en 1946.  Boix fue el único español que asistió como testigo.

Crítica

Buena fuente de partida pero un agua demasiado dulce de beber

Mar Targarona vuelve a las carteleras tras ‘Secuestro’ y lo hace de nuevo con una historia de cautiverio, pero de uno masivo y más truculento. ‘El fotógrafo de Mauthausen’ nos acerca a la historia de unos presos españoles en Alemania. Tras la Guerra Civil Española muchos soldados republicanos y militantes del Partido Comunista se vieron exiliados. Franco les arrebató la nacionalidad y para los alemanes que les capturaron no eran más que gente sin una patria o bandera a la que acogerse.

Todos hemos tenido siempre una visión muy cruel de la Alemania nazi y de sus campos de concentración. Ya sea por testimonios de ancianos, películas o documentales la imagen que nos ha llegado del tratamiento que le daban a sus presos de guerra es terrible. Y si recientemente habéis acudido a exposiciones como la de Auschwitz seguro que os habéis dado cuenta de que en realidad las atrocidades que se les hicieron a los presos eran aún peores e inimaginables, mucho más difíciles de asimilar que lo que hemos visto en el cine. Es por eso que siempre que tenemos material gráfico real nos sensibilizamos aún más. Esta película se fundamenta en la obra gráfica que un español realizó durante su cautiverio, la cual podemos ver en los títulos de crédito. F. Boix en su trabajo como fotógrafo de Mauthausen inmortalizó la miseria y degradación que tuvo lugar allí. Con semejante base se podría haber conseguido algo desgarrador e incluso difícil de ver. La película muestra auténticas canalladas y burradas, recrea las instantáneas rescatadas por Boix, pero el carácter dramático de la cinta no es lo suficientemente intenso o profundo, demasiado suavizado como para calar en ese sentido.

Sobre todo nos saca de la tragedia el carácter risueño que le ha impreso Mario Casas al protagonista. Sin duda se ve que se ha entregado a su papel (aprendiendo alemán y perdiendo bastante peso) y soy de los que le defienden como actor polivalente. Pero o bien su interpretación o bien las instrucciones de Mar Targarona le acercan a una especie de ‘La vida es bella’ y no se consigue el mismo efecto que en la película de Benigni.

Es valioso que podamos ver un episodio de la historia de España que no es extremadamente popular y que además transcurre lejos de nuestras fronteras. El valor humano, informativo y educativo del filme es innegable. Enseña bien el peso que tuvieron unas fotografías que el catalán tuvo que tomar con cierta inconsciencia y pesar y que más adelante se volvieron en contra de los miembros del ejército de Hitler y las SS de Himmler.

Es muy buen recurso y elección de casting el haber contado con actores como Alain Hernández o Macarena Gómez, entre muchos otros, que si que han tenido papeles más sobrecogedores. También es adecuado hacer un guiño o aludir a ‘La vida es sueño’, obra en la que los sueños e ilusiones impiden ver la realidad, como si el desempeñar su trabajo de fotógrafo hubiese sido para Boix una burbuja en la que refugiarse eludiendo así un destino que conoce. El problema de ‘El fotógrafo de Mauthausen’ es que cuando el protagonista es realmente consciente de lo que se les viene encima o lo que realmente se hace allí no se le da el dramatismo necesario. Este fue un capítulo muy triste del siglo pasado y vital en muchos de los Juicios de Nuremberg que habría merecido un tratamiento más sucio y oscuro. Además, pasa de decorados muy fieles a lo documentado a cromas bastante pobres que la deslucen casi tanto o más que el tono emotivo empleado.

Ficha de la película

Estreno en España: 26 de octubre de 2018. Título original: El fotógrafo de Mauthausen. Duración: 110 min. País: España. Dirección: Mar Targarona. Guion: Roger Danès, Alfred Pérez Fargas. Música: Diego Navarro. Fotografía: Aitor Mantxola. Reparto principal: Mario Casas, Alain Hernández, Macarena Gómez, Richard Von Weyden, Emilio Gavira, Luka Peros, Stefan Weinert, Richard van Weyden, Frank Feys, Adrià Salazar. Producción: TVE. Distribución: Filmax. Género: drama, hechos reales. Web oficial: http://www.filmax.com/peliculas/el-fotografo-de-mauthausen.82

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Salir de la versión móvil