Crítica del remake de ‘Historias para no dormir’

 Los talentos de ahora homenajean al maestro de antes

A día de hoy se suele comparar siempre a este tipo de series con costuras fantásticas, distópicas o meditabundas con ‘Black mirror’. No me cabe duda que aquellos con poco background histórico o conocimiento del género establecerán esa relación. Pero aquellos que conozcan la obra de Chicho Ibáñez Serrador sabrán que estamos hablando de un precursor o pionero de este tipo de narraciones en nuestro país, original como pocos en el mundo.

Los relatos de ‘Historias para no dormir’ sentaron a mediados y finales del siglo XX las bases de toda una generación de cineastas y se perfilaron como un referente ineludible para el terror o el fantástico nacional e incluso internacional. Los nuevos episodios, dirigidos por grandes directores actuales como Paco Plaza, Rodrigo Sorogoyen, Paula Ortiz y Rodrigo Cortés consiguen en parte alcanzar el nivel de los originales e incluso sorprendernos con alguna propuesta nueva, no sin la ayuda de grandes intérpretes.

‘Historias para no dormir’ llegará el próximo día 5 de noviembre Amazon Prime Video. A continuación, os desgranamos los cuatro episodios de los que se compone esta nueva temporada.

 

 

 

‘Freddy’

El tercer episodio de los cuatro de la nueva temporada de ‘Historias para no dormir’, nos lleva al rodaje de uno de los cuatro episodios que fueron la vuelta de esta serie de historias de terror de TVE, su vuelta en color además.

La original es la historia de un grupo de variedades en la que de repente están ocurriendo una serie de asesinatos.

En esta vemos el rodaje de aquel episodio, con un increíble Carlos Santos como el gran Chicho Ibáñez Serrador. Bailarinas, una vidente, un prestidigitador y por supuesto un ventrílocuo. El actor que representa a este ventrílocuo es bastante malo y Chicho decide cambiarle el muñeco para darle más confianza, así es como conoce a Freddy. Por supuesto, todo esto con terribles consecuencias.

Sin duda, es el episodio que más me ha gustado, Paco Plaza nunca me defrauda y nos regala imágenes bastante potentes que homenajean al giallo italiano.

En el reparto nos encontramos con Miki Esparbé, que la verdad está estupendo, su personaje evoluciona en muy poco tiempo y lo hace estupendamente. También tenemos a Adriana Torrebejano dando vida al amor de André.

Y aunque lo he dicho al comienzo, Carlos Santos, que me parece que está tremendo como Chicho y borda el papel.

También podemos ver a Almudena Amor ,Ismael Martínez, Enrique Villén o Maru Valdivielso.

Alberto Marini y Paco Plaza, crean una historia bastante macabra con un humor demasiado sórdido. Pero me ha gustado mucho la elección de esta historia, pues no la conocía y la verdad que después de ver este episodio me busqué el antiguo y lo disfruté bastante.

Una buena revisión sin duda de una de las historias más espeluznantes de la televisión.

Comentado por Vicky Carras.

‘El doble’

Sorogoyen vuelve con una situación crítica para una pareja. Y digo que vuelve porque el argumento de este episodio nos plantea algo no muy alejado a lo planteado en su episodio pandémico de la serie ‘En casa’, titulado ‘Una situación extraordinaria’. Una pareja que aparentemente se encuentra en un momento dulce pasa a experimentar una profunda crisis y los otros participantes de este conflicto son una situación epidémica que conlleva confinamientos y dobles de personas.

Un poco al estilo de ‘Los sustitutos’ que protagonizó un Bruce Willis vemos como las personas pueden tener reemplazos que se ocupan de aquello de lo que no quieren enfrentarse en su día a día. Para ello desarrolla su propia versión de las leyes de la robótica de Asimov. Y es a su manera porque como sabemos Sorogoyen es muy bueno exponiendo debates en relaciones interpersonales y ha empleado este elemento de ciencia ficción para ilustrar como muchas veces evitamos afrontar la realidad o evitamos la parte conflictiva de tener pareja.

David Verdaguer y Vicky Luengo interpretan a la pareja en ciernes. Su historia se ambienta en una especie de futuro en el cual lo que se ha normalizado es que vivamos con mascarilla siempre que salimos a la calle y las casas estén extremadamente domotizadas. Consigue ser inquietante y desconcertante por momentos pero quizá lo más destacable qué habría que decir es qué este episodio lucha contra la vida artificial y distanciada, ya no solo el distanciamiento físico sino también sentimental hasta el punto de elegir qué queremos y qué no queremos experimentar o vivir, la insensibilidad de la vida selectiva.

Comentado por Furanu.

‘El asfalto’

Otra de las pequeñas sorpresas de ‘Historias para no dormir’ ha sido el episodio dirigido por Paula Ortiz. ‘El asfalto’, protagonizado por Dani Rovira, nos presenta a Baldo un joven trabajador que va en bici de un lado a otro repartiendo lo que le pidan, en un momento dado se queda atrapado en una calle.

Me ha parecido de lo más curioso, como se nos muestra la indiferencia de las personas hacia una desgracia ajena. El cómo, nos enseña, que no importamos a nadie y que sin duda uno de los grandes temores es acabar en el olvido y desaparece.

El episodio está muy bien rodado, creo que la parsimonia que presenta nuestro protagonista es muy de esta época, en la que esperamos que de una manera u otra algo salga sin hacer nada, ni una simple llamada a la policía.

Dani Rovira nos muestra esta tranquilidad al comienzo, para pasar a la desesperación. Nadie le ayuda, todo el mundo se toma a guasa lo que le ocurre y prefieren mirar a otro lado. También están los que, en vez de mirar a otro lado, están cerca para cotillear o lograr un notición de las desgracias de otras personas.

En el reparto encontramos también a Celia Freijeiro, Inma Cuesta o Gala Bichir.

‘El Asfalto’ da mucho que pensar, te deja un poco de bajón, porque en el fondo ves perfectamente a la humanidad reflejada en cada una de esas personas que van apareciendo al lado de Baldo.

Comentado por Vicky Carras.

‘La broma’

He de decir que este episodio de Rodrigo Cortés es el más flojo de los cuatro que tiene la serie y que se han proyectado en el Festival de Sitges. El director nos plantea un thriller más que una historia de terror o de fantástico.

Una propuesta de suspense, humor cargante y traiciones. El episodio se desarrolla con solo tres personajes interpretados por tres grandes nombres. Nathalie Poza, Eduard Fernández y Raúl Arévalo. Pero pierde fuelle tras una torpe escena de lucha a bordo de un coche y cuando llegamos a su final.

En esta historia un empresario, de esos que prodigan que se han construido a sí mismos, tiene amargados a sus empleados y familiares con constantes bromas pesadas y ya ni por el sueldo le bailan el agua. Entre su mujer y su empleado de confianza forman un triángulo lleno de tensión y desconfianza que desemboca en una serie de puñaladas.

Este capítulo de ‘Historias para no dormir’ no es de terror pero si de personas que juegan al límite. En algún momento recuerda a ‘Se lo que hicisteis el último verano’ pero sin slasher, con más intriga y nervios a flor de piel.

Quien ríe el último ríe mejor dice el dicho, pero a este episodio le pega más la frase de El Comediante de ‘Watchmen’: “Dije que la vida era una broma, no que la broma tuviera gracia”.

Comentado por Furanu.

Diario de Sitges 2021. 10 de octubre

Un día de juegos

El día de hoy ha sido una vuelta al pasado. Con las nuevas versiones de ‘Historias para no dormir’ hemos arrancado una jornada que ha tenido alguna que otra sorpresa en forma de nostalgia. Hemos vuelto a aquellas historias juguetonas en las que Chicho Ibáñez Serrador nos proponía narraciones fantasiosas, misteriosas y terroríficas.

Además también hemos descubierto como entre las actividades del festival había un stand de ‘El juego del calamar’ y entre las películas que hemos visto nos hemos topado con otros juegos, como el de la ouija que se juega en ‘Seance’. Pero la gran sorpresa ha llegado con la atmósfera del ‘Caveat’, sin duda trabajadísima y de lo mejor de la jornada.

‘Caveat’

La opera prima de Damian Mc Carthy parte de una escena en la que la niña protagonista usa un desastrado conejo tamborilero de juguete como medidor geiger. Hay que señalar que literalmente “caveat” es advertencia en inglés. Un hombre en horas bajas con problemas de memoria acepta el encargo de cuidar a esa niña cuyo padre ha muerto dejándola sola en una ruinosa casa en medio de una isla donde Cristo perdió el mechero. Pero va advertido, la niña tiene problemas mentales y la madre desapareció hace meses, antes del suicidio del padre. Y el que avisa… no es traidor, si no omite nada… porque hay una condición extra que… tela.

Un amigo necesitado de dinero, un encargo de vigilante, una casa que da escalofríos… todo eso me recuerda a ‘The vigil’. Y un poco es así, ya que el personaje protagonista está encerrado en una casa al cuidado de alguien que no parece precisamente amigable o en sus cabales. La película sabe inquietar y planear enigmas. El mencionado conejo solo es un elemento más de una película que, aunque se duerme en algún momento nos deja con el alma en vilo.

Un escape room indudablemente británico pero que bien podría haber sido nipón. Y esto es debido a que no se fundamenta en sustos, sino en una atmósfera que rechaza a todo aquel que se sumerge en ella. Sencilla propuesta que seguro que consigue seguidores allá donde se proyecte.

Comentado por Furanu.

‘Seance’

Dirigida por Simon Barrett (guionista de ‘The Guess’) nos vamos un internado de muchachas donde sucede un suicidio después de un intento de invocación. Al poco de esto, ingresa una alumna nueva que tiene demasiado que esconder. Típica película slasher con sorpresa final.

¿Me ha gustado? He de decir que no, me ha parecido demasiado predecible, aunque hay un giro final que no te esperas, pero que es tan ridículo que termina de fastidiar lo poco que quedaba pasable de la película.

Fantasmas, adolescentes fastidiándose unas a otras pese a que supuestamente están en el mismo bando, es decir, en el bando de tenemos que luchar juntas porque si no nos van a matar. Hay momentos tan absurdos en ‘Seance’ que hacen que la película deje de interesar desde muy al principio. Una pena, porque he de decir, que primera escena con la que comienza todo, me pareció original.

En el reparto Suki Waterhouse (‘Nación salvaje’), Medisen Beaty (‘Erase una vez enHollywood’), Inanna Sarkis (‘After. En mil pedazos’), Ella-Rae Smith (‘El pasajero’), Stephanie Sy (‘Nadie’), Djouliet Amara (‘Riverdale’), Jade Michael (‘Hunters hunters’), Seamus Patterson (‘Books o Blood’) o Marina Stephenson (‘El día de la bandera’) entre otros.

Comentado por Vicky Carras.

‘Historias para no dormir: la broma’

He de decir que este episodio de Rodrigo Cortés es el más flojo de los cuatro que tiene la serie y que se han proyectado en el Festival de Sitges. El director nos plantea un thriller más que una historia de terror o de fantástico.

Una propuesta de suspense, humor cargante y traiciones. El episodio se desarrolla con solo tres personajes interpretados por tres grandes nombres. Nathalie Poza, Eduard Fernández y Raúl Arévalo. Pero pierde fuelle tras una torpe escena de lucha a bordo de un coche y cuando llegamos a su final.

En esta historia un empresario, de esos que prodigan que se han construido a sí mismos, tiene amargados a sus empleados y familiares con constantes bromas pesadas y ya ni por el sueldo le bailan el agua. Entre su mujer y su empleado de confianza forman un triángulo lleno de tensión y desconfianza que desemboca en una serie de puñaladas.

Este capítulo no es de terror pero si de personas que juegan al límite. En algún momento recuerda a ‘Se lo que hicisteis el último verano’ pero sin slasher, con más intriga y nervios a flor de piel.

Quien ríe el último ríe mejor dice el dicho, pero a este episodio le pega más la frase de El Comediante de ‘Watchmen’: “Dije que la vida era una broma, no que la broma tuviera gracia”.

Comentado por Furanu.

‘Historias para no dormir: Freddy’

El tercer episodio de los cuatro de la nueva temporada de ‘Historias para no dormir’, nos lleva al rodaje de uno de los cuatro episodios que fueron la vuelta de esta serie de historias de terror de TVE, su vuelta en color además.

La original es la historia de un grupo de variedades en la que de repente están ocurriendo una serie de asesinatos.

En esta vemos el rodaje de aquel episodio, con un increíble Carlos Santos como el gran Chicho Ibáñez Serrador. Bailarinas, una vidente, un prestidigitador y por supuesto un ventrílocuo. El actor que representa a este ventrílocuo es bastante malo y Chicho decide cambiarle el muñeco para darle más confianza, así es como conoce a Freddy. Por supuesto, todo esto con terribles consecuencias.

Sin duda, es el episodio que más me ha gustado, Paco Plaza nunca me defrauda y nos regala imágenes bastante potentes que homenajean al giallo italiano.

En el reparto nos encontramos con Miki Esparbé, que la verdad está estupendo, su personaje evoluciona en muy poco tiempo y lo hace estupendamente. También tenemos a Adriana Torrebejano dando vida al amor de André.

Y aunque lo he dicho al comienzo, Carlos Santos, que me parece que está tremendo como Chicho y borda el papel.

También podemos ver a Almudena Amor ,Ismael Martínez, Enrique Villén o Maru Valdivielso.

Alberto Marini y Paco Plaza, crean una historia bastante macabra con un humor demasiado sórdido. Pero me ha gustado mucho la elección de esta historia, pues no la conocía y la verdad que después de ver este episodio me busqué el antiguo y lo disfruté bastante.

Una buena revisión sin duda de una de las historias más espeluznantes de la televisión.

Comentado por Vicky Carras.

‘Historias para no dormir: el asfalto’

Otra de las pequeñas sorpresas de ‘Historias para no dormir’ ha sido el episodio dirigido por Paula Ortiz. ‘El asfalto’, protagonizado por Dani Rovira, nos presenta a Baldo un joven trabajador que va en bici de un lado a otro repartiendo lo que le pidan, en un momento dado se queda atrapado en una calle.

Me ha parecido de lo más curioso, como se nos muestra la indiferencia de las personas hacia una desgracia ajena. El cómo, nos enseña, que no importamos a nadie y que sin duda uno de los grandes temores es acabar en el olvido y desaparece.

El episodio está muy bien rodado, creo que la parsimonia que presenta nuestro protagonista es muy de esta época, en la que esperamos que de una manera u otra algo salga sin hacer nada, ni una simple llamada a la policía.

Dani Rovira nos muestra esta tranquilidad al comienzo, para pasar a la desesperación. Nadie le ayuda, todo el mundo se toma a guasa lo que le ocurre y prefieren mirar a otro lado. También están los que, en vez de mirar a otro lado, están cerca para cotillear o lograr un notición de las desgracias de otras personas.

En el reparto encontramos también a Celia Freijeiro, Inma Cuesta o Gala Bichir.

‘El Asfalto’ da mucho que pensar, te deja un poco de bajón, porque en el fondo ves perfectamente a la humanidad reflejada en cada una de esas personas que van apareciendo al lado de Baldo.

Comentado por Vicky Carras.

‘Historias para no dormir: el doble’

Sorogoyen vuelve con una situación crítica para una pareja. Y digo que vuelve porque el argumento de este episodio nos plantea algo no muy alejado a lo planteado en su episodio pandémico de la serie ‘En casa’, titulado ‘Una situación extraordinaria’. Una pareja que aparentemente se encuentra en un momento dulce pasa a experimentar una profunda crisis y los otros participantes de este conflicto son una situación epidémica que conlleva confinamientos y dobles de personas.

Un poco al estilo de ‘Los sustitutos’ que protagonizó un Bruce Willis vemos como las personas pueden tener reemplazos que se ocupan de aquello de lo que no quieren enfrentarse en su día a día. Para ello desarrolla su propia versión de las leyes de la robótica de Asimov. Y es a su manera porque como sabemos Sorogoyen es muy bueno exponiendo debates en relaciones interpersonales y ha empleado este elemento de ciencia ficción para ilustrar como muchas veces evitamos afrontar la realidad o evitamos la parte conflictiva de tener pareja.

David Verdaguer y Vicky Luengo interpretan a la pareja en ciernes. Su historia se ambienta en una especie de futuro en el cual lo que se ha normalizado es que vivamos con mascarilla siempre que salimos a la calle y las casas estén extremadamente domotizadas. Consigue ser inquietante y desconcertante por momentos pero quizá lo más destacable qué habría que decir es qué este episodio lucha contra la vida artificial y distanciada, ya no solo el distanciamiento físico sino también sentimental hasta el punto de elegir qué queremos y qué no queremos experimentar o vivir, la insensibilidad de la vida selectiva.

Comentado por Furanu.

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