Oscura, divertida y con mucha magia, así vuelve Sabrina
La primera temporada fue de aprendizaje, meteduras de pata, donde la familia debía estar unida en las distintas decisiones que se tomaran y el mundo mágico y el mortal estaban bastante unido.
Hemos podido ver cinco episodios de la segunda temporada y podemos decir que la serie ha evolucionado y la familia sigue unida, pero mucho más independiente. Sabrina va perdiendo inocencia y comienza a interesarse mucho más por la oscuridad que le da la magia a su vida con mortales.
Sin duda me gusta más este camino que va tomando la serie a como pensé que iba a ir y eso es algo bueno, la serie avanza y no deja atrás su estética y manera de narrarnos la historia, con lo cual es perfecto.
En estos cinco episodios que hemos visto la magia toma el control y sin duda es lo que mejor que podían hacer, si que aparece el mundo mortal, los amigos de Sabrina siguen ahí, pero ya son un poco secundarios, al menos de momento. El tercer episodio es el que más me ha gustado, divertido y original.
Y por como a terminado el quinto episodio se nos viene encima un cierre de temporada la mar de interesante.
El feminismo y los temas actuales siguen en la serie, un lugar como la escuela de brujería que está chapado a la antigua es incomprensible para Sabrina, que no entiende como aún existe ese tipo de mentalidad.
El amor también es una de los temas centrales de la nueva temporada, pero no está metido de una manera aburrida y pesada, sabemos los romances y sin duda ahí uno que va a ser bastante importante en el devenir de la serie.
Así que ya sabéis, si no habéis visto la primera temporada no dudéis en comenzar a verla y a disfrutarla. Los episodios se pasan volando y merecen la pena.