Crítica: ‘La chica que sanaba’

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Sinopsis

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Una niña de 15 años llamada Holly llama a su colegio para decir que ese día se queda en casa. Poco después, se produce un incendio en la escuela en el que mueren varios alumnos. La comunidad está conmovida por la tragedia y se une para sobrellevarlo. Anna, una profesora intrigada por Holly y su extraña premonición, la invita a unirse al grupo de voluntariado que dirige. La presencia de Holly parece traer paz mental, calidez y esperanza. Pero pronto, la gente empieza a reclamar a Holly y su energía catártica, exigiendo cada vez más de la joven.

Crítica

Juega muy bien al misterio tratando de un modo diferente temas de salud mental

‘La chica que sanaba’, de Fien Troch, es una conmovedora exploración de la resistencia del espíritu humano y del poder transformador del amor y los cuidados. La película se adentra en las vidas de sus personajes, mostrando los efectos persistentes del trauma y el viaje de curación que le siguen. A través de una narración llena de matices y unos personajes convincentes, ‘La chica que sanaba’ pone de relieve cómo las relaciones con los demás pueden servir de salvavidas en tiempos difíciles.

La trama va sobre una chica de familia pobre, maltratada por sus compañeros hasta convertirla en una paria. Un día tiene un mal presentimiento y llama a su escuela para decir que prefiere no ir. Ese día sucede algo que trastoca la vida de toda la comunidad. Es por eso y por mucho más que ‘La chica que sanaba’ trata sobre la salud mental.

La sensibilidad con que Troch aborda el tema permite una profunda conexión emocional con el público, invitándole a empatizar con las experiencias de los personajes. La película subraya que, aunque los traumas pueden dejar cicatrices duraderas, es posible encontrar la curación y la redención a través de auténticas conexiones humanas. Y aún llegando a esa conclusión hay que señalar que juega con la ambigüedad. Nadie podrá negar que este es un filme bastante misterioso y enigmático, casi inescrutable.

Historias como las de Fátima, El Palmar de Troya o Lourdes acuden a la memoria de los espectadores que ven este título. E incluso ‘La mesías’ cuando trata la figura de la madre, el negocio y el cómo esto siempre acaba tratando a personas como si fuesen una atracción feria. El título juega con el nombre de la protagonista pues de Holly a holy (sagrado en inglés) hay una “l” de distancia. E incluso la Cathalina Geeraerts tiene un halo de santidad cuando los rayos de luz se cuelan en algunas escenas, para muestra véase el poster. Pero otra virtud del filme es que no juega a tratar un tema religioso, quizá si de fes o creencias, pero no se relaciona con ningún credo en concreto.

¿Acto milagroso, género fantástico o el poder de la mente? Fien Troch mantiene la sombra de la duda hasta el mismísimo final, por lo que la película es de las que creará debate a la puerta del cine. En realidad da igual qué conclusión saquemos al respecto. Acoso escolar, dolor por la pérdida de un ser querido o por no ser capaz de traer a alguien al mundo son vehículos o partes de la vida que la directora remarca que pueden solucionarse o por lo menos paliarse a través del placebo que a veces constituye el sentir el cariño de otros. Consigue esto incluso cuando la película se torna malvada, aparecen los celos, los oportunismos o un malsano instinto maternal. ‘La chica que sanaba’ sienta de nuevo el debate aquel que aparece cuando se dice eso de “el fin justifica los medios”.

Ficha de la película

Estreno en España: 19 de abril de 2024. Título original: Holly. Duración: 103 min. País: Belga. Dirección: Fien Troch. Guion: Fien Troch. Música: Johnny Jewel. Fotografía: Frank van den Eeden. Reparto principal: Greet Verstraete, Cathalina Geeraerts, Felix Heremans. Producción: Prime Time, Tarantula, Topkapi Films, Les Films de Fleuve, Agat Films & Cie, Mirage Films, Centre du Cinèma et de l’Audiovisuel de la Fédération Wallonie-Bruxelles. Distribución: Adso Films. Género: drama. Web oficial: https://www.tarantula.be/film/holly/?lang=en

Crítica del cortometraje ‘Votamos’, nominado al Goya

Una llamada a no evitar o estigmatizar ciertas cosas de la vida

Con una situación tan inaudita y apabullante a la que estamos sometidos con la pandemia del COVID-19 temas como el bienestar emocional o las enfermedades mentales se han puesto muy de moda. Casos como el de Simone Biles o el de Naomi Osaka han puesto en relevancia que hemos dejado de lado nuestra salud psicológica en pro de trabajos u opinión pública. Es por eso que el cortometraje ‘Votamos’ llega en un momento oportuno, no oportunista.

Y es que este corto se ha rodado en tiempos de COVID (por eso tiene en sus créditos una institución que ha facilitado los test PCR al elenco). Una idea que se rodó antes de los casos de esas deportistas, por eso llega en un buen momento y no se percibe como un trabajo que busque llegar de manera fácil. Porque el asunto que se trae entre manos no es nada baladí.

Es una olla a presión el mezclar un tema tan candente y en debate como la salud mental con una junta de vecinos. Con este trabajo Santiago Requejo (‘Abuelos’) consigue una dicotomía, que habla de cómo esquivamos o estigmatizamos ciertas cosas en la vida. Y es que por lo general esquivamos de igual manera actos como las reuniones de vecinos y temas como los que abrazan distintas enfermedades mentales, huimos de eso como alma que lleva el diablo. Los tabúes o prejuicios a los que nos ha sometido nuestra educación o sociedad hacen bastante daño.

Con quince minutos que van saltando de un personaje a otro el corto expone estupendamente sus argumentos. El discurso sobre todo lo esgrimen los personajes de Miriam Díaz- Aroca, Raúl Fernández De Pablo y Neus Sanz. Junto a ellos Charo Reina, Agustín Ustarroz, David Tenreiro, Teresa Del Olmo, Alberto Chaves y Fernando Ustarroz. Es una puesta en escena que podría y me lanzo a decir que debería, mostrarse y debatirse en colegios e institutos, para que de una vez por todas se rompa esa arbitrariedad y ostracismo con que se trata a las personas con problemas mentales.

‘Votamos’ deja claro que el respeto y los derechos de alguien enfermo no es algo que se pueda someter a votación. El filme habla sobre todo de la convivencia, el respeto y el beneficio de la duda. También de la obcecación del ser humano, que es capaz de anteponer su bolsillo antes de abrirse a algo nuevo o de contrastar sus ideas preconcebidas. Desde luego ‘Votamos’ da en el clavo.

Podéis ver su tráiler aquí.

TRAILER VOTAMOS from 0259FILMS on Vimeo.

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