Crítica: ‘Hollywoodgate’

En qué plataforma ver Hollywoodgate

Sinopsis

Un cineasta arriesga su vida acompañando a los talibanes que toman una base militar estadounidense abandonada en Afganistán. Una visión escalofriante e inolvidable del poder armamentístico.

Inmediatamente después de que Estados Unidos se retirara de Afganistán, los talibanes ocuparon el complejo ‘Hollywood Gate’, supuesta antigua base de la CIA en Kabul. Los talibanes encuentran innumerables aviones, armas y piezas de equipo militar.

Crítica

El documental más arriesgado que he visto en los últimos años

Aún recuerdo la última temporada de la serie ‘La Unidad’ (Movistar Plus+, 2023). En ella vivíamos una nueva aventura junto a los agentes antiterroristas, pero la trama se trasladó al mismísimo Kabul. Y acompañando a esta trama policíaca se nos enviaba un mensaje que rogaba por no olvidar a todos aquellos que habían quedado abandonados en Afganistán. El documental ‘Hollywoodgate’, que nos trae Filmin esta misma semana, está dirigido por Ibrahim Nash’at y representa un esfuerzo audaz y osado por capturar las consecuencias de aquel momento histórico crucial en el país tomado por los talibanes: la retirada de las tropas estadounidenses. A través de un acceso sin precedentes, la película se desarrolla principalmente en la base militar abandonada por la CIA, conocida como «Hollywood Gate», en las afueras de Kabul. Este enclave militar, cargado de simbolismo, se convierte en el escenario donde el director documenta la transformación de los talibanes de una insurgencia armada a un gobierno en formación.

Nash’at se adentra en las vidas de los nuevos líderes talibanes, presentando figuras como Mawlawi Mansour, el comandante de la fuerza aérea, y MJ Mukhtar, un piloto en formación. Ambos personajes representan distintas caras del nuevo régimen: Mansour encarna la estrategia militar, mientras Mukhtar refleja las aspiraciones bélicas de una generación nacida en medio de la guerra. Nash’at captura la apropiación de sofisticados equipos militares estadounidenses, incluidas aeronaves y helicópteros, como un testimonio del vacío dejado por la retirada occidental. Estas imágenes no solo subrayan el fracaso desinteresado de la intervención militar estadounidense, sino también el inmenso desafío logístico y político que enfrenta el régimen talibán en su intento por gobernar un país devastado. Sobre todo nos muestra cómo a Afganistán se le ha regalado una enorme maquinaria de guerra. El final de la película da escalofríos por el alarde de belicosidad que ha registrado el director y por cómo se habla de ejecuciones y declarar guerras con total naturalidad.

Uno de los aspectos más destacados del documental es su capacidad para mostrar momentos que humanizan a los talibanes, revelando sus contradicciones y los desafíos que enfrentan al asumir el control del país. Por ejemplo, escenas en las que discuten la formación de pilotos o intentan organizar su infraestructura aérea ilustran un nivel de pragmatismo que rara vez se asocia con el grupo en el discurso occidental. El documental correría el peligro de parecer propaganda talibán, pero hace bien en arrancar con un repaso de la historia y con avisar que lo que vemos está continuamente sujeto a la censura de la organización militar islamista deobandi.

La ausencia de voces de ciudadanos afganos, especialmente mujeres y grupos marginados, deja un vacío significativo en la narrativa, lo cual lamenta el propio director. Al no abordar directamente las implicaciones sociales y culturales del regreso al poder talibán, Nash’at corre el riesgo de presentar una visión unilateral que puede interpretarse como una validación indirecta de su autoridad. Este sesgo, aunque no es intencionado, limita la profundidad del análisis político y social que el documental podría haber ofrecido. Personalmente, aunque es algo que deja coja a la película, para mi no es sino una muestra más de cuan arriesgado ha sido acompañar a Mansour y su séquito grabando alarmantes testimonios del fanatismo.

En términos visuales, la fotografía realizada por el propio Nash’at al recorrer el Hollywood Gate cámara en mano, es cruda y directa, lo que refuerza la autenticidad del proyecto. La cámara parece convertirse en un testigo silencioso de una transformación histórica, logrando capturar tanto la euforia del triunfo como la incertidumbre y soberbia del futuro afgano.

‘Hollywoodgate’ es un retrato poderoso y único del nuevo régimen talibán, pero su falta de pluralidad en las perspectivas lo convierte en una obra incompleta. Aun así, su valentía al ofrecer un acceso tan cercano a figuras clave del grupo y su enfoque en un momento de cambio histórico hacen de este documental una pieza esencial para quienes buscan entender las complejidades de la política en Oriente Medio y las consecuencias de las intervenciones extranjeras. Aunque imperfecto, ‘Hollywoodgate’ es un testimonio valioso de un capítulo decisivo en la historia de Afganistán y por desgracia se extiende como reflejo de uno de los fracasos de occidente.

Ficha de la película

Estreno en España: 17 de enero de 2025. Título original: Hollywoodgate. Duración: 92 min. País: EE.UU. Dirección: Ibrahim Nash’at. Guion: I. Nash’at, Shane Boris, Talal Derki. Música: Volker Bertelmann. Fotografía: Ibrahim Nash’at. Reparto principal: Ibrahim Nash’at. Producción: Cottage M., Jouzour Productions, RaeFilm Studios, Rolling Narratives. Distribución: Filmin. Género: documental. Web oficial: https://www.cottagem.com/films/hollywoodgate

Crítica: ‘Una madre de Tokio’

En qué plataforma ver Una madre de Tokio

Sinopsis

Clic para mostrar

El trabajo de Akio Kanzaki como jefe de recursos humanos está acabando con sus nervios. Para colmo, está a punto de divorciarse de su mujer y la relación con su hija universitaria no es precisamente fluida. Un día, para relajarse, decide visitar a su madre en el barrio antiguo del centro de Tokio. Pero en seguida nota que algo ha cambiado y todo le parece un poco raro.

Crítica

Yôji Yamada sigue con su saga tokiota, llevándola a un punto más universal que nunca

La premisa de ‘Una madre de Tokio’ nos hace conocer a Akio Kanzaki (Yō Ōizumi), un japonés al borde del colapso ya que sufre una de esas crisis en las que pones un circo y te crecen los enanos. Le asalta la sombra del divorcio, le cuesta relacionarse con una hija que está en fase universitaria, tiene a la vista una reunión de antiguos alumnos y en su trabajo como jefe de recursos humanos se encuentra contra las cuerdas. Para intentar imbuirse de algo de paz recurre a volver al seno materno, a la casa en la que reside su madre (Sayuri Yoshinaga) en pleno casco antiguo de Tokio. Por desgracia para él no es una “vuelta a casa por Navidad”, pues se topa con un ambiente muy diferente al que recordaba.

El argumento de la película de Yôji Yamada me recuerda al de una película española que vimos en junio, ‘La bandera’, pero la dinámica y los derroteros que sigue ‘Una madre de Tokio’ son mayúsculamente diferentes. Eso sí, al igual que con el título de Martín Cuervo conviene no desvelar la razón por la que el protagonista ve el hogar de su infancia de un modo un tanto extraño, le puede restar algo de gracia. No obstante, al igual que con ese filme protagonizado por Imanol Arias, hay que señalar que el cambio no es el eje que vertebra la película, solo es el disparador para que el protagonista y por extensión los espectadores, encontremos espacio para la reflexión.

El valor de esta película reside en otros aspectos que van más allá de lo superficial. Con ‘Una madre de Tokio’ Yamada continúa con su saga en torno a la capital nipona, compuesta por películas como ‘Verano de una familia de Tokio’ (2018), ‘Maravillosa familia de Tokio’ (2017) y ‘Una familia de Tokio’ (2013). Realiza un retrato realista, pero ameno, con pinceladas de humor. Refleja a una sociedad repleta de contrastes, en constante conflicto con sus tradiciones. En esta ocasión lo hace a través de unos familiares un tanto despegados a causa de la vida en la gran ciudad. La perplejidad para el protagonista no llega porque la el día a día de su madre le resulte chocante, sino porque se da cuenta de que no conoce a su madre ni a su cotidianidad, en consecuencia, ve que ha perdido el norte al focalizar su vida en lo laboral. El título es ‘Una madre de Tokio’ pero si vives en una gran ciudad o a kilómetros de tu familia seguro que percibes que en esta historia oriental hay elementos con los que sentirte identificado. Esa universalidad, que es pauta habitual en la cinematografía del cineasta, por supuesto que va acompañada de las peculiaridades de la cultura japonesa y es la que le ha hecho ganar múltiples premios, tanto nacionales como internacionales.

El guión despliega un abanico de argumentos contra el desarraigo y los valores que se anteponen en aras del trabajo y en contra de los valores sencillos de la vida. Sobre todo hace énfasis en el hastío y fatiga que provocan la vida que elegimos llevar. Para exponer esta especie de estudio reparte el protagonismo entre la figura del hijo y la madre, de manera separada pero encontrando regularmente nodos en común. Aunque el metraje se estira en exceso para contarnos algo que no es nuevo, funciona en el sentido de lograr explorar las repercusiones de dichas elecciones.

Ficha de la película

Estreno en España: 14 de agosto de 2024. Título original: Konnichiwa, Kaasan. Duración: 110 min. País: Japón. Dirección: Yôji Yamada. Guion: Yuzo Asahara, Yôji Yamada. Música: Akira Senju. Fotografía: Masashi Chikamori. Reparto principal: Sayuri Yoshinaga, Yō Ōizumi, Mei Nagano, Yukiko Ehara. Producción: Shochiku. Distribución: A Contracorriente Films. Género: drama. Web oficial: https://movies.shochiku.co.jp/konnichiha-kasan/

Anunciada la shortlist de los Premios Fugaz 2024

Ya conocemos 50 cortometrajes seleccionados

Vuelven los Premios Fugaz. Como novedad para esta nueva edición cuya gala tendrá lugar a lo largo de 2024, es la creación de la categoría “Festivales amigos” orientada a eventos que los Premios Fugaz reconocen como actores imprescindibles para el sector del cortometraje español. Los organizadores de dichos certámenes serán parte de la Comisión que decide los Premios Fugaz y a los que se dará la cobertura informativa disponible para comunicar sus ediciones y novedades.

Además, algunos de estos eventos tendrán el distintivo de “Festivales calificadores”, y en este caso su cortometraje ganador tiene acceso directo a la Shortlist de trabajos de los Premios Fugaz, como ha sido el caso de ‘13’ (ganador del Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria). ‘Madreselva’ (ganador en el Festival de Cine de Comedia de Tarazona y el Moncayo y en los Premios Pávez –  Festival de Cine de Talavera), ‘Mentiste Amanda’ (ganador en Medina Film Festival) o ‘Sushi’ (ganador en Skyline Benidorm Film Festival’).

Pero lo que nos trae a la actualidad a los Premios Fugaz es el anuncio de sus 50 títulos que componen la shortlist. Una lista realizada por 90 asociados de CortoEspaña sobre más de 600 cortometrajes cuyo resultado pasa a una comisión compuesta por más de 1.500 profesionales del sector que votarán en los próximos días para obtener los cortometrajes nominados, a lo que seguirá una nueva votación que alumbrará los cortometrajes ganadores.

En total son 32 obras de ficción, 9 de animación y 9 documentales de toda España. Ellos podrán optar a los que ya se consideran los galardones más relevantes del panorama del cortometraje español.

  • ‘7 formas de decir adiós’, de Jorge Naranjo
  • ‘13’, de Màriam Zelaia
  • ‘Ahora vuelvo’, de Lucas Paulino y Gabe Ibáñez
  • ‘Alicia’, de Tony Morales
  • ‘Anticlímax’, de Néstor López y Óscar Romero
  • ‘Artesania’, de David Pérez Sañudo
  • ‘Aunque es de noche’, de Guillermo García López
  • ‘Avetimología’, de Xosé Zapata
  • ‘Becarias’, de Marina Donderis, Nuria Poveda y Marina Cortón
  • ‘Blava terra’, de Marine Auclair March
  • ‘Cafunè’, de Carlos F. de Vigo y Lorena Ares
  • ‘Céntrico’, de Luso
  • ‘Colorado’, de Sandra Gallego y Pilar Gómez
  • ‘Decían que era bruja’, de Judith Prat Molet
  • ‘El Kala’, de Diego Pérez González
  • ‘El monstruo de la fortuna’, de Manuel Castillo
  • ‘El que no ve’, de Natxo Leuza
  • ‘El trono’, de Lucía Jiménez
  • ‘Fairgame’, de Caque Trueba y Juan Trueba
  • ‘Fallin`’, de Carlos Navarro
  • ‘In half’, de Jorge Morais Valle
  • ‘Johnson’, de Guillem Castellón
  • ‘La compañía’, de José María Flores
  • ‘La gran obra’, de Álex Lora
  • ‘La ley del más fuerte’, de Raúl Monge
  • ‘La noche dentro’, de Antonio Cuesta
  • ‘La reina del pop’, de David Goñi
  • ‘La unión de las nubes’, de Cristina Cardín y Pablo Fernández
  • ‘Lion dreams’, de Jordi López Navarro
  • ‘Los cayucos de Kayar’, de Álvaro Hernández Blanco
  • ‘Luciérnagas’, de Cristina Otero Roth
  • ‘Madreselva’, de Nata Moreno
  • ‘Malegro verte’, de Nüll García
  • ‘Mentiste Amanda’, de Eva Libertad y Nuria Muñoz
  • ‘Mi zona’, de Cristian Beteta
  • ‘Pathos’, de Andrea Noceda
  • ‘Pequeño’, de Meka Ribera y Álvaro G. Company
  • ‘Pesudo’, de Miquel Díaz Pont
  • ‘Quien llama’, de J.A. Villalobos
  • ‘Shushi’, de Iván Morales
  • ‘Sold’, de Enrique Rambal
  • ‘The boogie and the witch’, de Jorge Turell
  • ‘To bird or not to bird’, de Martín Romero
  • ‘Troleig’, de Luis Eduardo Pérez Cuevas
  • ‘Tumbas vecinas’, de José Antonio Gutiérrez Bustos
  • ‘Vivir en un mar bravo’, de Guillermo Fernández Flórez
  • ‘Wan’, de Víctor Monigote
  • ‘Welcome Tahiya’, de Marta Bayarri
  • ‘Yo voy conmigo’, de Chelo Loureiro
  • ‘Zona cero: autorretrato de un maltratador de océanos’, de David Gaspar Gaspar

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Moviementarios
Salir de la versión móvil