Impresiones de la segunda temporada de ‘The Punisher’

No es para desearle castigo pero la serie ha perdido

El 18 de enero vuelve ‘The Punisher’, vuelve el Castigador interpretado por Jon Bernthal con una segunda temporada en Netflix. El personaje creado por Gerry Conway, John Romita y Ross Andru para ser un rival de Spider-Man continúa con su brutal versión televisiva. Como siempre contra viento y marea se abre paso a tiros y puñetazos pero en esta temporada eso no es suficiente.

Todo sucede tras la tercera entrega de Daredevil. En esta segunda etapa en solitario el personaje se tiene que enfrentar a un antiguo amigo que emplea sus conocimientos militares para causar estragos en la ciudad. Por otro lado Castle tendrá que proteger a una adolescente que está siendo perseguida por un reverendo que hace las veces de sicario. Individuos muy relacionados con la muerte, porque en esta temporada juegan mucha importancia los traumas, pero los causados por las muertes causadas por uno mismo.

La serie acabó con sangre y empieza con The Punisher cubierto de sangre y rellenando a los demás de balas. Media temporada se sostiene manteniendo varias cuestiones. ¿Quiénes son o para quien trabajan de verdad los malos esta vez? También nos engancha el conocer el secreto que guarda con tanto recelo la chica interpretada por Giorgia Whigham (‘The Orville’), con quien comparte la mayoría de sus correrías el justiciero de la calavera. En los primeros capítulos, mientras esperamos la respuesta a esas preguntas, si que está bien ver cómo va cambiando el tipo de aventura. Hay episodios con un componente de thriller psicológico, tenemos algunos al estilo buddy movie, un enfrentamiento como en ‘Asalto al distrito 13’, romances repentinos…

Por lo general esta segunda temporada pasa por muchos momentos muy aburridos y eso se debe a varios de sus personajes secundarios. El primer episodio es sin duda el más tedioso y gran parte de su trama no tiene ninguna repercusión en el resto de la temporada, pero en él no aparecen aún aquellos que hacen que la serie arrastre varios problemas.

Principalmente son sus villanos quienes no funcionan. Es decir, esta temporada sufre el mal de muchas películas de superhéroes. Uno de ellos ya conocido y otro nuevo. Ambos pecan de demasiado arquetípicos y sobre todo en el caso de Puzzle/Billy Russo (Ben Barnes) nos topamos con discursos poco creíbles, manidos y acompañados de una máscara de lo más pueril. Como sucede en otras series de Marvel/Netflix estos enemigos acaparan bastantes minutos de metraje para intentar crearles trasfondo o ilustrar sus motivaciones. Pero el hecho de que sean demasiado tipicones y que sus interpretaciones no sean nada destacables nos alarga la duración de los episodios.

‘The Punisher’ está muy metida en la Norteamérica más genuina. Es normal que llegue a esos puntos tratándose del héroe de Marvel que anteriormente era un marine. A su favor juega que ya no bebe tanto del trauma de Frank Castle por la pérdida de su familia. La mayoría de sus actos siguen la filosofía de un hombre chapado a la antigua. Continúa siendo un fuera de la ley, en esta ocasión mucho más estable mentalmente. Es de esos tipos que no dice «lo siento», si no que más bien te dice «prepárate para las consecuencias de conocerme o de lo que voy a hacer». Sigue con su filosofía de cowboy moderno, de forastero de vuelta a un hostil hogar con un sentido muy particular e implacable de la justicia. Lo que se procura que pensemos en esta temporada es que es un solitario egoísta, un paranoico que tiene algo roto dentro de él, pero que aún así se cuida mucho de no matar inocentes. Así lo respaldan algunos guiños a la canción de Linkin Park «papercut» que habla de alguien así. Por descontado podéis pensar que es la misma máquina de matar que casi siempre acaba hecho un Cristo.

Obviamente siguen apareciendo personajes inspirados en os cómics como John Pilgrim, interpretado por Josh Stewart (‘The Collector’, ‘Interstellar’). La doctora Dumont, especializada en veteranos militares interpretada por Floriana Lima. La agente Madani, también continúa en esta temporada, el personaje que interpretó Amber Rose Revah. También tenemos la incorporación de Annette O’Toole pasando de DC a Marvel, de ser la madrastra de Superman en ‘Smallvile’ a ser la ambiciosa Eliza Schulz, esposa de Anderson Schulz, interpretado por Corbin Bernsen (‘Psych’).

Sus guiones pegan un bajón con respecto a su primera temporada y su participación en ‘Daredevil’. Con la tendencia de Marvel/Netflix a cancelar sus series no me extrañaría que no tuviese más temporadas. La serie vuelve a contar con Joe Quesada, Alan Fine, Karim Zreik y el difunto Stan Lee como productores, así como Jim Chory o Jeph Loeb y Steve Lightfoot (escritor de los guiones de la serie). También han escrito capítulos Ken Kristensen (‘Happy!’), Dario Scardapane (‘The bridge’), Felicia D. Henderson (‘Fringe’), Bruce Marshal Romans (‘Infierno sobre ruedas’), Angela Lamanna (‘Hannibal’) o Laura Jean Leal (‘The bridge’). Entre todos han escrito episodios muy similares y aunque hay que agradecer que mantienen la misma línea no aportan nada nuevo.

Tampoco han conseguido salirse de la norma directores como Jim O’Hanlon (‘Sleepy Hollow’), Jeremy Webb (‘The Runaways’), Stacie Passon (‘Transparent’), Jamie M. Dagg (‘Sweet Virginia’), Jet Wilkinson (‘Jessica Jones’), Michael Offer (‘Arrow’), Salli Richardson-Whitfield (‘American Gods’), Alex Garcia Lopez (‘The Witcher’), Meera Menon (‘Titanes’) o  Stephen Kay (‘Hijos de la anarquía’).

En su último episodio todos se van cruzando de un modo correcto y ni con eso ni con la aparición de Karen Page (Deborah Ann Woll) y el in memoriam final a Stan Lee se salva la temporada. Tiene más de un sinsentido y no va a sentar cátedra. Se olvida por otro lado de personajes o de aspectos importantes de estos que hacen que todo lo visto tenga poca consistencia y profundidad.

Impresiones del inicio de temporada de ‘The Punisher’

Hablemos sin destripar nada, aquí el que destripa es Frank Castle.

El único con derecho a tirar del hilo y poder destripar es Frank Castle. Durante casi todas las publicaciones que hemos leído, al menos las que yo poseo, sobre el personaje de Marvel este es perseguido por su carácter radical, por el modo en que trata a los criminales pero también por la información que puede desvelar tras su pasado como marine. Estas dos facetas están bastante bien explotadas en la nueva serie de Netflix, aunque hay que advertir de antemano que ‘The Punisher’ aporta un nuevo tono, un matiz diferente a la franquicia de superhéroes de Marvel/Netflix. No soy muy dado a usar el término brutal, creo que hoy en día se abusa mucho de esa palabra, pero no encuentro mejor calificativo para el Castigador de Jon Bernthal y el modo en que irrumpió en la serie ‘Daredevil’. De momento no continúa exactamente con la energía que le dio a su personaje en aquella temporada, pero todo presagia que en esta nueva etapa en solitario su intensidad irá in crescendo. Al menos así han ido los seis primeros episodios que he podido visualizar, a si es que paciencia que esta serie es para tomársela con calma y dejar que Punisher haga las cosas a su ritmo, que también parecía que iba a estar muy limitada en cuanto a localizaciones y poco a poco va ampliando su repertorio.

Como he dicho, Netflix me ha permitido acceder a media docena de capítulos (de trece que tiene esta primera temporada que se estrena el 17 de noviembre) ubicados tras lo sucedido en ‘Daredevil’ y que conforman una trama de corruptelas, conspiraciones, espionajes y soldados traumatizados. Pero no os preocupéis, no es una serie basada en los diálogos, tiene su acción, que como he dicho se va incrementando poco a poco y no hay capítulo que de un modo u otro no tenga su tiroteo. Y aunque estuviese centrada en los soliloquios o en las discusiones, en los cómics de Punisher también hay espacio para la crítica y el debate. La serie no se queda atrás y hace su dura reflexión sobre los fallos del sistema y la sociedad estadounidense con respecto a lo militar y las armas. De todo esto viene que diga que cambia un poco el enfoque con respecto al resto de series que hasta ahora Netflix ha realizado basadas en cómics de Marvel, que si ya nos parecía que huían de la comparsa de las mallas de las viñetas no eran tan realistas como esta.

Los fans acérrimos del personaje van a ver como este nuevo Castigador hace cosas atípicas. No es exactamente el justiciero que levantó y popularizó Garth Ennis pero sigue siendo esa fuerza de choque que cada vez que habla escupe plomo, que mata delincuentes sin remordimientos ni diplomacia y que tiene una psique extenuantemente compleja. Él castiga pero también está castigado y atormentado, eso no se pierde. Para los que no conozcan al personaje (esto no es spoiler, es poner en situación) Frank Castle es un perfecto marine norteamericano casado y con hijos cuya vida se ve radicalmente truncada al ser su familia asesinada. El sistema le da la espalda, su nación le falla y él se toma la justicia por su parte castigando mortalmente a los culpables. En esta nueva serie podríamos decir que Bernthal hace un poco lo que Julián (Rodolfo Sancho), en ‘El Ministerio del Tiempo’, martirizarnos a nosotros también con tanto recordar a su familia perdida. A raíz de lo que le sucede se queda bastante fuera de sí mismo y lo que han hecho en la serie es llevarle algo más allá y mostrarnos a un Castle muy sonado.

Pero la serie, aunque se centre en el personaje del famoso ex marine se construye gracias a otros muchos personajes, algunos conocidos como el de Deborah Ann Woll (‘Daredevil’, ‘True Blood’). Y no es la única mujer destacada del reparto pues vais a tener que mantener en la memoria a Amber Rose Revah (‘ El fin de un Imperio’) y a Jaime Ray Newman (‘Bates Motel’), ya veréis por qué, ambas tienen roles muy relevantes y de diferente carácter y fuerza. Hablar del papel de cada actor podría poner en una situación delicada esta reseña y dado el carácter conspiranoico de la serie (aunque algún easter egg de ‘Daredevil’ nos dio alguna pista) me limitaré a citaros los principales actores que me quedan por enumerar: Ben Barnes (‘Westworld’), Michael Nathanson (‘El lobo de Wall Street’), Jason R. Moore (‘A Lonely Place for Dying’), Daniel Webber (‘11.22.63’), Ebon Moss-Bachrach (‘Girls’) y Paul Schulze (‘Nurse Jackie’); de estos dos últimos me está encantado su papel y caracterización, muy adaptada, no basada, en el cómic. De uno de ellos ya se han publicado detalles pero yo prefiero que seáis vosotros quien descubráis la relación que se establece durante la serie.

Otro nombre a tener en cuenta es el de Steve Lightfoot (‘Hannibal’, ‘Narcos’), que es el productor ejecutivo, el showrunner de la serie, como se suele decir ahora. Además es el encargado de escribir los guiones de los episodios, a si es que se ha responsabilizado en gran medida de lo que sucede en ella. Junto a él está Jeph Loeb, productor a su vez de ‘Legión’ o ‘The Defenders’ y que también es el director de Marvel Televisión. Además hay que sumar a este triplete a Jim Chory (productor de ‘Daredevil’, ‘Inhumans’, ‘ Jessica Jones’, ‘Luke Cage’). Lo que quiero decir con todo esto es que hay una visión de conjunto, que aunque ‘The Punisher’ esté encauzada de otra manera sigue el mismo rumbo y los que estén siguiendo este universo de series saben que no pierden el tiempo al verla, siempre que el tono empleado sea acorde a sus gustos. Otra señal de ello es el opening, muy en la línea de lo que habíamos visto hasta ahora. Basado en tonos grises, como casi toda la serie, está cargado de armas, como si de un menú de un videojuego shooter se tratase.

De momento estoy satisfecho porque el personaje me está convenciendo. Se mantiene fiel a las bases de lo que es El Castigador aunque tiene sustanciosas alteraciones, pero esto también nos pasa en las viñetas cada vez que un guionista nuevo coge una serie, no es ningún trauma. Algo que me da la razón es que también salen personajes y elementos de historias clásicas de Garth Ennis o Len Wein, que no voy a citar, y que además están muy bien recreados. Lo que si que necesita ‘The Punisher’ son más sorpresas, más giros, más momentos icónicos con la calavera y más acción… Pero es difícil incrementar todo esto y que quede creíble con el enfoque que le está dando Liggtfoot. Aún nos queda media serie por ver, lo que he dicho al principio, paciencia.

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