Las consecuencias de un Internet libre pero… ¿sano?
Gran parte de la opinión pública supo del movimiento QAnon cuando se produjo el peligroso, pero tomado a mofa, asalto al Capitolio. Las propias redes se rieron de lo sucedido con infinidad de memes y precisamente en Internet está el germen de esa explosión de hartazgo y conspiración.
‘Q: en el ojo del huracán’ nos acerca a la historia de esos portales que están repletos de mensajes y mentes propensas a caer en los complots. Este es un reportaje de emparanoiados, de personas que claramente se ve que necesitan un cambio para dar sentido a sus vidas. Se obsesionan con la idea de una persona sapiente, que acapara conocimiento desde la sombra y que se esconde tras una letra. ¿Quién hubiese dicho que podíamos vivir un fenómeno como el que genera L en ‘Death Note’? La realidad supera de nuevo a la ficción. “Esto no es un juego, aprendamos a jugar” es lo que dice Q en uno de sus posts. Una persona que también insinúa ser alguien con acceso a información secreta y además tener un plan para salvar el mundo.
Este documental producido por Adam McKay (‘El vicio del poder’, ‘La gran apuesta’) va directo a la raíz. Por eso toca de primeras los orígenes de 2channel, la creación de 4chan, la aparición de 8chan y en última instancia 8Kun. Es por eso que más que ser un título político, ‘Q: en el ojo del huracán’ es un reportaje casi únicamente tecnológico en el que acompañamos a los creadores, administradores o propietarios de esos sitios.
Vais a conocer a Fredrick Brennan alias Hotweels, a Jim Watkins y a su hijo Ron Watkins. Ellos son los que están detrás de esas páginas web donde aparte de prodigarse la libre expresión se ha alojado contenido supremacista o de extrema derecha. Sabiendo esto es obvio decir que en el documental se muestran las consecuencias de las palabras de Q traducidas en el movimiento QAnon (cuyo nombre viene de combinar Q con el término Anonymous).
Tanto el documental como las personas a las que sigue juegan a menudo al despiste. Una táctica que no es difícil de conseguir ya que la personalidad de los entrevistados es tan peculiar como la del propio Trump. Esta es una historia de confusión, de información difusa y de patriotas un tanto desorientados. Lógicamente el trumpismo está muy presente, así como figuras como la de Steve Bannon, el consejero que abandonó a Trump, que fue detenido por fraude e indultado posteriormente por Trump en sus últimas decisiones.
Siendo una obra de Adam Mckay el tono podría ser más burlesco, pero aun así da la impresión de que se ha hecho con una constante risa contenida. Es lógico pues en ocasiones se topan con seguidores de Q cuya vida cobra sentido solo con poder decir que Trump les ha señalado/saludado en alguno de sus mítines, que ven conspiraciones hasta en una camiseta de ‘Onward’, que creen en el Pizzagate y por supuesto, son aquellos que piensan que actualmente vivimos una “plandemia”. Estas mentes que se creen iluminadas o más despiertas le dan mil vueltas al significado de la letra Q e incluso a las implicaciones de la forma de este carácter. Más allá de hacer un retrato de quienes respaldan QAnon, ‘Q: en el ojo del huracán’ lanza sus posibles candidatos a tener el login y la contraseña de Q. ¿Llega a una conclusión definitiva sobre la identidad de Q? La gracia está en que indaguéis por vosotros mismos o que veáis el documental.