Una serie animada que nos invita a tomarnos aún menos en serio el universo Trekkie
El universo de ‘Star Trek’ no para de expandirse. La propia franquicia (o saga según si hablamos de producto o arte) trata acerca de eso, de buscar nuevos horizontes e incorporar nuevas generaciones, como rezan varios de sus títulos. Actualmente esta ciencia ficción creada por Gene Roddenberry vive una segunda o tercera juventud gracias a las nuevas películas impulsadas por J.J. Abrams y a la serie ‘Discovery’. En este caso hay que dar las gracias al creador Mike McMahan y al productor omnipresente en estos proyectos, Alex Kurtzman, por sacar un nuevo producto que explora otras caras de la misma moneda, ‘Star Trek: Lower Decks’.
Esta nave con nombre de cereales está capitaneada por primera vez y de manera continua por una mujer de raza negra. Y a sus órdenes están los protagonistas que intentan cómicamente con un fracaso tras otro alcanzar un mejor estatus. Personajes doblados en su versión original por Tawny Newsome, Jack Quaid, Dawnn Lewis, Jerry O’Connell, Noël Wells o Eugene Cordero.
El nivel de la franquicia no decae con ‘Star Trek: Lower Decks’. Durante la historia de la saga se ha demostrado que es ciencia ficción casi sin límites, sorprendiendo con multitud de argumentos, desde los más tecnológicamente premonitorios a los más imaginativos. En este caso dado el carácter cómico y animado de la serie se sobrepasan ciertos límites, haciéndose más sangrienta y absurda que nunca.
Era de esperar este tono pues McMahan ha sido guionista de ‘Rick y Morty’. La serie no llega ni al ritmo frenético de la serie de Adult Swim ni a su originalidad. Parece que a veces lo intenta pues se desboca de vez en cuando pero también da la impresión de cohibirse para no aproximarse a ese tipo de guiones en exceso. No faltan los momentos violentos o absurdos en los que, por ejemplo, un villano obsesionado por los juegos de mesa irrumpe en la Cerritos. Pero esta es una serie ligeramente más calmada.
Esta serie de CBS que estrena en España Amazon Prime Video el 22 de enero se tuvo que realizar durante el confinamiento a través de videollamadas y tiene además guiones preparados ya para una segunda temporada también de 10 episodios con la misma duración, 25 minutos. Una manera de crear que en 2019 habríamos firmado que sería impensable, casi de ciencia ficción. Y precisamente a otras obras de ciencia ficción rinde culto en algunas escenas. Veréis guiños a ‘La cosa’, ‘Alien’, ‘El juego de Ender’, ‘La mosca’, ‘Independence Day’, ‘Horizonte final’… e incluso a aquel capítulo de ‘Me llamo Earl’ en el que Hombre Cangrejo y su padre dejaban inconsciente constantemente a Earl.
El dibujo y a veces el tipo de humor recuerda a ‘Final Space’, solo que aquí se consiguen gags más eficientes. Sí que es cierto que se habría agradecido que hubiese una trama central a seguir, pero por lo menos hay un leitmotiv, que es el de la pugna por ascender. En resumen, esta es una serie muy apta para los que buscan echarse algunas risas y tener detalles de ‘Star Trek’ por todas partes. Si uno es un Trekkie escrupuloso y cerrado en cuanto al canon de la franquicia es mejor abstenerse porque difiere bastante en tono de todo lo visto hasta ahora.