Un vistazo divertido a un multiverso que da para más y más
‘¿Qué pasaría si…?’ es la traducción que le han dado a la expresión ‘What if…?’. Una expresión muy usada en los cómics para explicar con un par de palabras que lo que vamos a ver no es canon, sino una re-imaginación de todo el universo ficticio. Marvel incluso desarrolló una serie de cómics en el 77 dedicados a este jugueteo.
La primera serie de animación de Marvel Studios consta de unos 20 episodios en dos temporadas que serán emitidos de manera semanal, en Disney+, por supuesto. A partir del 11 de agosto podréis empezar a ver estos capítulos de media hora cada uno. A.C. Bradley (‘Trollhunters’) es el guionista principal de esta producción de la cual hemos podido ver los tres primeros episodios. ‘¿Qué pasaría si…?’ supone un divertimento que más que ampliar el MCU (Universo Cinematográfico Marvel) se alimenta de él. Es una serie recreativa en la que además los episodios no están interrelacionados entre sí.
La voz de Jeffrey Wright (‘Westworld’) hace de narrador o maestro de ceremonias con la máscara del Vigilante, probablemente Uatu. Su manera pasiva de contemplar estos mundos reinventados se pone a la par de nosotros que como espectadores nos regocijamos en este jugueteo. Tanto se juega con los personajes en ‘¿Qué pasaría si…?’ que llega a parecer incluso una especie de globo sonda para ver qué funciona y qué tiene potencial para la audiencia. E imagino que todo un repertorio de merchandising también nos lloverá. Obviamente es además una manera de devolvernos a los personajes de las viñetas sin gastarse el dinero de una película de acción real.
Precisamente el dibujo es otra razón por la que merece la pena ver la serie. Aunque los personajes sigan otro camino se parecen a los originales (los del MCU). Salvo casos como el de Scarlett Johansson y Mark Ruffalo, que irónicamente le han conseguido más parecido facial como Hulk que como humano, sobre todo en la escena que rememora al La Masa de Edward Norton. Pero quizá los rostros sean lo de menos y si la técnica empleada.
El color es algo que va cambiando en función con qué personaje estemos y en qué época nos introduzcan. Es por eso que para devolvernos a la Segunda Guerra Mundial predominan los tonos marrones o beige y para viajar al remoto espacio nos rodean de violeta y azul eléctrico. Pero ojo, que aunque la animación sea en plan “bonito” hay más de una muerte, de lo cual no debemos preocuparnos porque total, este es un universo con el que solo flirtearemos de manera fortuita y temporal.
Es un plus verse los episodios en versión original ya que los personajes están doblados por sus actores originales. Aquí ha sido antes el actor con su personaje que la versión animada, a si es que tal vez más que nunca esté justificado que un famoso ponga su voz a un personaje de dibujos. Los hay mejor doblados, como el Yondu de Michael Rooker o el Furia de Samuel L. Jackson. Pero me parecería normal si se habla mucho más del trabajo de Chadwick Boseman, no solo porque protagoniza bien el segundo episodio, sino porque fue su última aportación y por eso se le dedican unas palabras.