Secuela directa que explora el concepto del cómic desarrollando sus acontecimientos
Hoy 21 de octubre se ha estrenado en HBO España la serie que continúa la historia de ‘Watchmen’. 33 años después de su publicación aparece una secuela directa de la obra de Alan Moore y Dave Gibbons que pretende recuperar sus sensaciones y llevar más allá el concepto crítico que desde una distopía nos mostraron estos dos autores. En la ficción nos sitúan también más de treinta años después y es por eso que la marca de los primeros justicieros ha crecido, nuestra realidad histórica y nuestra actualidad son bien diferentes.
Ya veíamos una realidad tergiversada con la alternativa que nos proponía la novela gráfica, todo fue modificado desde la era Nixon y este en cierto modo aparece. Ahora, tras lo que hizo Vedit/Ozymandias, el mundo está aún más deformado. Este es un mundo distópico en el que Vietnam es un estado de EE.UU. y la llamada «Ley Keene» se supone que no existe, permitiendo que haya justicieros enmascarados hasta entre una policía que teme que se descubra su identidad. ‘Watchmen’ desarrolla en su primer episodio de manera interesante todo aquello que sembró el cómic y comienza a explorar de otro modo el concepto de héroes con capucha o capa. Aún es pronto, solo se ha publicado el 1×01 por eso está por ver si la serie es capaz de explorar un buen discurso o desarrollar unos personajes tan ricos y diversos como el cómic.
Es difícil que alcance la magnitud de las páginas en las que se basa, pero conserva su carga dramática y su simbolismo. Está muy presente el amarillo, al igual que cualquier alusión a un reloj y por supuesto al smiley que portaba siempre El Comediante. Podemos ver guiños que reconocerán sobre todo los fans del cómic, como el del vigilante que se vestía con una horca al cuello, Justicia enmascarada, u otros héroes secundarios como Dollar Bill. Pero las referencias y conexiones directas con las viñetas no terminan ahí porque aparece el vehículo del Búho Nocturno ,una tarta con los colores de Ozymandias y algún personaje que no os quiero destripar.
La nueva interpretación de ‘Watchmen’ no tiene la estética de Zack Snyder ni sus cámaras lentas y eso es porque se ha ido por una vertiente más realista, dentro de su surrealista propuesta argumental. Esta serie ha sido desarrollada por Damon Lindelof (‘Perdidos’) y se separa obviamente del ambiente ochentero del cómic ya que está ambientada en nuestros días. Es muy difícil decir si tiene el toque de Lindelof pues este hace cosas muy diferentes, pero si mantiene siempre una conexión inseparable con la ciencia ficción que aquí ya muestra destellos de estar presente. Así lo ha demostrado en este primer episodio que ha sido dirigido por Nicole Kassell, directora de ‘Castle Rock’, ‘Westworld’, ‘Better call Saul’ u otras cuantas series que hacen las delicias de aquellos que aman la fantasía o las series con un toque dramático y desenfadado.
Si Alan Moore estaba enfadado con la serie o con Lindelof ahora tras ver el episodio podría estarlo aún más. Y es que no aparece en los créditos, solo se indica que está basada en los personajes del dibujante Dave Gibbons, aunque también es cierto que el propio Moore decidió en su día desvincularse de toda adaptación, incluida esta última de HBO. Es comprensible que quiera que se respete su obra original o se quiera distanciar, pues esta nueva historia en la que los Minutemen son un eco del pasado convertido incluso en objeto de ficciones televisivas tiene un tono diferente, aunque en sus inicios parece que si tendrá un mensaje similar.