Crítica: ‘Los niños del mar’

Sinopsis

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Ruka, una estudiante de secundaria a la que le cuesta expresar sus sentimientos, visita el acuario donde trabaja su padre y ve a dos jóvenes misteriosos nadando entre las ballenas. Se trata de Umi (Mar) y su hermano Sora (Cielo), que fueron criados por dugongos y parecen escuchar la misma extraña llamada del océano que ella. Este encuentro entre los tres parece activar una serie de fenómenos sobrenaturales como la caída de un meteorito en el océano o el hecho de que toda la vida marina del planeta comience a converger hacia Japón. Pero los hay que saben que estos sucesos están relacionados con Umi (Mar) y Sora (Cielo) y tratarán de utilizarlos en su propio beneficio. ¿Serán capaces los seres humanos de dejar de lado sus diferencias para resolver el misterio de la vida?

Crítica

Un precioso océano la mar de aburrido

¿Alguna vez habéis visto a esos artistas callejeros que con una plantilla y un bote de spray realizan oníricas ilustraciones en un momento? Imágenes cargadas de color, con océanos, grandes planetas, delfines saltando, el yin-yang… Esa y un buen chute de gases CFC pueden haber sido perfectamente la inspiración para ‘Los niños del mar’.

‘Los niños del mar’ cuenta realmente la historia de una sola niña llamada Ruka. Tiene problemas para exteriorizar lo que siente y necesita también sentirse comprendida. Justo en este preciso momento hace se hace amiga de unos extraños niños (Umi y Sora) que han sido criados por dugongos, una criatura marina parecida a los manatíes. Con ellos puede oír una extraña llamada marina tras la que van algunos oceanógrafos y que acaba convirtiéndose en un festival de luces y color que ni un videoclip de Björk y Mike Oldfield juntos.

Nos continúan llegando películas desde Japón que mezclan lo poético y lo fantástico. Recientemente hemos hablado de ‘Weathering with you (El tiempo contigo)’ en la que también veíamos como el agua recreaba la forma de los animales que la habitan. En este caso tenemos una película mucho más metafórica y menos explicativa. Es curioso tener que decir esto cuando se percibe en ella una intencionalidad más científica en el momento de establecer una conexión entre el mar (Umi) y el cielo (Sora), entre la teoría evolutiva (todos venimos de microorganismos del mar) e hipótesis sobre los meteoritos del espacio (posiblemente todos somos extraterrestres). Es en la progresión de la protagonista donde no se percibe la razón de ser del clímax ni del vínculo que se establece. Y mucho menos de la inexplicable escena post-créditos. Se intuyen varias explicaciones pero cogidas bastante con pinzas de cangrejo o retorcidas como la soga de un nudo marino.

Todo surge de un manga de Daisuke Igarashi. Quizá en la obra en viñetas se desarrolle mejor la explicación de la película o le sea más fácil al receptor asimilar el mensaje. Pero no es exagerado decir que aunque el océano que nos rodea es precioso el paseo es la mar de aburrido. Son incesantes los chapuzones que no nos acaban de indicar hacia dónde nos sumerge el largometraje. Y cuando explota todo en su apogeo se convierte en un remolino de filosofeo que para ser comprendido o bien hay que estar muy en sintonía con la cultura japonesa o tener una mente místicamente abierta.

Ténicamente es por done se le pueden buscar las alabanzas a ‘Los niños del mar’. Tiene puntos en común con Studio Ghibli. Igarashi, el autor del material original, siempre ha buscado su inspiración en la naturaleza, como bien se percibe en la inmensa mayoría de obras de Ghibli. Eso a nivel visual llama muchísimo la atención. Además artistas como Shinji Kimura o Ken’ichi Konishi vienen de participar en el departamento animado de títulos como ‘El castillo ambulante’, ‘Mi vecino Totoro’ o ‘El viaje de Chihiro’. Si queremos ir más allá, ampliando nuestros sentidos, la banda sonora ha corrido a cargo de un compositor llamado Joe Hisaishi que ha compuesto la música de grandes títulos como ‘Porco Rosso’, ‘El viaje de Chihiro’, ‘Hana-bi’ o ‘Mi vecino Totoro’, ahí es nada.

Su diseño está a caballo entre lo tradicional y lo moderno, frase muy clásica cuando lo que tenemos entre manos viene desde Japón. El dibujo realmente tiene un trazo impreciso, incluso a veces se podría decir que parece garabateado. Los personajes poseen rostros que en ocasiones están desfigurados, con facciones exageradas, con frentes, ojos o manos muy grandes. Aún así la belleza de las imágenes de ‘Los niños del mar’ es innegable. Nada más ver el primer fotograma o sus fondos que parecen sacados de algún óleo de un museo nos damos cuenta del potencial artístico del filme. Se nota el artificio digital cuando juega con sus luces o emplea giros de cámara imposibles o muy laboriosos para la animación tradicional. Pero las técnicas de ahora aportan para bien, en el sentido de que nos ofrecen perspectivas más ricas.

Armas no le faltan a esta película que quizá ha pagado el pato de contar con un director (Ayumu Watanabe) y un guionista (Hanasaki Kino) que se enfrentan a su primer largometraje animado. Quizá para la siguiente pulan la manera de narrar su historia o de ser menos crípticos.

Ficha de la película

Estreno en España: 24 de enero de 2020. Título original: Kaijû no kodomo. Duración: 110 min. País: Japón. Dirección: Ayumu Watanabe. Guion: Hanasaki Kino. Música: Joe Hisaishi. Reparto principal (doblaje original): Mana Ashida, Hiiro Ishibashi, Seishû Uragami, Win Morisaki, Yû Aoi, Sumiko Fuji, Gorô Inagaki, Min Tanaka, Tôru Watanabe. Producción: Studio 4ºC. Distribución: Selecta Visión. Género: aventuras, fantástico, animación. Web oficial: https://www.kaijunokodomo.com/

Crítica: ‘Ready Player One’

Sinopsis

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En el año 2045, el mundo real es un lugar hostil. Wade Watts (Tye Sheridan) sólo se siente vivo de verdad cuando escapa a OASIS, un universo virtual inmersivo al que la humanidad dedica gran parte de su tiempo. En el OASIS puedes ir a cualquier parte, hacer cualquier cosa, convertirte en lo que quieras: los únicos límites son tu propia imaginación. El brillante y excéntrico James Halliday (Mark Rylance) creó el OASIS y dejó su inmensa fortuna y el control total del Oasis al ganador de un concurso de tres partes que diseñó con el fin de encontrar un digno heredero. Cuando Wade supera la primera prueba de la búsqueda del tesoro que transforma la realidad, él y sus amigos, también conocidos como los High Five, se internan en un universo fantástico repleto de revelaciones y peligros para salvar el OASIS.

Crítica

Ready Player One es un deleite y mezcolanza de personajes, nada lejos de aquello que hacíamos todos con nuestros juguetes.

La adaptación del afamado libro ‘Ready Player One’ (reseña aquí) ya es una realidad. Desde antes incluso de que se publicase en librerías Warner Bros. ya estaba convencida de que esta sería una gran película y así ha sido. La novela de Ernest Cline narra la situación de nuestro planeta en el futuro y en él los humanos juegan, trabajan, se relacionan… viven en Oasis. Oasis es un juego que se ha convertido en lo más importante a nivel global. Ese entretenimiento mueve toneladas de dinero y se convierte en el objetivo de todos desde que su creador muere y anuncia que ha escondido un huevo de pascua en él. Es entonces cuando arranca una búsqueda en la que se ve inmerso Wade Watts, el protagonista interpretado por el joven Tye Sheridan.

Este Ready Player One mejora en varios puntos al libro. El personaje de Wade es más creíble, sobre todo porque no es tan extremadamente sabio como en la obra escrita. Dada su corta edad costaba creer que ya acumulase tanto conocimiento. Arranca y presenta todo de un modo bastante dinámico, de manera que pronto nos sumergimos en la realidad virtual de Oasis. También se ha solucionado a mejor el tramo final. Dentro de los esquemas del cine ochentero que emplea resulta más llevadero y más fluido, menos preconcebido y más admisible. Una de las cosas que parece que atraen también de la película es mostrar un futuro distópico. Es tendencia, como lo son los videojuegos, crear realidades venideras en las que a la humanidad no le va nada bien, o no por lo menos como creemos que nos debería ir.

Pero el filme comete los mismos errores que la novela. El personaje principal está sobreprotegido en demasía, por él realmente no tememos en ningún momento. Y el guion está descuidado a merced del espectáculo visual y las referencias cinematográficas y gamers. Esto sucede en otras muchas películas de corte similar. La historia se reduce a algo bastante cuadriculado, especialmente para partir de una premisa tan original.

La gran fuerza de Ready Player One reside en lo que es obvio. En el frenesí visual de sus escenas y en el disfrute de referencias que ofrece. Ciudadano Kane, Batman, Halo, los juegos de 8 bits, King Kong, El Resplandor, Hello Kitty, Spawn, Dragones y Mazmorras… Podría llenar esta entrada solo con alusiones para contentar a mi editor cual Homer Simpson con su «joróbate Flanders». ¿Es este el crossover definitivo? Con tantas películas que últimamente combinan diferentes personajes es normal que nos venga a la cabeza esa pregunta. Desde luego hay muchísimas más apariciones que en ‘Rompe Ralph’ y están mucho mejor introducidas. También puede que acabe siendo más emotiva que la próxima entrega de ‘Vengadores’ y es que la nostalgia es una baza muy fuerte hoy en día, pero no solo por eso, si no porque el fan encontrará elementos tanto del hoy como del ayer. Quizá hablando de mezcla de franquicias nos venga también a la cabeza ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’ y sin duda, para mi ese filme es el único crossover que se mantendría hoy en día por encima de Ready Player One. Y hay que señalar además que aunque aquí Warner manda están muy presentes otras licencias a si es que preparaos para ver cosas de Mortal Kombat, las Tortugas Ninja, Wonder Woman, Mass Effect, El gigante de hierro, Regreso al Futuro, Overwatch… y no os va a rechinar nada de nada, al contario, vais a ver todo en sintonía.

Sobre todo el largometraje de Steven Spielberg es muy gamer. Aquellos que son asiduos a las videoconsolas van a gozar de lo lindo con esta película. Primero se van a morir de envidia por el universo del que gozan los protagonistas, seguidamente se van a quedar ensimismados por la mecánica de la cinta y luego van a querer parar esta una y otra vez para reconocer a cada personaje que aparece. El culmen y prueba de esto es la gran escena final de la película al son de los Twisted Sister, que aunque ha sido modificada de como había sido escrita por tema de derechos, es un espectáculo en el que nos gustaría vernos a todos metidos con nuestro propio avatar.

Se nota que el director es Steven Spielberg. No solo por la cantidad de referencias al cine de su productora, la Amblin, si no por el carácter de sus personajes, por el tono de la aventura, por la por la estructura del guion o por banda sonora con la que Silvestri nos aletarga a veces. Principalmente en lo dulcificada que está la historia es en donde vemos la mano de Spielberg. Por lo tanto hay que agradecer que gracias a su presencia se haya podido hacer una película con tantas licencias, lo malo es que se obliga a rebajar algo el tono haciéndola más familiar. Por otro lado el propio Ernest Cline y Zak Penn (‘Los Vengadores’) al escribirla han introducido cambios en las famosas pruebas para hallar el huevo de pascua y de ese modo poder causar nuevas sensaciones a los lectores y a los cinéfilos.

Es buena la crítica que se hace desde el futuro a nuestra vida actual. ¿Vivimos atrapados en el mundo del entretenimiento? ¿Llegaremos a vivir dominados por nuestro ansia de consumir ocio o de aislarnos del mundo real? Aunque parezca algo vacua la película si tiene su trasfondo, pero Spielberg en su tradición de hacer cine familiar lo ha desatendido por completo.

Si la veis en versión original y necesitáis recurrir mucho a los subtítulos os perderéis infinidad de detalles. Ya solo por no dejar pasar ningún pormenor de los avatares de Oasis deberíais verla doblada, pues el filme transcurre en su mayoría en el videojuego. Siendo esto así no nos importa mucho que los actores estén un poco faltos de carisma y las interpretaciones no sean de lo mejor del año. Los verdaderos artistas de esta película son los centenares de creadores de videojuegos y películas que durante décadas nos han hecho disfrutar y el equipo de arte visual de Ready Player One que los ha devuelto a la vida de manera excepcional para nosotros.

Ficha de la película

Estreno en España: 29 de marzo de 2018. Título original: Ready Player One. Duración: 140min. País: EE.UU. Dirección: Steven Spielberg. Guion: Ernest Cline, Zak Penn. Música: Alan Silvestri. Fotografía: Janusz Kaminski. Reparto principal: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Simon Pegg, Mark Rylance, T.J. Miller, Lena Waithe, Win Morisaki, Philip Zhao, Rona Morison, Hannah John-Kamen, Letitia Wright. Producción: Warner Bros., Amblin Entertainment, De Line Pictures, Village Roadshow Pictures, Reliance Entertainment. Distribución: Warner Bros. Género: aventuras, ciencia ficción, adaptación. Web oficial: ReadyPlayerOneMovie.com

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