Historia de orígenes con algún que otro toque original
Hoy 17 de julio se estrena ‘Maldita’, la serie que Netflix ha desarrollado a partir de la novela de Thomas Wheeler y Frank Miller publicada el año pasado y cuya reseña podéis leer aquí. Como decía en dicho artículo esta es una historia de reinvención a partir de los hechos sucedidos antes de que la leyenda de Arturo y sus caballeros se materialice. Para ello centra la atención en Nimue, la tradicionalmente conocida como Dama del lago.
Nimue está interpretada por Katherine Langford. La actriz a la que hemos visto en películas como ‘Puñales por la espalda’ o ‘Con amor Simon’ y el que hasta ahora ha sido su trabajo más protagónico, ‘Por trece razones’, ejecuta un papel que la ha desafiado en varios sentidos y que también la hace moverse por terrenos cómodos o ya explorados por ella. Por un lado su personaje de ‘Maldita’ tiene un carácter púber además de castigado y por otro ha de ejecutar alguna que otra escena de acción. Con la acción no se desenvuelve mal, pero con el tema amoríos, miedos… no se sale de lo frecuente.
En el caso de Arturo se ha elegido a Devon Terrell, quien hizo en su día de Barack Obama de joven en ‘Barry’. Está claro que aquí ha de interpretar a una versión extranjera de Arturo (muchas veces se ha dicho que era britanorromano), porque a efectos de la trama no hay otra explicación para su elección. Como dije en la reseña en esta nueva traslación del mito artúrico no es un abanderado de los ideales de la caballería precisamente. A todos los efectos es un futuro rey de Bretaña muy diferente.
Para mí lo más atractivo o entretenido de ‘Maldita’ es toda la parte de Merlin. Es la más cargada de misticismo y leyenda acompañada además de un buen trabajo por parte de Gustaf Skarsgård. Por ejemplo la parte del rey de los leprosos con el fuego Fey iluminando el cadáver de Boudica es digna de un gran cuento o narración clásica. Igual de potente es la imagen del Monje Llorón que se me antoja como una especie de Darth Maul al servicio de la Iglesia. También está curioso intentar averiguar (si no has leído antes la novela) quién es cada caballero, ya que aparecen bajo otros nombres o pseudónimos.
Lo que parece sobre todo es que esta es una serie adolescente. No es tipo ‘Destino de caballero’, no tiene comedia, ni música, ni ese descaro. Pero si un reparto muy joven, lleno de miedos e inseguridades, con romances y chiquillerías. Adolescente pero cuidado mentes sensibles (si aún quedan) que aquí las espadas atraviesan cabezas y cortan manos, con el consiguiente salpicón. Aún así para ser algo que se relaciona con Frank Miller lo veo hasta cándido. Será que la edad le ha enternecido (no olvidemos tampoco que el guión lo firma también otra persona). Aunque debo reconocer que el humor negro de la parte en la que un personaje ha de curar Vikingos me ha hecho gracia.
Todo sucede igual que las páginas del libro ‘Maldita’ hasta el tercer episodio. A partir de ahí hay momentos en común pero se han cambiado algunas tramas para incluir o dar más detalles de otros personajes, en concreto de dos chicas. Se hizo un libro con las pretensiones de hacerlo cómic y modifican hechos y tono. Hay cosas que no entiendo. He podido ver cinco episodios previamente a la fecha de estreno y seguramente acabe igual, ya he visto algún indicio de ello. Pero estoy seguro de que habrá más cambios. Por ejemplo se ha introducido una historia de lesbianismo que lo único que me cuenta es que Netflix también está obsesionado con forzar la corrección política.
Tanto el opening como las imágenes transitorias están ilustrados. Son unos dibujos curiosos pero lo cierto es que podrían haber usado las de Frank Miller o por lo menos su estilo. Son también dibujos sencillos en cuanto a detalles, basados en siluetas, pero no como los de Miller.
Los episodios dirigidos por Zetna Fuentes y Daniel Nettheim no tienen artificios o secuencias prodigiosas pero nos mantienen enganchados. La serie puede decir tener algún que otro momento o sugerencia original, consigue levantar alguna que otra sensación. Por poner una de ellas, de nuevo sigue esa lucha del mundo mágico contra el invasor católico. En ese enfrentamiento se establecen unos villanos a los que dan ganas de tirar una Santa Granada de Antioquía.