Crítica
Un reencuentro con la que fue la reina de la interpretación gestual
Lina Morgan nos dejó en 2015 y desde entonces ha recibido muchos homenajes en forma de espectáculos, plazuelas a su nombre y demás. Pero ya tocaba que sus compañeros de profesión le rindiesen tributo. El de ‘Lina, la mujer espectacular’ es un acto de veneración hacia una artista que marcó a generaciones y de las que se puede decir que fue una pionera y adelantada a su época con todas las de la ley.
El próximo 17 de junio Movistar Plus+ estrena ‘Lina, la mujer espectacular’. A lo largo de tres capítulos se nos cuenta la vida de esta artista que empezó en el mundo del espectáculo queriendo ser vedete y acabó como uno de los referentes cómicos más grandes de nuestro país y la primera mujer en Europa en regentar un teatro. Este es un recorrido cronológico lleno de curiosidades y halagos. Revelador con algunos detalles que habían caído en el olvido, a veces un tanto exagerado a la hora de ser halagador. Con esta docuserie viajamos desde su muy modesto origen rodeado de las miserias de la postguerra hasta sus últimas funciones.
Cómicos, estudiosos y coetáneos analizan la figura de al Morgan. La serie se compone de testimonios en forma de entrevistas intercalados de imágenes de archivo que refrendan todo lo comentado. En ese sentido ‘Lina, la mujer espectacular’ es un reportaje convencional, que no por ello quiere decir que no sirva para hacer justicia a una artista que debería ser conocida por todas las nuevas generaciones del teatro y la comedia. Como diferencia con respecto a otros documentales tradicionales, algunos de los entrevistados han incluido una imitación de alguno de sus números más conocidos. Todo ello se ha planteado como un falso casting, lo cual no deja de ser un guiño más a lo duro que es hacerse un hueco en la profesión, algo que ella probó bastante en sus carnes pues no tuvo solo que remar contra competidoras, sino también contra los cánones y gustos de la época.
No es la primera vez que Israel del Santo trabaja con Movistar Plus+. Ya nos deleitó con los documentales ‘Lola’ y ‘El palmar de Troya’. Ahora para camelarnos ha reunido a una troupe de nombres muy bien escogida pues son capaces de analizar todas las facetas de Lina Morgan. Es por ello que se realiza un análisis completo al tratar desde su vida personal hasta el porqué su humor fue rompedor. A destacar por ser más acertadas las palabras de Silvia Abril, María León, Jesús García Orts, Juan José Montijano o Anabel Alonso. Pero la lista de nombres es aún más larga. Entre ellos también Joaquín Reyes con un Celebrities inclusive, lo cual resulta una bofetada graciosísima cuando aparece. Un buen truco de montaje que sigue la estela de la escuela de Lina Morgan, de la cual siempre se ha dicho (el propio documental lo remarca) que sabía exactamente cuándo introducir el chiste o la mímica.
Y es que Lina Morgan sabía sacar muy buen partido a su cuerpo, pero no el modo en como lo tenían que hacer la mayoría de artistas de la época. Se la puede considerar la reina de la interpretación gestual y eso le grajeó un éxito que como daños colaterales también le trajo sus enemigos o envidias. Es por eso que me sobra Bárbara Rey en la serie ya que parece que se ha plantado delante de la cámara solo para hablar sobre ella misma. Descartaría de la serie eso y todos los momentos en los que parece más un programa de la prensa rosa, hipótesis sobre su vida y las cosas turbias que le pudieron pasar a la hora de imaginar lo que se encontró cuando se habla de la caspa que poblaba el show business de la época. Si estamos tratando todo bajo el prisma del documental, hechos contrastados, nada de tirar de imaginario más propio del salseo.