Tan deprimente… no la veáis solos
La antología que ha desarrollado David Weill como showrunner, director y guionista para Amazon Prime Video prometía ser una manera original y retadora de contarnos historias en las que los protagonistas se encuentran solos de algún u otro modo. Y así lo es, nadie lo puede negar. Pero más que ‘Solos’ tendría que llamarse ‘Llantos’. En todos los episodios de esta antología los protagonistas acaban llorando, terminando por ser casi siempre una historia bastante desconsoladora o deprimente. En algunos episodios es incluso una llorera a tres bandas.
Ese hecho o esa conclusión a la que he llegado se puede relacionar con la temática de la serie, no es solo impresión mía. ‘Solos’ busca establecer una relación entre personas aisladas con el resto de su entorno, ya sea el familiar o incluso el global. Y en ese sentido tiene reflexiones o acontecimientos interesantes, que hacen que te olvides de tanto mar de lágrimas.
Son siete episodios que van de los veinte a los treinta minutos. Mi conclusión tras verlos es que se nos pretende decir que como individuos, y por extensión como especie, no estamos listos para estar acabar nuestros días en soledad y lo que es aún más, no estamos listos para aceptar que a veces somos inútiles incluso admitiendo o identificando nuestros propios sentimientos.
Los episodios son a veces monólogos y otras conversaciones. Charlas con inteligencias artificiales, con otra persona ausente e incluso con uno mismo, en dos episodios veréis cómo se las ingenian para que el protagonista tenga un modo de volcarse a sí mismo sus inquietudes. Todos reflexionamos cuando no tenemos otra cosa que hacer o cuando no nos molesta el mundanal ruido, pero claro, según en qué situación estamos inducidos a enfocar nuestros pensamientos hacia una cosa o llegar a determinadas conclusiones. Eso es más o menos lo que sucede en esta serie de Amazon Prime Video.
Cuando la serie se convierte en monólogos es cuando se hace más pesada, da la impresión incluso de que estamos viendo al loco/a del pueblo divagando sin ver a lo lejos una posible conclusión lúcida. Es por eso que cuando interactúan más personajes se hace más entretenida, no han sabido sacar del todo el jugo a la idea.
Lo que también hace atractiva a la serie es que todos los episodios tienen un toque de ciencia ficción. Está la que navega sola en una nave espacial, que el que recibe un chute de recuerdos de manera artificial, la científica que investiga en su sótano, la hikikomori que solo se relaciona con su asistente de voz… Eso contribuye a que podamos esperar diferentes finales y a hacerla más vistosa.
Particularmente me ha gustado sobretodo el episodio tipo ‘Fringe’ de Anne Hathaway, el de Uzo Aduba con lo capaz que es de retratar a los que viven en su propia burbuja y el de Morgan Freeman por lo bien que juega con la mente. Por el contrario el de Nicole Behaire a lo ‘Vivarium’ o el de Helen Mirren a lo náufrago sideral me ha decepcionado a pesar de gustarme mucho esa actriz y las historias espaciales. De lo que no cabe discusión es que esta era una experiencia actoral muy sugerente para todos ellos, acercándoles de nuevo a códigos más teatrales. Quizá por eso se nota un nivel alto de implicación con los personajes, lástima que a sus historias le falten giros.
Reconozco que algunos de los episodios me han sorprendido con su momento final, aunque muy pocos consiguen mantener el suspense. El tono de ‘Solos’ es principalmente filosófico y dramático. A España llega el 25 de junio, si no la veis del tirón y en soledad conseguiréis evitar la crisis existencial.