Mar Targarona ha dirigido “Secuestro” en el que es su segundo largometraje. Durante las actividades de presentación de la película pudimos entrevistarla a su paso por Madrid. Contamos además con la presencia de dos de sus protagonistas: Blanca Portillo y Antonio Dechent. Entre los tres nos hablaron de este trabajo que cuenta con el guión de Oriol Paulo (“Los ojos de Julia”).
Tras ver la película vemos que no es un film de buenos y malos, si no que tenemos a gente real.
MT: Precisamente es eso, una película de personas y todas las personas tenemos grandes cualidades y algún defectillo. No creo que sea una película de buenos y malos ¿no?
AD: Bueno. Yo como autoridad policial voy a decir cualquier cosa, pero en fin (risas).
Has trabajado en películas en las que has hecho de productora, películas escritas por Oriol Paulo. ¿Era indispensable que guionizase la película o estaba antes el guión?
MT: No, todo fue muy natural. En Rodar y Rodar (productora de Mar Targarona) ya llevamos muchas películas, thrillers. Empezamos con Guillem Morales con su primer largo que se llamaba “El habitante incierto” que es un thriller pequeñito que muy poca gente conoce y que creo que es un gran thriller. Y bueno luego continuamos con “El Orfanato” y “Los ojos de Julia” donde ya intervino Oriol. Después hicimos “El Cuerpo” también con él. Este era un guión que corría por la productora que a mí me gustó mucho y que me decidí tirarme a la piscina y dirigirlo.
Mi percepción es que es una película con dos partes. Pero las dos mantienen el tono de thriller. ¿Cómo lo has conseguido Mar?
MT: Es verdad que tiene la misma estructura que psicosis. En principio va de una chica que está escapando de robar dinero y la otra media película va de que la han matado y cómo se resuelve… Aun así, cuando trabajas una película la trabajas globalmente. […] El personaje es el mismo, las localizaciones son las mismas… La protagonista es la misma en situaciones muy distintas y opuestas incluso. Lo difícil de este guión es hablar de él sin decir nada.
AD: Yo llevo así tres horas (risas).
MT: Y yo (risas). Lo interesante son estos giros que se van dando que van atrapando al espectador. Creo que es lo complicado en el cine, que espectador no se aburra y siga con el interés. Que la curiosidad siga hasta el final.
¿Cómo ha sido dirigir a Marc?
MT: Fantástico. Marc ha sido el milagro de la película. Es un hecho excepcional, el niño existe (risas). Siempre tuvimos claro que queríamos que fuera un niño sordo de verdad. Porque es imposible imitar su forma de hablar y su forma de gesticular. Esto en un niño pequeño hubiera sido imposible. En cuanto nos pusimos a buscar vimos que había niños así de interesantes. Lo que pasa que Marc brilló enseguida, en las pruebas brilló enseguida. A la última prueba que fue una improvisación vimos que él improvisa, es increíble, tiene el talento del actor ya innato. Ya tiene ese talento, él se crea su universo y además no le costaba nada.
AD: ¡Qué asco de niño! (risas).
MT: Hacía de todo, de script. Porque se fijaba en todo, es un curioso que lo quiere saber todo, quiere aprender de todo, preguntaba todo… muy fácil trabajar con él.
Entiende muy bien, lee muy bien los labios con lo cual yo… lo único que a veces te despistas y hablas mirando para otro lado.
AD: Luego además hay una cosa. Y es que él cambia el ritmo de la película. Si eso lo hubiera imitado alguien nos hubiéramos adelantado de alguna manera a los acontecimientos, si yo sé lo que va a decir… En este caso el ritmo lo marcaba él. El niño tiene que leer los labios, después tiene que responder, nosotros… Ese miniclima que crea, por ejemplo con la madre en el interrogatorio, está muy bien. No es el ritmo normal, es el ritmo de una persona sordomuda.
MT: Bueno sorda. Que él habla, le encanta hablar. Es superexpresivo. Eso también forma parte de su talento, que en la película es un niño introvertido y sin embargo su personalidad es completamente distinta.
La relación entre Blanca y Marc, como directora, ¿qué te ha parecido? Porque es una persona muy experimentada con un niño que debuta cinematográficamente.
MT: Para ellos ha sido muy fácil. Cuando hables con Blanca te lo dirá. Cualquier actor cuando le dices que vas a trabajar con un niño de entrada es “ah socorro”. Porque son pesados, porque se aburren, porque son los papas los que quieren que el niño sea actor… Sin embargo este niño no, él quiere ser actor. No es un niño al que los papas arrastren al mundo del espectáculo. Él quiere serlo, tiene todo el talento del mundo para serlo, es supersimpático y con Blanca hubo un gran chispazo desde el principio. Se hicieron muy amigos, se quieren mucho, se tuitean, se siguen queriendo, mandando e-mails…
Antonio. Como autoridad policial…
AD: ¡Digame!
¿Cómo te has preparado el personaje?
AD: El personaje lo he preparado acercándolo a mí. Porque si tenía muy claro que era un investigador, un peso pesado de la policía, un tipo que lleva mucha trayectoria encima. Pero es verdad que la película no nos da ninguna pista de quién es este señor. No sabemos si está casado o a que dedica su tiempo libre. Entonces lo que hice fue acercarlo a mí, pero para una cosa muy clara, para dotarlo de humanidad. Para que, dentro de este mundo de engaños, de falsedades y de corruptelas tuviera una mirada honesta. Esa es la única manera de cómo intenté hacerlo. Acercándolo a mi parte más noble, no a la otra (risas).
Cuando vi el vestuario que me había preparado Mar dije “ya está, sé por dónde cogerlo, vale, es un tipo que dedica su vida a la investigación”. Esa mirada franca, por decirlo de alguna manera, es la que tiene el espectador. Yo me voy enterando de las cosas a la vez que el espectador y siempre voy un paso detrás igual que el espectador. Eso me interesaba bastante del personaje. El que los demás sepan todo, tienen sus telarañas, sus hilos, sus señuelos, sus trucos o sus trampas. Decidí que este hombre no tuviera ninguna sombra, más que la profesionalidad. La amabilidad con el niño, que se le viera cabreado con el poder y el mal uso del poder y estas cosas. Si lo he conseguido estupendo.
(Entra en la entrevista Blanca Portillo)
¿Cómo te has preparado tú el personaje Blanca? ¿El no ser madre ha hecho que te cueste algo más comprender estas situaciones límites?
BP: No. Además, que si para hacer un personaje tú tienes que ser eso no podría hacer ni la mitad de la mitad de lo que hago (risas). Es verdad que es un vínculo muy especial. Pero todos nosotros somos hijos. Yo no soy madre pero soy hija y tengo un referente materno tan claro y mi abuela. Mi madre es madre de ocho hijos y los ha criado ella sola. Dime tu si no es un buen referente para saber cuál es el vínculo entre una madre y un hijo. He visto a mi madre hacer cosas insospechadas para sacar a sus hijos. Nos ha protegido, nos ha querido, nos ha mimado y nos ha tratado con toda la delicadeza del mundo y afuera ha sido una mujer dura, luchadora, batalladora… No es necesario. Empatizo muy bien con las madres.
No se trata de preparar la maternidad. La maternidad no se puede preparar, porque cada madre es un mundo como cada persona es un mundo. Lo importante era tener claro cuál era el vínculo y para ella su hijo es el centro del mundo, lo demás está por detrás. Entonces ese amor infinito que tiene por su hijo, que le ha llevado a hacer un motón de cosas por su hija, y a construirse como mujer y como persona hacia fuera de una determinada forma es lo que empiezas a trabajar. Es un personaje para trabajar de dentro a fuera. Así es como ella se ha construido era esto y ha ido colocando capas para construir una imagen hacía fuera, para que el mundo no la dañe y para hacer lo que a ella se le plante en su cabeza.
¿Tu experiencia con el niño? Aunque ya nos ha contado algo Mar.
BP: Maravillosa. Yo he aprendido un montón de él. Es un ángel, es un niño muy especial además. Habéis visto como mira, como te escucha, como todo le interesa, le importa y está siempre alerta. Ha sido muy fácil trabajar con él. Hemos hablado de la secuencia, de los personajes, de por qué se querían como se querían, de por qué ella no le ayudaba a hacer su nave espacial… de todo. El niño se sabía mi texto, el suyo, el de Antonio… Lo sabía todo.
¿Te has sentido maestra?
BP: No, no, no. Yo no me siento maestra nunca. Por eso aprendo mucho en los rodajes. Hay gente que va dando lecciones por el mundo y por la vida. Si te encuentras con un niño como este como le vas a dar lecciones si te pega a ti veinticinco mil vueltas. Es fascinante, lo del niño ha sido maravilloso. De hecho nos escribimos, nos hemos hecho amigos, se sabe mi cumpleaños…
¿Creéis entonces que le espera un gran futuro en el cine español?
BP: Tal cual está el cine español y teniendo en cuenta que es un niño sordo. No sé si le espera un futro muy fácil.
MT: Fácil no lo es para nadie.
AD: Para nadie claro.
MT: Pero que es un niño que tiene un gran talento, que puede ser actor o director. Y él ya ha dicho “o productor”.
BP: Lo que está claro es que este mundo le mola, le mola mucho. Y tiene mucha inquietud y ganas de aprender. Ya ha dicho “también querría hacer televisión, y teatro, ¿por qué no?
MT: Él ha estado encantado con este trabajo. Que esto es un trabajo extra que no se ve y que en el mundo del cine y le encanta.
AD: Y lo contabiliza. Ayer hice seis entrevistas, hoy he hecho siete.
BP: Ya me lo dijo ayer “en realidad nos pagan por esto, porque lo otro lo haríamos gratis”.
Blanca, tengo entendido que aprendiste lengua de signos para hacer la película y no sé si te has introducido en el mundo de la abogacía para completar el papel.
BP: Tengo grandes amigos abogados. Por unas razones u otras no es la primera vez que me topo con un personaje que tiene que ver con la ley. He ido a juicios, he visto cómo funciona, he preguntado mucho… Y esa cosa de que hay que defender a muerte a alguien, aunque tu pienses que es culpable mientras los hechos no lo demuestren, tú tienes que dejarte la vida defendiendo a un corrupto, asesino, violador, lo que sea. Y ver como es el lenguaje de los abogados, que también es tela marinera.
Lo de los signos aprendí el guión a decir cada frase en lengua de signos. Luego algo más para poder comunicarme con Marc de una forma más o menos normal. Pero no tengo ni idea. Es un idioma que se estudia en cuatro años, es una lengua que hay que aprender de cabo a rabo para practicarla con fluidez. Me he acercado a eso y se me ha abierto un mundo. Es que permite comunicarte con un millón y pico de personas. Estuve tres meses antes de empezar.
MT: Hay una cosa que quiero añadir. Y es que hay lengua de signos en catalán, que es la que el niño sabía. Y hay la lengua de signos en castellano que es la que Blanca aprendió. Y hubo un momento de lio en el que tuvimos que poner a las dos intérpretes para que trabajaran juntos y le enseñaran al niño el castellano.
BP: Claro yo le hacía el signo de la policía y él me hacía otro, y yo decía ¡ah!
AD: ¡Los apuntes, los apuntes! (risas). Y en inglés también lo hace. El niño habla castellano, catalán, inglés y creo que un poco de francés. Es un enano poliglota.
Ya nos ha quedado claro que la temática es la maternidad, pero creo que también tiene más lecturas. Como que a diferencia de otros thrillers que pueden ser oscuros, tiene grises… Queríais convertir la película en un thriller así.
MT: Si. Hombre grises no, yo lo que diría es que diría es que es un thriller de múltiples colores, que abarca muchos tipos de temas y matices. Desde luego no queríamos hacer un thriller de buenos y malos en el que gana el bien y el mal. Por desgracia no es la realidad que vivimos. Queríamos hacer un thriller de personas. Todos tenemos en nuestra vida zonas oscuras y es todo esto llevado a un extremo. Un extremo de una mujer que está llevada al límite que hace un viaje personal muy importante.
BP: Hay una cosa interesante. En este tipo de género, casi siempre te hueles quién es el malo, quién es el bueno… y hay una cosa de buenos y malos. A mí eso me parece poco real. Las personas no somos buenas o malas. Puedes tener cosas reprochables, o incluso deleznables, y otras admirables. A mí eso me parece muy inteligente.
MT: Yo conozco a mucha gente que tiene cosas muy buenas y cosas no tan buenas.
BP: Yo, yo… Vamos el que esté exento…
AD: Yo de las cosas buenas (risas). Por otro lado es otra manera de tener al espectador atrapado.
Totalmente de acuerdo, muchas gracias a los tres.
A continuación, tenemos fotografías del día de esta entrevista, durante el cual, se presentó la película en Madrid con todo el equipo.
Las fotografías han sido realizadas por Francisco J. Tejeda White. Todas las imágenes proceden de nuestro perfil de Google Photos y están protegidas con copyright, si deseáis que os enviemos alguna podéis solicitarla en nuestra sección de contacto.